Jaime Torres: 5 claves sobre la relación entre dengue y covid-19

03/12/2020

Captura de pantalla del canal SOS Telemedicina | Youtube

La pandemia de covid-19 ha sido el tema de salud más importante de este año. En nueve meses, casi todos los territorios del mundo han estado en cuarentenas permanentes o intermitentes. Independientemente de las estrategias adoptadas por diferentes gobiernos, todos los países han visto interrumpida su dinámica normal.  El impacto de la pandemia en la economía, la sociedad y la salud mental de los ciudadanos es profundo y evidente. 

Pero la  justificada urgencia de la pandemia implica otro riesgo: la desatención a otras enfermedades que ya son un problema que requiere atención. Una de ellas es el dengue, enfermedad endémica en Latinoamérica, África y Asia, que afecta en promedio a 50 millones de personas al año, y que en los últimos años ha superado los 100 millones de pacientes. 

Recientemente, varios medios internacionales reseñaron estudios que indicarían una posible relación entre el dengue y covid-19. ¿De qué tipo de relación estamos hablando y cuán estrecha es? Todavía faltan más estudios. Sobre este tema conversó el médico infectólogo Jaime Torres, jefe de infectología del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en el evento Infectología a un click, organizado por la Sociedad Venezolana de Infectología y transmitido en conjunto con el proyecto SOS Telemedicina de la UCV. 

A continuación resumimos en 5 claves las explicaciones y advertencias del médico Torres sobre ambas enfermedades: 

 

  • La atención de la pandemia puede afectar los trabajos de control de dengue

 

Desde el inicio de la pandemia, la Organización de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud alertaron sobre los peligros que implica la coexistencia de la pandemia de covid-19 y el dengue, que es una enfermedad endémica en 110 países, entre ellos Venezuela. La pandemia puede afectar la situación del dengue por varias razones:

  • En muchos sitios podrían detenerse las labores de manejo y control del dengue debido a las medidas de confinamiento y distanciamiento social. Las medidas se deben cumplir para tratar de reducir la población de mosquitos, especialmente cuando inicia la temporada de lluvias en el hemisferio sur.

Torres indicó que se ha reportado 37,2% de aumento en los casos de dengue en adultos en Singapur durante las cuarentenas, y ese aumento se atribuye a las medidas por covid-19. 

“Si se pone en peligro la eficacia de las medidas de control de vectores, esto puede tener graves consecuencias para la salud pública”, dijo Torres. 

  • Puede haber subregistro de casos debido a que los sistemas de vigilancia epidemiológica se han visto afectados por las medidas de confinamiento y paralización de actividades.

 

3. La relación, todavía no explicada, entre el dengue y covid-19

 

Si bien los casos de dengue han aumentado en Asia, en Latinoamérica es al revés. “Ha habido una relación contraria: mientras mayor es el número de casos de covid se han reportado en los países, menor es la cantidad de casos de dengue reportados. Es interesante porque es distinto a lo que se ha observado en otras partes del mundo”, dijo Torres. 

Esta situación se ha estudiado en Brasil, donde se ha detectado que en los estados donde un gran porcentaje de la población había tenido dengue el año pasado, hubo muchos menos casos de covid reportados y muchas menos muertes que en otras áreas. Además, en esos estados la epidemia de covid se propagó más lento y tardó en llegar a la fase de transmisión exponencial en la comunidad. 

De estos datos han surgido diferentes hipótesis, una de ellas es que haber padecido dengue podría inducir de alguna forma inmunidad a la enfermedad covid-19. “Alguna gente ha atribuido esto a la posibilidad de que la exposición previa para dengue pudiera tener algún efecto protector en cuanto a la adquisición de la infección por covid y el desarrollo de complicaciones graves”, dijo Torres. 

Sin embargo, todavía no hay estudios que confirmen esa posibilidad. “Se están haciendo estudios, pero es muy interesante que al menos epidemiológicamente hay una relación inversa muy clara y demostrable en las diversas regiones de países grandes, como en el caso de Brasil”, dijo Torres.

Por otro lado, Torres dijo que hay reportes recientes de casos de pacientes con covid-19 que en pruebas de biología molecular han dado falsos positivos para dengue. Ha ocurrido en el sureste asiático, en países como Indonesia y Singapur, y también el algunos países latinoamericanos. 

