La cultura vertebrada

13/06/2023

Fotografía cortesía de El Cubo Negro | Grupo Orion.

«Cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía allí». El cuento de Monterroso marca la presencia de lo arcaico que aún influye en el presente, que los problemas y dificultades no desaparecen, sino que persisten como en una pesadilla.

Este microrrelato del escritor centroamericano representa los sentimientos encontrados que en nosotros despiertan muchos acontecimientos. Quienes seguimos el quehacer cultural venezolano, somos testigos, en el año 2023, de un momento indiscutible de reconocimiento nacional e internacional hacia creadores y artistas de nuestro país. Esto es producto  de décadas de trabajo y de sostenidos esfuerzos individuales y colectivos. Músicos, escritores, artistas plásticos, cineastas, marcan presencia en Caracas y fuera del país.

Un destacado ejemplo es la exposición Gego: midiendo el infinito, una retrospectiva de la artista germano-venezolana Gertrud Goldschmidt, en el mítico Museo Guggenheim en la ciudad de Nueva York. La inmigrante y arquitecto, que llegó a Venezuela en la Posguerra alemana, encontró en nuestro país un lugar donde desarrollarse como dibujante y escultora. Incursionó en los espacios públicos en un momento de ebullición en el cual sus obras consiguieron recinto en  importantes museos nacionales, como la Galería de Arte Nacional, el Museo de Bellas Artes, los espacios abiertos del MACCSI en el Parque Central  en el edificio de artes y oficios en el INCE.

En marzo del  2023 sus obras llegaron al espiral neoyorquino, el Guggenheim de Frank Lloyd Wright, y lo que los venezolanos pudimos ver a finales del siglo XX en nuestros museos y espacios, hoy se exhibe en un escenario internacional para que un público más amplio pueda apreciarlo. La exposición del Guggenheim muestra más de 200 obras que exploran la relación entre la línea, el espacio y el volumen. Un viaje a través de la abstracción y la experimentación visual de Gego. La exhibición, podrá verse hasta septiembre, en Nueva York y luego viajará al Guggenheim de Bilbao.

Es fundamental destacar la ardua labor de Tomás y Bárbara Gunz, hijos de la artista, quienes han trabajado de manera visionaria durante tres décadas consecutivas, en la Fundación GEGO y respaldaron la difusión internacional de la obra de la artista. El catálogo fue diseñado por los maestros del diseño venezolano Álvaro Sotillo y Gabriela Fontanillas de VACA, quienes viven en Caracas, donde desarrollan su labor.

Más allá de las artes visuales, en el universo de la literatura, hace apenas unas semanas, los venezolanos nos llenamos de orgullo cuando el poeta Rafael Cadenas recibió el premio más importante del habla hispana, el prestigioso Premio Cervantes de las Letras 2022, convirtiéndose en el primer venezolano en obtener este notable reconocimiento. Escuchar virtualmente el discurso del escritor Rafael Cadenas en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá cuando recibió de manos de los reyes de España,  el prestigioso premio despertó en miles de venezolanos emociones profundas por su respeto al lenguaje, y a la palabra escrita como manifestación democrática. Cadenas nos invita a revisitar las bases de la cultura y la educación, mensajes de un sabio, poeta humilde, cuyo mayor anhelo es ver la universidad libre. El profesor de la UCV, quien dedicó su vida a estudiar nuestra lengua castellana, es galardonado por el mundo literario hispano y su obra será traducida a muchas lenguas y llegará a lectores en todo el mundo.

El discurso puede verse por YouTube:

Pero Cadenas no es el único venezolano que ha sido reconocido en el escenario internacional en tiempos recientes. En el terreno de la música, otro guaro, el virtuoso Gustavo Dudamel, es aclamado por su trabajo como director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Además, el maestro venezolano después de la temporada 2025-2026 se convertirá en el director musical y artístico de la Filarmónica de Nueva York, donde tomará el lugar en el podio una vez ocupado por los directores  musicales Arturo Toscanini, Gustav Mahler y Leonard Bernstein. Dudamel, polémico en Venezuela y admirado internacionalmente, nos da claves que no debemos desestimar… inversión en cultura, en la educación y en nuestros talentos.

En la era post COVID los ciudadanos sentimos la necesidad de regresar y redescubrir los espacios públicos, en consecuencia la actividad cultural ofrece lugares donde se diluye la polarización y se activan las posibilidades. Caracas es una ciudad dinámica, a pesar de haber sido tan maltratada en tiempos recientes. La ciudad, así como el resto del país, sigue con abrumadores problemas de desigualdad económica, con sueldos casi inexistentes para empleados públicos, trabajadores sanitarios y maestros. Las universidades, las escuelas y otras instituciones luchan por subsistir. En estos desesperanzadores escenarios, el activismo cultural es un refugio para muchos.

Históricamente, la cultura venezolana ofrece ejemplos contundentes de lo que podemos ser como sociedad plural, diversa y solidaria. Existen actualmente sostenidos esfuerzos  para reactivar la actividad cultural y sus espacios, plazas, museos, centros culturales y teatros que son patrimonio de todos los venezolanos.

