#CopaAméricaFemenina

Venezuela vs. Uruguay: la Vinotinto Femenina gana y gusta

Deyna Castellanos celebra junto a sus compañeras después de anotar contra Uruguay. Fotografía de Juan Barreto | AFP

10/07/2022

La selección femenina de fútbol de Venezuela debutó en la Copa América 2022 ganándole a Uruguay (0-1). El gol fue anotado de tiro libre por Deyna Castellanos.

Venezuela le ganó a Uruguay 1-0 en el primer juego de la Copa América 2022. El resultado se corresponde con la expectativa en relación con la selección: se piensa que pueden trascender, aún estando en un grupo complejo, con Brasil y Argentina. Ese deseo se sustenta en la preparación previa, en los años de trayectoria que tienen varias de ellas y en que algunas han podido trascender en torneos internacionales. Así han dejado atrás, de forma progresiva, las sospechas de niños y adultos en relación con ellas por hacer un deporte asociado de forma histórica a los hombres: ¿qué hace jugando fútbol? O episodios sacados del plano competitivo, como el sufrido por Deyna Castellanos, la capitana de la Vinotinto Femenina y goleadora del partido, hace años. Fue durante un día en el que salió a jugar con chicos. Uno de ellos, incapaz de detenerla, le pegó en la nariz.

Aquello ahora es una anécdota que Deyna Castellanos cuenta sin darle mayor importancia; sin embargo, recrea parte del entorno hostil en que varias de ellas crecieron, en un momento donde había menos estructura deportiva para mujeres que en la actualidad. En ese contexto, el fútbol deja de ser solo un deporte y se convierte en lanza y escudo para defenderse de ese ambiente y, a su vez, propiciar una lucha contracultural. Como ellas, es probable que eso le ocurre al grueso de las selecciones de la región. Volviendo al plano deportivo, conviene no quedarse solo con el resultado del partido porque no dice suficiente en relación con el juego y las capacidades de la Vinotinto Femenina

Deyna Castellanos busca el balón contra la uruguaya Maria Birizamberri. Fotografía de Juan Barreto | AFP

Pamela Conti y el estilo

Pamela Conti durante el partido. Fotografía de Juan Barreto | AFP

La Vinotinto Femenina es la primera experiencia de Pamela Conti como entrenadora. Si el resultado hubiera sido adverso, el juego poco satisfactorio o hubiera problemas extrafutbolísticos influyendo en el rendimiento del equipo, su inexperiencia serviría para justificarla. Pero, como nada de eso ocurre, es necesario tomarse su trabajo como un ensayo contra la experiencia: aún sin tenerla, se pueden hacer las cosas bien. 

De otra forma, su equipo no tuviera claro a qué quiere jugar. La Vinotinto Femenina no solo llegó a Colombia con una idea, sino que además logró imponerla contra Uruguay durante la mayor parte del partido; en especial, durante el primer tiempo. Venezuela quiere la pelota porque varias de sus figuras más destacadas están en posiciones de ataque, sí; pero cuando esa intención se plasma desde la salida de balón se dimensiona el compromiso con el planteamiento. Cuando ese comportamiento colectivo es constante, incluso en situaciones de presión del rival en bloque alto, se comprende que hay mucho trabajo y habilidad en ese quehacer. 

En ese proceso, las centrales Yenifer Giménez y Verónica Herrera fueron clave al dar los primeros pases, conduciendo, procurando organizar al equipo desde el fondo; en especial Giménez, quien vio con facilidad espacio en las espaldas de las uruguayas para habilitar a sus compañeras. Varias de las opciones más claras de la Vinotinto Femenina las tuvieron a ellas como protagonistas, junto con Ysaura Viso. La atacante tuvo varias oportunidades que se diluyeron en posiciones adelantadas o fueron reducidas por Laura Felipe, lateral derecho de Uruguay, otra de las mujeres destacadas del partido. 

Deyna Castellanos protagonista

Laura Felipe no fue la única defensora de Uruguay en destacar. Sin ofrecer un juego atractivo, las uruguayas manejan a gusto los principios del juego. Se defienden en bloque bajo, en ocasiones suben a presionar y tienen en el contraataque su principal apuesta ofensiva. Tuvo un par de ocasiones que pudieron desequilibrar la balanza, sin ser mejor que Venezuela. El partido se planteó como un choque de estilos grato de ver. 

Las jugadoras venezolanas celebran después de anotar contra Uruguay. Fotografía de Juan Barreto | AFP

Ese pulso fue desequilibrado por Deyna Castellanos, quien anotó al patear un tiro libre desde la frontal del área. Con el pasar del tiempo y los torneos, su remate se actualiza de forma automática: llevamos una vida viéndola hacer cosas extraordinarias como si fueran comunes. Aún lejos de su mejor ritmo competitivo (viene de una lesión), la atacante pudo ser una opción para sus compañeras. Su gol llegó (78’) cuando la Vinotinto Femenina había perdido el control del juego en favor de un ritmo más alto. Con el balón yendo y viniendo a mayor velocidad, Uruguay también se acercó al arco de Venezuela. El balance: las venezolanas no acertaron en la definición al momento de cerrar el partido y el palo rechazó la opción más clara de las uruguayas. 

La victoria es clave para la Vinotinto Femenina porque su calendario de partidos tiene a Brasil y Argentina como próximos rivales, luego de su juego contra Perú el próximo viernes (7:00 PM, hora venezolana). Es útil para las matemáticas y para la psique de las deportistas. Se sospecha que ahora hay más satisfacción que tensión. El arranque le permite a Pamela Conti afianzarse en su idea de juego y a las jugadoras encontrar razones para seguir creyendo en sus capacidades como grupo. Las niñas que durante años han luchado por separado, abriéndose paso a través de distintos contextos, ahora son un grupo que sabe a qué juega y parece divertirse mientras lo hace.


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