Fotografía de Federico Parra | AFP
Destacadas
Te puede interesar
Los más leídos
Las autoridades de Curazao, Panamá y Venezuela han tomado medidas que impactan a tres bancos del Grupo Financiero BOD. En Curazao se trata del Banco del Orinoco NV, en Panamá de Allbank Corp y en Venezuela del Banco Occidental de Descuento, la entidad que controla 12,6% del total de créditos y 4,9% de los depósitos en el país.
La Superintendencia de Bancos de Venezuela señala que por 120 días hábiles el Banco Occidental de Descuento no podrá realizar nuevas inversiones, decretar pago de dividendos, captar fondos a plazo, abrir nuevas oficinas, adquirir acciones y participaciones de bancos en el exterior; adquirir, ceder, traspasar o permutar inmuebles y liberar sin autorización provisiones específicas y genéricas.
Además, la Superintendencia designará funcionarios que tendrán acceso a todas las áreas del Banco Occidental de Descuento y contarán con poder de veto en la junta Directiva y todos los comités.
Si bien la resolución de la Superintendencia de Bancos describe la decisión como “medidas administrativas de intervención del Estado”, Víctor Vargas, presidente del Banco Occidental de Descuento, dijo en una rueda de prensa el jueves 12 de septiembre que “se les coló esa palabra porque aquí no hay intervención de ninguna naturaleza, hay cero limitaciones para operar normalmente el banco. Es normal que haya la participación de funcionarios del organismo regulador, pasa todos los días y más en bancos de estos tamaños”.
La Superintendencia de Bancos fundamenta esta medida como acciones de prevención tras las decisiones adoptadas por los reguladores de Curazao y Panamá.
Liquidación del Orinoco
El Banco Central de Curazao tomó una medida de emergencia el 5 de septiembre “en vista de ciertas deficiencias”, la cual se traduce en un cese total de operaciones: “El Banco del Orinoco N.V. no ofrecerá nuevos servicios ni aceptará nuevos clientes. La entrada en vigor de esta medida de emergencia significa que el Banco del Orinoco N.V. no podrá ser obligado a cumplir con sus deudas y, por el momento, permanecerán congelados sus activos. Por consiguiente, a partir de este momento, los clientes no pueden hacer más retiros ni realizar transferencias de una cuenta del Banco del Orinoco N.V. a otra cuenta bancaria”, dice el supervisor en un comunicado.
Agrega que “con la adopción de la medida de emergencia, se designó también un administrador, quien deberá evaluar los activos y pasivos existentes”.
Vargas explica a la prensa que dos días antes de esta medida de emergencia, el 3 de septiembre, “la junta directiva del Banco del Orinoco acordó liquidar la institución. Notificamos al Banco Central de Curazao y el 5 de septiembre el Banco Central acudió a un juez para pedir que sean ellos los que liquiden el Banco del Orinoco. No hay intervención porque el Orinoco no opera, los accionistas decidieron liquidar la institución. La diatriba ahora es quién lo liquida. Hemos apelado la medida del Banco Central de Curazao”.
El Grupo BOD ha argumentado, entre otras razones, que la decisión de liquidar el Banco del Orinoco obedece a que Curazao ha sido señalado de forma recurrente “como uno de los países con mayor alerta de lavado de dinero en la región”.
El Banco Central de Curazao aclaró que la decisión de liquidar al Orinoco NV “no tendría efecto alguno en la aplicación y ejecución de la medida de emergencia”.
Depósitos en Curazao
El presidente del Grupo BOD precisa que el 100% de los depositantes del Banco del Orinoco son empresas y particulares venezolanos que en conjunto tienen depósitos por 778 millones de dólares que, según el plan de liquidación, recibirán su dinero en 60 días.
“Lo que hemos propuesto es liquidar los haberes en 60 días. La Asamblea dice que puede ser en efectivo, también puede ser en haberes. Como hay un portafolio de inversiones, lo que estamos pensando hacer, lo más práctico, es que tú recibas una parte de ese portafolio, entonces tú liquidas tu portafolio o lo recibes y le dices a tu banco que te liquide el portafolio. Nosotros tenemos otras instituciones financieras que permiten recibir ese portafolio, de alguna manera el objetivo fundamental es que cada quien reciba lo suyo en 60 días”, dice Víctor Vargas.
