Nosotras tenemos que luchar: la historia de las mujeres y la tregua en Catuche

TEMAS PD
24/09/2020

Este cómic está basado en una investigación publicada en el libro “Violencia Armada y Acuerdos de Convivencia en una comunidad caraqueña: una larga marcha por la paz” publicado por la editorial Equinoccio en el 2015; en el librito Acuerdos Comunitarios de Convivencia. Pistas para la Acción. Caracas: Amnistía Internacional Venezuela, de Verónica Zubillaga, Manuel Llorens, y John Souto, J. (2013), con AMNISTÍA INTERNACIONAL; y en un cómic inicial realizado por Marelia Armas y John Souto

 

 

 

Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas.
No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
(Isaías 2, 4) 

El Cómic que el lector tiene delante de sí es la versión gráfica de una relevante investigación etnográfica sobre una significativa experiencia de diálogo y reconciliación en el barrio de Catuche, situado al noroeste de la ciudad de Caracas, ocurrida en el año 2007 y que al día de hoy sigue funcionando como memoria histórica referencial entre sus participantes. 

En medio de un terrible enfrentamiento entre bandas armadas pertenecientes a dos sectores colindantes entre sí en el barrio, antecedido por otros muchos enfrentamientos y un largo saldo de víctimas, se produce un hecho especial: las mamás de los muchachos enguerrillados se organizan en comisiones de convivencia, se convierten en mediadoras de los conflictos entre los dos grupos de jóvenes, establecen un pacto de convivencia y logran establecer un tiempo de paz que perdura hasta el día de hoy. 

La investigación consistió en un paciente proceso de escucha a las protagonistas en el marco de la historia local de la comunidad de Catuche y del contexto nacional para pasar luego a construir el sentido de esta experiencia. Finalmente se sistematizaron las claves del éxito que hicieron posible pasar de la guerra a un clima de entendimiento que perdura hasta hoy. La sistematización de esta experiencia constituye además una excelente guía de referencia para promover en las comunidades urbanas estrategias pacíficas para enfrentar el terrible drama de la violencia armada juvenil.  Hoy se nos ofrece revivir los grandes trazos de esta significativa historia a través de esta exposición gráfica en forma de cómic.  

Para quien como yo ha sido un participante activo de toda esta hermosa historia de desarrollo local, que por más de 30 años se ha desarrollado en la Comunidad de Catuche, no puedo menos que expresar mi más profundo agradecimiento por este esfuerzo por dejar constancia, una y otra vez, que es posible transitar de la fuerza de la violencia agresora a la convivencia sustentada en el reconocimiento y respeto al otro.  Hablamos de una historia en donde se ha forjado un modo de ser ciudadano desde las grietas de la ciudad que ubica al barrio a sus espaldas, dejándolos al arbitrio demagógico y clientelar de los gobiernos de turno. Se trata de una historia en donde las esperanzas concebidas se han traducido en muchos logros, que ha supuesto una gran dosis de creatividad, mucho esfuerzo y muchas luchas contra todo tipo de resistencias.

En ese recorrido la comunidad ha establecido unas claves para construir la convivencia sobre la base del diálogo, la participación y el reconocimiento de las diferencias. En Catuche se han encontrado fórmulas para tejer acuerdos y organizarse eficazmente de manera que sea posibl el seguimiento y control social de los pactos establecidos en función de garantizar su efectivo desarrollo y cumplimiento. Esos haberes crearon las bases para que esta experiencia de resolución de conflictos entre grupos armados se hiciera posible. 

Francisco José Virtuoso, SJ
Sacerdote de Catuche (La Pastora, Caracas)
Rector de la Universidad Católica Andrés Bello.

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Esta publicación se enmarca dentro de las líneas de investigación de REACIN: Red de Activismo e Investigación por la Convivencia.  http://www.reacin.org/  

Este trabajo se realizó gracias a la colaboración de las Comisiones de Convivencia de Catuche, junto al trabajo de Doris Barreto y el Padre José Virtuoso.

Las mujeres de las Comisiones de Convivencia han querido dedicar el registro de esta experiencia a la memoria de los jóvenes fallecidos en Catuche y a la esperanza de una mejor vida para los niños y jóvenes del presente en nuestro país.

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