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Guaidó en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela

Juan Guaidó durante su discurso en el Aula Magna de la UCV. Fotografía de Gaby Oráa | RMTF

09/02/2019

La bandera de Venezuela se proyectaba al fondo de la tarima. Del lado izquierdo, los diputados Juan Andrés Mejía, Miguel Pizarro y Stalin González encabezaban la representación de la Asamblea Nacional. Escuchaban con atención los discursos de sus sucesores en el movimiento estudiantil, sentados al otro lado de la tarima. Todos los asientos del Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela estaban ocupados cuando inició el acto, dos horas y cuarenta minutos después de su convocatoria.

En primera fila, los escuchaba el también exdirigente estudiantil Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, juramentado presidente interino de la República el 23 de enero. Él convocó el acto, al que llamó “Siempre libres”. Una ocasión para escuchar a dirigentes juveniles, pocos días antes de la marcha anunciada para el Día de la Juventud, el 12 de febrero. Lo acompañaba Fabiana Rosales, su esposa, y la rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia García Arocha. Los tres recibieron una ovación al entrar. La rectora recibió más aplausos cuando reconoció a Guaidó como presidente encargado en su discurso de bienvenida.

“La gente puede generar la fuerza que mueva a un continente”, declaró Roberto Campos, el presentador el evento. Sus palabras marcaron la línea de los discursos que siguieron: la importancia del colectivo, la fuerza de la unidad para construir futuro, para construir a Venezuela, a la que compararon con la Manoa del poeta Eugenio Montejo, que también fue citado en el acto: “Manoa es la otra luz del horizonte, / quien sueña puede divisarla, va en camino”.

Rafaela Requesens abrió los discursos. Es la presidenta de la FCU, un cargo que ocupó también su hermano mayor, el diputado Juan Requesens, quien cumplió 185 días encarcelado en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, acusado por participar en un supuesto plan para atentar contra Nicolás Maduro.

La dirigente estudiantil recordó el caso de su hermano y llamó a todos los venezolanos a “alzar su voz” porque, aunque conoce los riesgos de enfrentar al poder, “en este punto en que estamos no hay vuelta atrás”.

Rafaela Requesens, presidente de la FCU de la UCV, dio un discurso en nombre del Movimiento Estudiantil. Fotografía de Alfredo Lasry | RMTF

Acompañada por dirigentes de varias universidades, Requesens advirtió que no hay fecha ni hora segura para un cambio en el país, pero advirtió que debe ser este año. “No estamos para dar largas”. Y afirmó que cuando se cumpla la ruta de la Asamblea Nacional -cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres-, todavía quedará una tarea: no olvidar. “En el momento en que olvidemos, volveremos a caer donde estamos”.

Las seis intervenciones restantes también respaldaron a Guaidó. Jóvenes artistas representados por el animador Leo Aldana y el músico Johnny Medrano, jóvenes científicos representados por los estudiantes de ingeniería mecánica del grupo Fórmula SAE de la Universidad Simón Bolívar, jóvenes que fueron chavistas, representados por la excoordinadora de la Brigada Robert Serra, Paola Espinoza.

El “influencer” Lucho Mosquera le pidió un selfie a Guaidó. Se tomaron dos. La audiencia estallaba en aplausos cada vez que llamaban presidente a Guaidó, cada vez que llamaban primera dama a Fabiana, cada vez que se hablaba de un mejor futuro. Los diputados que estaban en la tarima y sus colegas entre el público bromeaban y se unían a las ovaciones.

Juan Guaidó durante la intervención del «influencer» Lucho Mosquera. Fotografía de Gaby Oráa | RMTF

Como un cable a tierra en ese oasis de la crisis, el fraile capuchino Edwin Hernández, quien intervino por el sector religioso, recordó a los parlamentarios la responsabilidad que llevan sobre sus hombros. No solo es el cambio, la ayuda humanitaria o un proceso de transición. Son los sueños de toda una generación: “Diputados de la Asamblea Nacional legítima, ciudadano presidente de la República, distinguida primera dama: no solamente en el Aula Magna, también en las calles de nuestro país y en las calles del mundo, en cada rincón del planeta donde hay un joven venezolano, los ojos están puestos sobre ustedes. La esperanza de toda la juventud de un país que quiere luchar y que cree que puede construir un futuro mejor está puesta en ustedes. Por favor, no nos defrauden”.

Esos mismos sueños los recordaron los diputados Juan Andrés Mejía y Miguel Pizarro, quienes encabezan las principales acciones de la Asamblea Nacional para la transición. Mejía dirige el desarrollo del Plan País, el programa de atención temprana a la crisis durante el gobierno de transición. “Este plan apunta en la dirección de la libertad, en la dirección del futuro, en la dirección del progreso”, dijo Mejía. Pidió que los jóvenes se unan a la presentación del programa, a su discusión, a llevarlo a todos para multiplicar el mensaje.

El diputado Juan Andrés Mejía encabeza el desarrollo del Plan País. Fotografía de Alfredo Lasry | RMTF

Pizarro es el encargado por la Asamblea Nacional de dirigir las gestiones relacionadas con la llegada de la ayuda humanitaria. Aseguró que será inevitable que la ayuda ingrese al país y reiteró el llamado a la Fuerza Armada para permitirlo. La transición, afirmó, necesitará de todos.

