Literatura

“Perdí la lengua de un susto”, poema ganador del séptimo Concurso de Poesía Joven Rafael Cadenas

21/07/2022

María Isabel Martín Hidalgo. Fotografía Prensa La Poeteca.

Fundación La Poeteca, Autores Venezolanos, Team Poetero y Banesco anuncian que María Isabel Martín Hidalgo (25 años), residenciada en Valencia, estado Carabobo, obtuvo por unanimidad el primer lugar del séptimo Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. El veredicto se dio durante un Instagram Live, el viernes 15 de julio de 2022.

El jurado, conformado por Sara Uribe, Lázaro Álvarez y Jesús Montoya, otorgó el premio a Martín Hidalgo por su poema Perdí la lengua de un susto, el cual firmó bajo el seudónimo Frances Halladay, “por tratarse de un texto cuya coherencia y tono se mantienen de principio a fin, forjando una reflexión sobre la lengua como espacio simbólico de exploración de las potencias del decir, en tanto indagación de la propia posibilidad de autoenunciarse”.

A continuación reproducimos el poema:

 

Están apareciendo magnolias en mi lengua.

Daniela Camacho

Perdí la lengua de un susto

 

Perdí la lengua de un susto. Abro la boca y ahora se asoma el corazón, porque de bocados ya no me queda sino el anhelo. La medicina dice que la lengua es un músculo impar [igual a uno], medio [que forma una mitad] y simétrico [de belleza inmutable] y yo pienso, ¿qué cosas tiene la pérdida que la medicina aún no nos dice? El puente de mi boca ahora es desierto de aguas, desierto de besos, desierto de ansias; baja por mi garganta una lluvia de arena.

Mi doctor me pide que abra, que abra lo más que pueda, pero yo ya no tengo lengua de niña inocente que mostrarle. Dejar atrás la niñez es una mutilación fría, precisa, definitiva. No hay paleta de madera, no hay susto entre los dientes inferiores, no hay mordida para escapar de mi.

Deglutir, tragar. No decir a qué saben las moras, el jengibre, los almuerzos posteriores al susto, el llanto cuando baja por las amígdalas, la saliva salitre salvaje de quien ahora es un recuerdo.

 Deglutir, tragar. La mordida no es la misma sin el accidente de la lengua; sin bordes el abismo es una llaga mal curada.

Deglutir, tragar. Me ahogo, mi saliva es un fluido extraño que levita en mí como humo de muertos.


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