“Es un hecho preocupante porque desde el punto de vista clínico, hay gran similitud en las manifestaciones de ambas enfermedades y si además de eso vamos a tener problemas de reactividad cruzada en las pruebas diagnósticas, eso nos crea un problema adicional”, dijo. 

Hasta ahora no se han reportado casos contrarios: personas con dengue que den falsos positivos a covid-19.

 

5. Se puede tener covid-19  y dengue a la vez

 

Más allá de los falsos positivos, cada vez hay más reportes de pacientes que padecen coinfección, esto es que tienen dengue y covid-19 a la vez. Torres dijo que se han reportado este tipo de casos en Singapur, Tailandia, India, Bangladesh y algunos países latinoamericanos. 

“En algunos reportes preliminares se reporta que la tasa de letalidad en los pacientes coinfectados está muy por encima de lo que uno esperaría en los pacientes no coinfectados, lo que entonces nos sugiere que el dengue puede tener consecuencias mucho más severas en aquellos individuos que tienen infección por covid, aunque no sea grave”, dijo Torres. 

 

4. No es fácil hacer un diagnóstico diferencial entre dengue y covid-19

 

El dengue y covid-19 tienen síntomas muy similares, con diferencia en el momento de aparición de los síntomas y su intensidad. Los únicos síntomas que varían son la diarrea (que es más común en covid), el dolor abdominal difuso (que es más común en dengue) y la ocurrencia de anosmia, pérdida del olfato y gusto, que es distintivo de covid-19.

En los exámenes de laboratorio tampoco son muy diferentes. “Ambos pueden producir trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas), en el caso del dengue mucho más frecuentemente y en el caso de covid sería en los casos graves, que de hecho ha sido utilizada como marcador de mal pronóstico en covid”, dijo Torres. Dengue y covid-19 también provocan linfopenia (conteo bajo de glóbulos blancos). Ambos pueden alterar las transaminasas e incluso los niveles de dímero D. 

La dificultad de distinguir ambas enfermedades es un riesgo, ya que puede impactar en el tratamiento de los pacientes o, incluso, en la propagación de la epidemia. “Un diagnóstico erróneo de covid-19 podría desencadenar brotes en entornos sanitarios y más allá de ellos, por la falta de aislamiento de tales pacientes. No reconocer el dengue tempranamente e instituir una hidratación oportuna puede ocasionar muertes prevenibles relacionadas con el dengue. La falta en reconocer casos de coinfección puede afectar la evolución clínica del paciente”, dijo Torres. 

Por ello, Torres considera que la mejor manera de diferenciar los diagnósticos es usando exámenes de tomografía. 

 

5. Los desafíos para países donde el dengue es endémico

 

En conclusión, Torres considera que los países con dengue endémico, como es el caso de Venezuela, deben enfrentar una serie de retos con respecto a ambas enfermedades: 

  • Atender las coinfecciones de dengue y covid-19.
  • Retrasos en la aplicación de las medidas de tratamiento o mitigación del dengue.
  • Sobrecarga en los sistemas de salud por la atención de la pandemia y de las enfermedades endémicas. La ventaja en Latinoamérica es que alrededor de 90% de los casos de dengue son ambulatorios y no requieren hospitalización, dijo Torres. 
  • Deterioro de las actividades de vigilancia epidemiológica y de control de vectores (mosquitos). 
  • Profundización de la desigualdad y el impacto económico que producen ambas enfermedades. La pandemia de covid-19 ha generado un gran impacto por las medidas de confinamiento y paralización de actividades económicas. El dengue, por su parte, también impacta la economía debido a los costos epidémicos: si bien en Latinoamérica la mayoría de los casos no requieren hospitalización y eso implica un gasto menor, hay un impacto importante de pérdida de productividad en los pacientes que no pueden trabajar mientras padecen los síntomas de la enfermedad.

“En el caso del dengue, se estima que en la región latinoamericana invierte más de 3.000 millones de dólares anuales para control y manejo de la enfermedad. El mayor impacto económico se debe a la pérdida de productividad, tanto debido al manejo mismo de la enfermedad como a la pérdida de productividad por los síntomas que tiene la persona”, explicó Torres. 

Descuidar las enfermedades endémicas debido a la pandemia es un riesgo que podría empeorar la situación de salud de los países.


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