“Iremos llegando al proceso de transición, donde quienes durante mucho tiempo creyeron que iban a ser eternamente verdugos, voltearán en la soledad y tendrán que enfrentar a la justicia. Pero también tendremos a otros que entienden que el autobús de la historia está pasando hoy, que este es el momento de tomar decisiones. Para ellos nuestra mano tendida y nuestro abrazo solidario (…) Esta es la hora de superar la pelea pequeña, la discusión mezquina. Esta es la hora para que demostremos lo que hemos aprendido”.

El diputado Miguel Pizarro afirmó que la ayuda humanitaria ingresará a Venezuela. Fotografía de Alfredo Lasry | RMTF

La ayuda humanitaria, la necesidad de institucionalizar el país y el llamado a la Fuerza Armada fueron los mensajes clave del discurso de Guaidó, quien cerró el evento con anuncios. Comenzó el acopio de ayuda humanitaria en la frontera con Colombia. El 9 y 10 de febrero habrá asambleas populares para organizar el voluntariado para distribuirla. “Si se atreven a seguir bloqueando caminos, entonces todos los voluntarios iremos a abrir el canal humanitario”. La ayuda entrará al país, prometió.

Para ello, volvió a hacer un llamado “de mano extendida” al sector militar para que se una a defender la Constitución y atender la emergencia. “No es migaja, no es limosna. Es una necesidad”, aseguró.

A la juventud pidió que siga siempre a la vanguardia de la oposición, incluso después de la transición, para que más nunca el país le dé un cheque en blanco a ningún dirigente. “Muchos de ustedes tienen dudas. El tiempo pasa y no cesa la usurpación, ¿qué hacemos? El tiempo pasa y se puede enfriar la calle. ¿Verdad que tienen esa duda? Yo lo sé, porque este proceso no empezó hoy, empezó hace años (…) Pero cada día se deterioran más, cada día se ven más solos y aislados y cada día nosotros sumamos más gente a la causa”.

Guaidó abraza a la presidenta de la FCU y hermana del diputado encarcelado Juan Requesens, Rafaela Requesens. Fotografía de Alfredo Lasry | RMTF

Insistió en que la calle solo podría enfriarse si la población deja de salir y abandona la lucha, mientras la presión sube en el Palacio de Miraflores, quien fue declarado usurpador del cargo de la presidencia por la Asamblea Nacional. “Compran un circo y les crecen los enanos. Como dicen en La Guaira: tienen el santo volteado”, bromeó.

A solo seis kilómetros, en el palacio presidencial, Maduro daba una rueda de prensa con medios internacionales. Explicaba ante agencias y periodistas extranjeros que la crisis venezolana era una excusa creada por Estados Unidos para justificar una invasión, cuando su discurso fue interrumpido de forma abrupta. Se fue la luz en el palacio. Hubo un apagón eléctrico que dejó sin energía a la mitad de Caracas y otros tres estados.

Guaidó insistió en que la ruta será el cese de la usurpación, un gobierno de transición para que el país tenga estabilidad, gobernabilidad e instituciones que permitan hacer elecciones libres. En Miraflores, Maduro decía a los medios internacionales que quiere dialogar. Guaidó, en la Universidad Central de Venezuela, decía que no se prestará para ningún “falso diálogo”. Maduro aseguraba tener el apoyo de “varios” países. Guaidó celebraba el apoyo de “casi 60 países” y aplaudía que Uruguay se unió al mecanismo propuesto por la Unión Europea para impulsar elecciones libres en Venezuela.

“El futuro lo vislumbramos feliz y hermoso en nuestra tierra, y lo construimos hoy”, declaró Guaidó.

Guaidó cerró el acto de la UCV con un discurso. Fotografía de Gaby Oráa | RMTF

Cuando terminaba su discurso, los magistrados que ejercen en la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia declararon “nulo de toda nulidad” el Estatuto para la Transición aprobado por la Asamblea Nacional en la sesión del 5 de febrero. También acusaron al parlamento de usurpar funciones de la presidencia. El TSJ ha declarado nulos casi todos los actos de la Asamblea Nacional de este año, desde la declaración de usurpación de la presidencia por parte de Nicolás Maduro hasta la Ley de Amnistía para los funcionarios de gobierno que contribuyan al restablecimiento de la Constitución. Los magistrados exhortaron al Ministerio Público a que “investigue penalmente la presunta materialización de conductas constitutivas de tipos delictivos”. Hace una semana decretaron prohibición de salida del país y congelaron los bienes de Guaidó.

Los magistrados terminaron su declaración y Guaidó seguía en la universidad, donde prometió seguir protestando “hasta donde sea necesario” para lograr el cese de la usurpación.

Juan Guaidó durante su discurso en el Aula Magna de la UCV. Fotografía de Alfredo Lasry | RMTF

Desde la audiencia se aventuraron a gritar “¡Miraflores!”. Guaidó respondió: “En su momento vendrá. No descartamos ningún sitio para, en paz, con la Constitución en la mano, marchar. Nuestra intención no es esta vez chocar escudos, es estrechar manos. Lo haremos en el momento en que sepamos que vamos a llegar. Lo estamos construyendo. Con fuerza mundial, con fuerza civil, con entendimiento y encuentro de sectores necesarios. Y por supuesto, con las Fuerzas Armadas”.

La primera presentación pública del diputado Guaidó fue el 11 de enero en un cabildo abierto frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Caracas. Ese día hizo el primer llamado a la ruta de transición. En un guiño a ese inicio hace 28 días, Guaidó citó el himno de la Universidad Central de Venezuela: “Alma Mater, abierto cabildo / donde el pueblo redime su voz” y se despidió con el llamado a marchar el 12 de febrero, Día de la Juventud. “Nos vemos en las calles de toda Venezuela”.


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