Votación del Senado de EE.UU. pone en peligro la ayuda prometida por Biden a Ucrania

El senado de Estados Unidos votó en contra de un proyecto de ley de gastos urgentes destinado a financiar la guerra en curso en Ucrania. Una guerra que pronto cumplirá dos años desde la invasión rusa en febrero de 2022. 

La votación se produjo luego de que la bancada republicana se opusiera a la iniciativa del presidente Biden de garantizar fondos de emergencia para Ucrania, en un paquete que también contemplaba ayuda financiera a Israel.

Congresistas republicanos se negaron a votar en favor de dicha ayuda financiera, insistiendo en que el paquete de medidas de gastos de emergencia debe incluir financiamiento para reforzar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.

Previo a la sesión de votación, Joe Biden pronunció un discurso desde la Sala Roosevelt de la Casa Blanca, instando al congreso a votar a favor del proyecto de ley de financiación a Ucrania.  

«Los republicanos en el congreso están dispuestos a darle a Putin el mayor regalo que podría esperar», dijo Biden, afirmando que la credibilidad estadounidense estaba en juego, no solo de cara a otros posibles agresores sino también a sus propios aliados. «Cualquier interrupción en nuestra capacidad de abastecer a Ucrania refuerza claramente la posición de Putin».

Sin embargo, el llamado de Biden no fue suficiente para convencer a la minoría republicana en el Senado y cambiar el resultado final de la votación. 

A casi dos años de una invasión que comenzó el 24 de febrero de 2022, el conflicto parece estancado, con avances mínimos en el frente: a pesar de la contraofensiva ucraniana de los últimos cinco meses, las fuerzas de defensa sólo han logrado avanzar 17 kilómetros.

En el prolongado conflicto entre Ucrania y Rusia, la ausencia de victorias decisivas para las fuerzas ucranianas suscita inquietud entre sus aliados occidentales. A medida que la guerra se extiende sin avances, resulta cada vez más difícil mantener y justificar una ayuda que exige un compromiso logístico y económico sustancial. 

En un principio estaba previsto realizar una sesión en el senado con la participación del presidente Zelensky a través de un video seguro, para que directamente hiciera una petición de ayuda adicional a los senadores. 

Sin embargo, la repentina cancelación por parte de Zelensky dejó la responsabilidad de argumentar en favor de la ayuda a Ucrania en manos de algunos miembros de la administración Biden, incluyendo al Secretario de Estado Antony J. Blinken, el Secretario de Defensa Lloyd J. Austin III, el General Charles Q. Brown, y figuras clave de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Los oficiales de la administración Biden remarcaron a los miembros del Congreso de Estados Unidos, el pasado martes 5 de diciembre, la urgente necesidad de dotar a Ucrania de municiones y armamento. 

A pesar de la contraofensiva ucraniana que actualmente se libera en las regiones del sur, las tropas ucranianas aún no han logrado los objetivos previstos, mientras que las bien atrincheradas fuerzas rusas han intensificado su ofensiva en los territorios del este, haciendo más urgente la necesidad de ayuda internacional.

Pese a los argumentos de los oficiales de inteligencia de la administración Biden, la bancada republicana acusó a los demócratas de intentar pasar por encima de sus demandas de incluir en el proyecto de ley el financiamiento para una mayor protección de la frontera sur, un requisito impuesto por los congresistas republicanos como condición para apoyar cualquier plan de envío de ayuda de emergencia a los aliados internacionales de Estados Unidos. 

A primera hora del martes, Chuck Schumer, líder de la mayoría del senado, intentó recabar el apoyo del Partido Republicano para sacar adelante el proyecto de ley, ofreciéndole a cambio una votación sobre una propuesta fronteriza de su elección. Los republicanos declinaron su propuesta, considerándola insuficiente.

Por su parte, el líder de la minoría del senado, Mitch McConnell, se dirigió a los periodistas tras la audiencia del martes. 

«Espero que todos nuestros miembros voten no», dijo. “Insistimos en cambios significativos en la frontera.»

Apoyo de occidente: crucial en la resistencia de Ucrania

La ayuda financiera prestada por los países occidentales ha desempeñado un papel vital en la capacidad de Ucrania para resistir la ofensiva rusa y sostenerse a lo largo de casi dos años de guerra. Desde el comienzo del conflicto, se ha comprometido una suma de unos 350.000 millones de dólares hasta octubre de 2023, principalmente por parte de países occidentales.

Una parte significativa de esta ayuda, aproximadamente 100.000 millones de dólares, se ha destinado específicamente a ayuda militar directa a Ucrania. Estados Unidos destaca como el mayor contribuyente, otorgando casi la mitad de estos recursos, según datos del Kiel Institute for the World Economy, un instituto de investigación económica y grupo de reflexión independiente y sin ánimo de lucro con sede en Kiel, considerado el think tank de economía más influyente de Alemania. 

Profundizando en los datos, se revela que Estados Unidos, a través del Congreso, ha aprobado aproximadamente 46.600 millones de dólares en ayuda militar directa a Ucrania desde que los aliados de la OTAN comenzaron a organizar el apoyo. Este respaldo financiero forma parte de un presupuesto de ayuda de 113.000 millones de dólares, diseñado para atender tanto las necesidades de defensa como las civiles. 

Sin embargo, es importante señalar que no todo este presupuesto se destina exclusivamente a Ucrania; una parte tiene como objetivo reponer al ejército estadounidense las donaciones anteriores de armamento y munición, y ayudar a otras naciones afectadas por la situación geopolítica.

De acuerdo con el análisis realizado por el Kiel Institute sobre las fuentes de ayuda a Ucrania, casi la mitad (47%) de la ayuda procede de Estados Unidos, mientras que la Unión Europea aporta el (39%). Entre los mayores contribuyentes de la UE destacan Alemania, Dinamarca y Polonia. 

Meses atrás, en la cumbre anual de la OTAN, Ucrania celebró la continuidad del apoyo de sus aliados, luego de que la coalición acordara un amplio programa de ayuda plurianual destinado a facilitar la transición de las fuerzas armadas ucranianas de los estándares de la era soviética a los de la OTAN. 

La iniciativa pretendía reforzar además el sector ucraniano de seguridad y defensa, cubriendo necesidades críticas como combustible, equipos de desminado y suministros médicos, mejorando las capacidades defensivas de Ucrania.

Tras la clausura de la Cumbre de la OTAN en la Universidad de Vilna (Lituania) el 12 de julio de 2023, el presidente Biden aseguró a la comunidad internacional que “el compromiso” de Estados Unidos con Ucrania, “no se debilitará”. 

Sin embargo, con una minoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, sus promesas penden de un hilo, lo que plantea grandes retos para Ucrania, que se defiende en una guerra continua e implacable, que a casi dos años de haber comenzado no da señales de un próximo desenlace.