Perspectivas

Josbel Puche y el poder transformador de su Orquesta de Papel

Josbel Puche retratada por Roberto Mata | RMTF.

09/12/2023

Hace 18 años, Josbel Puche se dio cuenta de que muchos de los niños con quienes trabajaba en el Programa de Iniciación Musical en El Sistema sentían admiración por sus hermanos mayores o amigos que -por su edad- podían trabajar con instrumentos. Pero para aquellos pequeños de tres a seis años no había violines, chelos, contrabajos o violas en el núcleo de La Rinconada. Por lo tanto, muchos optaron por irse a otros núcleos. Frente a esta situación, la también docente ingenió un programa innovador: la Orquesta de Papel. Hoy día este exitoso método ha sido replicado; aunque no siempre como ella lo ideó.

La Orquesta de Papel presenta una oportunidad para que padres e hijos se involucren en la música académica. Entre ambos fabrican con materiales reciclables sus instrumentos de cuerdas. La meta es que los futuros músicos puedan vivir la experiencia de una orquesta de principio a fin durante tres meses desde edad temprana.

La batuta -desde 2005- la sigue llevando la docente y violinista, pero hay experiencias en Canadá, Chile, Ecuador, Escocia, España, Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico y Suecia que dan fe del trabajo pedagógico que Puche desarrolló en La Rinconada. Algunos profesores son fieles al concepto, otros no. Y son estos últimos los que toman, incluso, el nombre del programa y lo cambian. Pero no solo eso, olvidan que detrás de instrumentos hechos en casa hay una pedagogía que permite el desarrollo de ciertas habilidades y destrezas.

Esta orquesta recibe a los niños con conocimiento básico de lenguaje musical, o habilidades para llevar el pulso y ritmo. Pero su perfil de egreso es más completo, pues obtienen una estructura académica de trabajo orquestal, la disciplina que amerita formar parte de una orquesta, comprensión de los momentos y tiempos de cada instrumento; habilidades psicomotrices para ejecutar un instrumento real y motivación única para continuar con el instrumento escogido.

Los orígenes

La memoria de Josbel Puche no falla. Recuerda con exactitud qué ocurrió para que este programa naciera. “Las propias necesidades te ayudan y uno pone su granito de arena. Una de mis compañeras, cuando vimos el interés de los niños y que se estaban yendo a otros núcleos, pensó que quizás era una buena idea mostrarles los instrumentos para que hicieran exposiciones. Y así hicimos, le asignamos a cada uno un instrumento y también pedimos que llevaran algo para que el resto de los niños viera o escuchara. Pero los papás venezolanos son muy creativos”, recordó.

De una exposición que podía completarse sin mayores esfuerzos, hubo representantes que fabricaron el instrumento. En aquella oportunidad lo hicieron de papel, cartón, incluso con tubos. Los compañeros y la propia profesora quedaron impresionados por tal creatividad.

“La idea era que ellos hicieran los instrumentos en su casa. Y al principio cada quien hizo lo que pudo. Vimos violines del tamaño de un contrabajo, o un contrabajo del tamaño de un violín. Todo era un desastre, pero allí me planteé que iba a hacer una orquesta de papel, toda hecha por ellos. Y me preguntaron qué iba a hacer yo con eso. Les dije que se me irían ocurriendo cosas por hacer”, indicó.

Y sí, el mismo impulso de los jóvenes -ansiosos por saber cómo se agarra el instrumento, cómo funciona, de qué manera se debe sentar y todo lo que corresponde al mundo de la orquesta- llevó a la docente a practicar con ellos canciones y actividades para que se desarrollaran en la disciplina orquestal, incluso con elementos de lenguaje musical.

La transición de enseñar con palitos de ganchos de ropa a unos más sofisticados, y con instrumentos fabricados ya según ciertos estándares más parecidos a los reales, concluyó aquella vez con un concierto.

La Orquesta de Papel

Cuando los niños entran a cada núcleo pasan por Iniciación Musical, donde cantan un repertorio, hacen banda rítmica y van entendiendo más sobre el dominio del público. Desde los primeros encuentros, los futuros músicos entran al salón creyendo que es un teatro o que bien van a ensayar porque tendrán un concierto. El trabajo, explica, es similar al de una orquesta profesional.

Posteriormente -luego de reunirse con los padres- los niños pueden escoger los instrumentos de cuerda según su gusto. Por último, realizan las actividades que tienen un componente pedagógico y una competencia que deben adquirir.

“Es realmente ver qué pueden lograr con un instrumento que no suena, pero que les funcione cuando tengan uno real. Todo lo que tú le enseñas a un niño chiquito hay que hacerlo con mucha fortaleza porque puede crear malos hábitos. Es más difícil arreglar algo que está mal enseñado que enseñar de cero”, afirma.