Añade respecto a la liquidación, que para transferirle a los clientes del Banco del Orinoco dinero en efectivo hay que tomar en cuenta que “no es fácil porque ustedes saben que el tema de las transferencias y los corresponsales están muy complicados para Venezuela”.
El Banco Occidental del Descuento es accionista del Banco del Orinoco, concretamente posee 18% del total de las acciones. Si bien esta vinculación podría representar alguna señal de alarma, Víctor Vargas sostiene que todo está cubierto.
“La única vinculación que tiene el Banco Occidental de Descuento con el Banco del Orinoco es que posee 18% de las acciones. Pero nosotros, siguiendo las mejores prácticas, provisionamos ese monto en el balance del banco. Nuestro balance de cierre de este mes tiene provisionado en 100% esa participación que el Banco Occidental de Descuento tiene en el Orinoco”, asegura Vargas.
Agrega que “cuando el banco Orinoco sea liquidado y el Banco Occidental de Descuento reciba lo que le toca como accionista, esa provisión desaparece”.
El Banco del Orinoco, precisa, tiene activos totales por 1.100 millones de dólares y un patrimonio de 450 millones de dólares.
Panamá congelado
El 9 de septiembre a las tres de la tarde, la Superintendencia de Bancos de Panamá ordenó la toma de control operativo y administrativo de AllBank Corp, hasta por un período de treinta días.
“Esta decisión fue tomada como resultado de una serie de factores que ponen en riesgo la seguridad de las acreencias confiadas por los clientes del Banco. El grupo accionista no atendió en tiempo y oportunidad a los requerimientos de las acciones correctivas que esta Superintendencia instruyó, con la finalidad de que se diversificara el alto grado de exposición de sus activos líquidos y servicios de custodia de sus inversiones en valores colocados en partes relacionadas”, dice la Superintendencia.
Añade que “los resultados de las últimas supervisiones realizadas por nuestra institución reflejan una fuerte debilidad de la salud de la cartera de préstamos, lo que sumado a una frágil gestión del Gobierno Corporativo, un modelo de negocio que se torna inviable y la incertidumbre que genera tanto el acceso a los activos de Allbank, como los potenciales efectos de contagio que se derivan de la situación del grupo bancario en Curazao, llevan al convencimiento de la Superintendencia de que los intereses de los depositantes, corren peligro si prosiguen las operaciones del Banco en la gestión de su accionista y Alta Gerencia”.
Un aspecto clave es la relación que existe entre los bancos que el Grupo BOD posee en el extranjero. La Superintendencia de Panamá señala que en la entidad de Curazao “está colocada una cuarta parte de los activos líquidos” del banco en Panamá. Además, el banco en Curazao “presta servicios de custodia de una tercera parte de las inversiones en valores que forman parte de los activos productivos de Allbank Corp”.
Allbank Corp cuenta con depósitos por 172 millones de dólares. Víctor Vargas asegura que del total de clientes solo hay “5% de venezolanos; quisiera que fuesen muchos más”.
Sostiene que la Superintendencia de Panamá solo quiere cerciorarse de que no ocurre nada anormal tras la decisión adoptada en Curazao: “Ellos (la Superintendencia) quieren saber que todo está bien. En el caso de la ley panameña la medida dura treinta días, pero salen antes, estoy convencido. Pero el banco está en este momento paralizado, tienen congelados los depósitos, probablemente lo abran, apenas hace 48 horas que se tomó la medida”, dice Vargas.
En un comunicado difundido hace dos días, el Grupo BOD afirmó que “la Superintendencia de Bancos de Panamá ha podido constatar de manera reiterada la sanidad financiera de AllBank Corp y la capacidad de atender los requerimientos de sus clientes, resultando esta medida desproporcionada y en perjuicio de los depositantes y ahorristas de la Institución. Esta decisión no sólo afecta la reputación y la confianza de nuestro Grupo Financiero, sino también la disponibilidad de los recursos de nuestros clientes”.
De acuerdo al balance de la Superintendencia de Panamá que registra el lapso diciembre 2018-junio 2019, el Banco obtiene una pequeña ganancia en el primer semestre de este año, pero arrastra pérdidas de ejercicios anteriores.
Víctor Salmerón
ARTÍCULOS MÁS RECIENTES DEL AUTOR
Suscríbete al boletín
No te pierdas la información más importante de PRODAVINCI en tu buzón de correo