Foto Roberto Mata
EL HAMBRe Y LOS días
"Mis compañeros de trabajo me dan algo de comer"
"Hoy desayuné yuca y voy a almorzar yuca. Hasta hace dos días solo teníamos sal y un poco de harina que quedaba, no habíamos podido conseguir nada. En este momento lo que hay en la nevera de mi casa es lo que compramos ayer: dos paquetes de pasta, uno de arroz y un litro de aceite. Mi hermano mayor y yo logramos comprar en Mercal, pudimos hacerlo por ser del mismo sector, acá no es por cédula sino por zona pero como son muchas, en ocasiones no hay nada para comprar. Solamente la cola.
Yo gano 15.000 bolívares y además recibo 18.000 bolívares en CestaTicket, pero como eso no lo aceptan en Mercal los tengo que cambiar con una gente por ahí.
En lo que va de 2016 he comprado tres pollos y en ningún momento carne. Huevos sí porque un señor nos los vende a crédito, vamos pagando por partes. Los fines de semana compramos yuca y ocumo para hacer un caldo y a veces le ponemos sardinas.
En casa comemos siete, aunque mis hermanas de 15 y 16 años viven con sus parejas, van a casa a comer. Trabajamos mi padre y yo, pero a él le pagan parte de su trabajo con licor. Puede estar sin comer pero no sin tomar. Tiene un problema de alcohol.
Tuve a mi niña, Victoria, a los 15. Ahora tiene 4 años. Ya reconoce las letras. Es muy inteligente, aprende rápido y le gusta comerse una empanada en la mañana. Se la compro con un jugo cuando la dejo en el preescolar y me voy sin comprar para mí, porque si lo hago me quedo sin dinero para el pasaje. Me da hambre y también dolor de cabeza. Mi jefe en el trabajo comparte conmigo el almuerzo que trae de su casa cuando sabe que no he comido. Todos mis compañeros de trabajo me dan algo de comer. Ellos son muy buenos conmigo. El papá de mi niña me dice que no le alcanza el sueldo para pasar algo para darle de comer a ella. El preescolar cuesta 16.000 bolívares al mes. A mí sí me tiene que alcanzar...
Yo camino para ahorrar pasaje y no desayuno para que Victoria lo haga. La he llevado al cine una sola vez. Lucho por ella todos los días. Nosotras estamos bien, pero mis vecinos no. Ellos sí pasan hambre: solo comen mangos de una mata que está cerca de la casa”
Leydis Mariana Farfán.
Asistente administrativo.
19 años de edad.
Guatire, estado Miranda.
Presentación
LOS DATOS Y LAS CAUSAS
TESTIMONIOS
Por Roberto MAta
1. "Mis compañeros de trabajo me dan algo de comer" Leydis Mariana Farfán
2. "Mi niña está jugando y me busca: 'Papá, tengo hambre'" Alcibiades Lozano Guerra
3. "Mi esposo y yo nos acostamos sin comer, lo que hay se los damos a los niños" Sugey López
4. "A mis hijos les duele la barriga y la cabeza por pasar hambre" Milagros Jiménez
5. "He llorado por dos harinas de maíz" Natasha Salvador
6. "Estamos a punto de empezar a pasar hambre" Ana Bello
7. "No hago cola para comprar comida porque es muy peligroso" Dilcia Pimentel
8. "Me estoy acostumbrando a vivir sin los productos de la ciudad" Adolfo Marquina
9. "Nunca pensé que tendría que dejar de trabajar para comprar comida" José Luis Marín
CRÓNICAS
1. Un Estado paralizado por el hambre; Por Diego Marcano
2. Todo cuanto se olvida detrás del hambre; Por Sheyla Urdaneta
3. Luis en Guanta, contra la ballena blanca del hambre; Por Ari De Sousa
4. Comer basura: la última esperanza para sobrevivir; Por Yorman Guerrero
5. Aulas contra el hambre; Por Indira Rojas
6. Entre el hambre, las sobras y un plato de sopa en un hospital infantil de Caracas; Por Marcy Rangel
ENTREVISTAS
Por Víctor Salmerón
1. Carlos Machado Allison: “Es brutal el atraso tecnológico en el sistema agroalimentario”
2. Alejandro Gutiérrez: “Creían que todo lo podían resolver con importaciones”
3. Luis Pedro España: “El Gobierno tiene una política social fuera de contexto”
4. Susana Raffalli: “La idea de que esta crisis la vamos a resolver con ayuda humanitaria es un mito”
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