Louise Bennett, nodriza del reggae

05/09/2020

Louise Bennett. Fotografía de la Biblioteca Nacional de Jamaica.

Louise Bennett se dirigía a una función matinal de cine en el tranvía de Kingston cuando escuchó la frase que habría de definir su destino. Las mujeres de Constant Spring viajaban en ese tranvía con sus verduras y aves de corral para venderlas en Kingston. Cuando se montó en el vagón, Louise escuchó a una de esas vendedoras decirle a la que estaba sentada a su lado: “Tread out yuhself, one dress-oman a come”, que en la lengua de la isla significaría: “Repantígate, que ahí viene una emperifollada”. Esas palabras resultaron reveladoras para la joven habituada a escribir versos. Cuando regresó a su casa, Louise tomó la pluma para componer un poema, pero no lo hizo en inglés, ni desde la perspectiva de una joven de clase media, sino asumiendo la lengua y la perspectiva de esas mujeres. El poema resultante fue «On a Tramcar», la génesis de un corpus lírico en la lengua vernácula de Jamaica.

La joven nacida el 7 de septiembre de 1919 publicó (Jamaica) Dialect Verses, su primer poemario, en 1942. En el prefacio a esa opera prima, Philip Sherlock –para entonces secretario del Instituto de Jamaica– señalaría: «Sus bocetos, rápidos e inteligentes, son excelentes; desde Claude McKay no ha habido mejores versos en el dialecto de Jamaica». El 23 de mayo de 1943 el Gleaner empezó a publicar «Jamaica in dialect», una columna en versos escritos por la joven poeta. Algunos la recibieron con tanto entusiasmo que la leían en voz alta en bodegas y barberías. Otros, en cambio, llegaron a enviar cartas a la redacción del periódico señalando su preocupación ante la posibilidad de que la gente perdiera su capacidad de expresarse «correctamente» si la columnista seguía escribiendo de esa manera.

La joven escritora empezó a recibir invitaciones para presentarse en iglesias, clubes femeninos y festivales de teatro. El público empezó a llamarla Miss Lou. En sus recorridos por toda la geografía insular ella recopilaba canciones, relatos, refranes, por lo que empezó a ser apreciada y reconocida por su labor como folklorista.

En 1945, la hija de Cornelius Bennet y Kerene Robinson se convertiría en la primera mujer negra en estudiar en la Real Academia de Arte Dramático de Londres (RADA, según sus siglas en inglés), tras obtener una beca del British Council. El programa de formación incluía cursos en historia del teatro, estructura dramática, actuación, voz y oratoria, mímica y movimiento. Con el paso del tiempo, Miss Lou sería distinguida por sus compatriotas como «Primera Dama de la Comedia». El humor, el bullicio y la vivacidad característicos de sus presentaciones en vivo harían pasar desapercibidos esos años de formación requeridos por la artista en su empeño por darle forma a un idioma señalado por muchos como bastardo o como corrupción del inglés.

A sugerencia de una sobrina residenciada en Nueva York, en febrero de 1953 viajó a los Estados Unidos. Un año más tarde estaba realizando presentaciones de música tradicional caribeña en el Village Vanguard. Esas actuaciones despertaron el interés de algunos cantantes y compositores, como Harry Belafonte e Irving Burgie, quienes la contrataron para que les enseñara ese repertorio. No es casual que en 1956 Belafonte alcanzara renombre internacional gracias a Calypso, el disco que incluye «Day Oh», canción que alcanzara el Nº 5 en la lista Billboard y que estaba basada en «Day Dah Light», tema que Louise Bennett había grabado en Jamaican Folk Songs, elepé producido por Folkways Records en 1954.