Docentes de niveles más avanzados afirman que los niños llegan con determinadas habilidades. Por ejemplo, con las posturas o cómo se toma un arco de un violín. “Todo se trabajó con instrumentos que no sonaban, pero que les permitían identificar lo que estaban haciendo desde su etapa preescolar, dónde están en el juego simbólico. Jugar a ser instrumentistas es una manera lúdica de introducirlos al ámbito musical”.

“El trabajo no es construir una orquesta nada más”

Puche no solo gestó la Orquesta de Papel, también es su custodia. Y tendrá razón en hacerlo, pues conoce que en otras latitudes se ha replicado el modelo de forma inadecuada. Actualmente, espera que su programa se extienda más allá de América y Europa, y así llegue a otras de las 40 naciones donde El Sistema tiene presencia. Además, trabaja para que llegue cada vez a más estados de Venezuela.

“Hay muchos casos donde yo no he revisado si funciona, si hicieron las prácticas para conocer la técnica de cada instrumento. El trabajo no es construir una orquesta nada más. Es todo un trabajo técnico: lo que se hace, por qué se hace. Hubo muchas replicas que fueron dañinas porque pusieron, por ejemplo, a muchachos más grandes a construir los instrumentos y lo pueden hacer, pero no se ve bien que ellos estén practicando con lo que hicieron. No es la edad. Otros mandaron a hacer instrumentos en acrílico y no tenían las proporciones correctas. Nosotros especificamos todo lo que pudimos”, advierte.

Josbel Puche, incluso frente a esta situación, se mantiene firme. Y continúa procurando que los docentes interesados en crear sus propias orquestas tengan las bases necesarias; les da clases para ello. Y todo esto lo hace desinteresadamente, excepto por el bien de los niños.

“Realmente la Orquesta de Papel se formó en El Sistema, pero es un proyecto como mío. Para mí es parte de El Sistema, pero no hay una manera de decir que algo se está haciendo bien o no. Aunque me he podido comunicar con algunos docentes para decirles cómo es la forma correcta y qué es lo que están haciendo mal. Para mí ha sido triste porque yo estoy a la orden. Me pueden contactar, preguntar… Porque la idea es que cada vez más niños puedan aprender a través de la Orquesta de Papel”, afirma.

Conseguir la patente en otros países no es tarea fácil. Sin embargo, hay muchos que le dan el reconocimiento que Puche merece, personas que la conocen y que respetan su trabajo. Aun así, cuida que todo el programa esté bien resguardado. “Yo me he cuidado mucho, he cuidado mi material porque me ha costado mucho construir eso. Por supuesto, hay mucha gente que lo llama ‘una orquesta de cartón’ se copia, hacen lo quieren. Para uno es una gran decepción. Creo que ya he madurado y el tiempo pone orden a las cosas. Yo hago lo que puedo para que esto se haga cada vez más, pero con seguridad y bien”, dice.

Para Josbel o la orquesta tiene un fin más profundo: la transformación social. “El rescate de cualquier población es la educación. Y la música es transformadora. Cuando tú la tienes a temprana edad, estás seguro de que estás transformando, formando a personas con otra cultura y sensibilidad”.

Sobre la maestra Josbel Puche

La formación de Josbel Puche estuvo influenciada desde edad temprana por su familia. Sus dos abuelos fueron músicos: por parte paterna, trompeta principal de la Orquesta Sinfónica de Venezuela; por parte materna, un músico de la Orquesta Mavare de Barquisimeto, dueño de la tienda Gómez Musical. Cuando todavía era pequeña, recuerda asistir de modo incógnito -viendo desde las ventanas- a las clases de música de sus hermanos en un conservatorio musical ubicado en El Paraíso, Caracas.

Más adelante, cuando entró al núcleo de La Rinconada de El Sistema, encontró su pasión por enseñar. «La motivación vino de la profesora Mónica Alegría, chilena que entendió claramente la visión del maestro Abreu: que nosotros íbamos a replicar lo que estábamos aprendiendo. Ella nos preparó, nos incentivó a dar clases también, nos enseñó cómo era la pedagogía. Fue maravillosa. El trabajo, ella como profesora y yo como alumna fue lindo. Esto aumentó la llama de la enseñanza. Y, bueno, mi mamá también era maestra. De alguna manera me formé en una escuela, tuve la experiencia de la educación a través de ella «, señaló.

Y sí, la influencia de su madre tuvo mucho que ver en su camino hacia la docencia. Aunque Puche quería estudiar Arte en la Universidad Central de Venezuela, su madre la impulsó a inscribirse en el Instituto Pedagógico de Caracas mientras era admitida en la universidad fundada en 1721. «Ella insistió y me dijo: ‘mientras sales en la Central vamos a meterte aquí’. Y me inscribió para no perder tiempo. Ahí me quedé, estudié Pedagogía Musical porque era práctico y parecido a lo que quería», concluyó.


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