El Museo Alejandro Otero ha dado un ejemplo de cómo una institución pública que forma parte de la Fundación Museos Nacionales colabora con una fundación privada, la Fundación Otero Pardo, para montar una magnifica exposición Iluminaciones. La Lógica sensible de Mercedes Pardo y Alejandro Otero, inaugurada en julio 2022 y que podrá visitarse hasta julio del presente año. En esta muestra cronológica, participó un talentoso equipo de tres  jóvenes curadores: Rigel García, Milena Matos y Richard Aranguren, y la museografía estuvo a cargo de Eduardo Zambrano. La exhibición cuenta con un recorrido por las principales obras de los dos maestros venezolanos, Mercedes Pardo y Alejandro Otero cuyas contribuciones a las artes visuales desde la creación, la crítica y la pedagogía fueron extraordinarias.

Fotografías cortesía de El Cubo Negro | Grupo Orion.

Continuando la celebración de los maestros modernos, este año nos llena de jubilo el centenario de Jesús Soto, el artista cinético venezolano-francés, y se celebra con eventos y exposiciones organizadas por fundaciones públicas y privadas. En noviembre del 2022 el Cubo Negro, que alberga una de las instalaciones más importantes del maestro, Volumen Virtual Suspendido (1979), comenzó con una programación de exposiciones curadas por Thaía Rivero y performances gratuitos realizados bajo la lluvia azul de Soto, que es un espléndido ejemplo de la tradición de síntesis de arte y arquitectura. El pasado domingo 4 de junio frente a la  Esfera Caracas de Soto, situada en la Autopista Francisco Fajardo, icono indiscutible de la ciudad, inaugurada en 1996 durante el programa «Un cariño para mi ciudad», se realizó un concierto gratuito organizado por el Ministerio de Cultura que convocó a varias agrupaciones de música venezolana entre los que destacan Betsayda Machado e Ismael Querales.

Moviéndonos hacía el Oeste de la ciudad, el Centro Cultural de la Universidad Católica Andrés Bello, está dando mucho de que hablar, dedicado a la investigación y difusión del arte moderno y contemporáneo, y las nuevas tecnologías, este centro cultural ofrece un programa variado de gran calidad, donde recientemente se han presentado originales exposiciones de los artistas Régulo Pérez, Samuel Baroni, y Belinda Celta; así como de los reconocidos fotógrafos Bárbara Brändli y Tito Caula, y los  jóvenes Juan Toro y el dúo Carlos Cabrera y Ronald  Pizzoferrato. Conferencias y encuentros con artistas e investigadores, en los cuales se debate sobre las nuevas tendencias y manifestaciones artísticas. Estos espacios en el seno de la vital universidad, cuentan con la participación de profesores y estudiantes que visitan las salas expositivas y complementan así sus estudios de Arquitectura , Humanidades y Comunicación entre otras carreras. Los colegios e institutos de las comunidades aledañas de Antímano y La Vega, también visitan con frecuencia estos espacios dedicados al arte y la cultura.

Regresando al centro de la ciudad, la exhibición UNA=TODAS en La Galería de Arte Nacional, curada por Lorena González, se presentan las obras y proyectos de más de 90 artistas seleccionadas en el Concurso de Arte Contemporáneo Creadoras, convocado por la CAF para profundizar en diversos temas fundamentales y problemáticas actuales como el género y el cambio climático. El gran logro de esta exposición es retomar los espacios de la Galería de Arte Nacional como plataforma para la difusión del arte contemporáneo venezolano.

En el Este de la ciudad los espacios de los Galpones, la Hacienda la Trinidad, el Trasnocho Cultural, la Sala Mendoza en la UNIMET, el Centro Cultural Chacao y varias galerías convocan todos los fines de semana a cientos de caraqueños a disfrutar de exposiciones de artistas contemporáneos de diversas regiones del país y de la diáspora.

En este recorrido por la actividad cultural caraqueña, no pueden faltar los sublimes conciertos sinfónicos. Con directores como la cantante lírico, Isabel Palacios, fundadora de la Camerata de Caracas, y actual Directora Musical del Teatro Teresa Carreño; el músico Christian Vázquez, formado en el Sistema de Orquestas de Venezuela, quien fue director de la Orquesta Sinfónica de Stavanger en Noruega y Elisa Vegas, directora artística de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho. Estas y muchas otras manifestaciones musicales nos invitan a asistir a las salas de concierto del Teresa Carreño y el centro de Acción Social para la Música, la Catedral de Caracas, la Concha Acústica de Bello Monte o la del Parque del Este.

Las agrupaciones de música venezolana popular no se quedan atrás y se presentan en plazas públicas y centros culturales incluyendo el Teatro La Alameda en San Agustín, la Sala Cabrujas en Los Palos Grandes,  el Centro Cultural BOD y la Villa Planchart. El Festival Nuevas Bandas, con tres décadas promoviendo música alternativa y rock venezolano, retornó el año pasado con un gran encuentro juvenil en el Centro Cultural Chacao.

Esta crónica de algunos aspectos positivos que he podido palpar durante este último año son una muestra de cómo el sector cultural venezolano ha resistido a las enormes dificultades, y con capacidad de resiliencia se abren espacios para llegar al público. Estas manifestaciones demuestran como instituciones y organizaciones variopintas, a pesar de los múltiples problemas, han logrado mantener sus proyectos con entereza, más allá de la profunda crisis política, social y económica que atravesamos como sociedad. El momento nos convoca desde los espacios individuales y colectivos, privados y públicos, a defender los derechos culturales, las instituciones y el patrimonio cultural material e inmaterial.


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