Tras haber contraído matrimonio con Eric Coverly, el mismo empresario que la contrató en diciembre de 1936 para lo que sería su primera presentación en público, Louise regresó a Jamaica, donde trabajó para la sección de recreación de la Jamaica Social Welfare Comission, una labor que exigía la realización de viajes a pueblos y villas de toda la isla y que le permitió continuar con las investigaciones folklóricas iniciadas en 1940. Quizás nada podría ilustrar con mayor claridad hasta dónde fue a dar esa mujer en su incansable exploración y reconocimiento de las raíces alter/nativas de la cultura de Jamaica que su visita a la villa cimarrona de Accompong, tras un permiso concedido por el jefe de ese enclave que había mantenido a raya la presencia colonial inglesa por más de dos siglos. Al lugar solo se podía acceder recorriendo en mula una estrecha ruta bordeada por mortales precipicios. Los cimarrones enviaron mulas al pie de las colinas. La llegada de los visitantes fue anunciada con un cuerno abeng. El pueblo que había hecho de ese apartado lugar un refugio para la cultura de sus ancestros africanos, les dio la bienvenida con cantos y bailes, luego conversaron con ellos durante horas.

En las antípodas de esa comunidad tan aferrada a su raíz africana había un país en sintonía con el mundo occidental gracias a las ondas hertzianas. Miss Lou sabía que la radio era un medio ideal para cultivar y difundir el amor por la cultura de Jamaica. De ahí que entre 1966 y 1982 produjera Miss Lou Views, un programa con monólogos de hasta cuatro minutos de duración donde ciertos asuntos eran tratados con una mezcla de humor y sabiduría popular. A partir de los juicios y razonamientos expresados por esa personificación de la sabiduría popular, el radioescucha podía formarse una idea de cómo había aflorado el habla de Jamaica, de por qué resultaba tan críptica para los oídos ingleses, al tiempo que era tan directa y expresiva para los nacidos en la isla. La audiencia también era invitada a considerar los proverbios y refranes populares como fruto de la riqueza filosófica del pueblo, en virtud de los principios morales y las máximas vitales en ellos contenidos.

Como si esa jugada no hubiese bastado para consolidar su papel en un escenario donde la tradición oral desempeña un papel fundamental, a partir de 1970 hizo de presentadora de Ring Ding, un programa de televisión para niños trasmitido todos los sábados por la mañana, donde los pequeños compartían canciones tradicionales, juegos infantiles, proverbios, adivinanzas e historias de origen africano.

En 1982, año en que Ring Ding fue transmitido por última vez, la editorial Sangster de Kingston publicó una antología poética de Louise Bennet, Selected Poems. La primera antología de la autora, Jamaican Labrish, había aparecido en 1966. En ambos casos, uno de los principales desafíos de los compiladores fue el de hallar esa estructura tipográfica capaz de representar a plenitud la riqueza fonética de una lengua que exige algo más que la página en blanco y caracteres latinos para ser asentada con propiedad. En el texto introductorio a Jamaican Labrish, Nettleford señalaba que Louise Bennett se «erguía con firmeza en la tradición de la palabra hablada, viviendo como lo hac[ía] donde todas las cosas de valor aprendidas por la mayoría durante largo tiempo han sido transmitidas de manera oral».

La mujer que hizo de sí un vehículo de la tradición y un instrumento de enseñanza decisivos para acunar y preservar la identidad cultural de Jamaica falleció el miércoles 26 de julio de 2006 en el hospital Scarborough Grace de Toronto, Canadá. Sus grabaciones y programas de radio y televisión no solo permitieron ganarle terreno al prejuicio que existía en contra del dialecto sino que consolidaron la atmósfera cultural requerida para que aflorara una generación de artistas facultados en la riqueza de su lengua vernácula. Eso explicaría por qué la poeta Lillian Allen –figura pionera de la poesía dub– asegura que Louise Bennet allanó el camino para lograr una poesía en la lengua de Jamaica. A partir de ese logro, Bob Marley pudo enfatizar los elementos musicales que harían del reggae una nueva dimensión estética; por consiguiente, de no haber sido por Miss Lou –la mujer que advirtió la potencia cultural de una frase escuchada en el tranvía de Kingston– el reggae no hubiese sido posible sino hasta el 2050.


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