Malta vs. Venezuela: La Vinotinto gana y suma minutos de competencia

Fotografía de @SeleVinotinto

Entre Venezuela y Malta hay más de 8600 kilómetros de distancia. A juzgar por una descripción rápido sobre ese país, podría establecerse algún paralelismo con la Isla de Margarita. Un epicentro turístico encallado en el Mar Mediterráneo mientras el otro, claro, se encuentra en el Mar Caribe. Puede que las posibles similitudes entre naciones hayan sido uno de los motivos para que los migrantes venezolanos que asistieron al Estadio Nacional Ta’ Qali se hicieran sentir como si fueran locales. La Vinotinto ganó 0 a 1. A veces el hogar y la alegría también se encuentran lejos de casa.

Acostumbrada a llevar su gastronomía a cada lugar en el que se instala, la migración venezolana también se lleva parte de sus cánticos. Aunque algunos de ellos evoquen a otro deporte, no el fútbol, como el grito de “¡un gol, un gol, un gol!”, similar al que se puede escuchar en el Estadio Universitario de Caracas (y en cualquier otro del país) cuando se pide “¡un hit!” en un juego de béisbol. Algo que sí es más propio del fútbol es el “¡hijo de puta!” que se grita después de un breve rumor, mientras el arquero rival está por sacar desde el arco.

Esos no fueron los únicos vestigios de identidad que pudieron notarse durante el partido. La Vinotinto fue superior a Malta durante todo el encuentro. Un guiño a la confianza, luego de tres derrotas consecutivas (ante Uruguay, Argentina y Colombia). El primer amistoso de José Pékerman como entrenador de Venezuela dejó algunos aspectos interesantes en relación con el nuevo ciclo deportivo que comienza, mientras su proceso como seleccionador nacional suma su quinto partido.

La Vinotinto se reencuentra con los amistosos

Aunque José Pékerman ya tiene cinco partidos como seleccionador nacional, La Vinotinto pasó 925 días sin jugar un amistoso. El dato, compartido por la periodista Geraldine Carrasquero durante la transmisión televisiva, sirve para dimensionar cuánto tiempo de trabajo se perdió durante estos años, más allá de la pandemia por COVID-19. Coordinar amistosos de nivel ha sido un pendiente  de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) durante los últimos años.

Sin oportunidades para probarse ni trabajar como equipo, ¿cuánto se le puede exigir a una selección? Esta gira europea no exculpa a la actual dirigencia de la FVF. La compromete aún más: se trata de aprovechar cada Fecha FIFA, cada ventana de competición para que La Vinotinto tenga rodaje y tiempo de convivencia. Cuando se trata de grupos humanos, los rendimientos en clubes no son extrapolables por pura voluntad.

Es necesario que los futbolistas se entiendan, que tanto sistema de juego como estrategia ofrezca contextos y asociaciones que permitan que los integrantes se potencien entre sí. Por eso son valiosos los partidos amistosos. Ocurrió con Yeferson Soteldo y Salomón Rondón, quienes se juntaron para el primer gol. Entre ellos, destaca otro nombre: Christian Larotonda. El mediocampista robó un balón. Lo pasó a Soteldo y, luego de dársela, buscó el espacio dentro de la saga rival. El movimiento dio tiempo y espacio a Soteldo para tirar el centro a Rondón, quien remató de cabeza.

Fotografía de @SeleVinotinto

Pékerman: probando material

La principal novedad en cuanto al sistema de juego elegido por José Pékerman fue la salida con tres centrales. Durante los últimos partidos de la eliminatoria, La Vinotinto jugó con línea de cuatro y de cinco durante la mayor parte de los partidos. Durante el primer tiempo de este juego contra Malta, los tres centrales fueron Nahuel Ferraresi, Jhon Chancellor y Yordan Osorio. El último, durante el segundo tiempo, terminó de lateral derecho, cuando la línea volvió a ser de cuatro defensores.

La activación de Osorio dentro del sistema de juego de José Pékerman es uno de esos puntos que, en teoría, deberían ayudar a que el equipo crezca, tanto por sus habilidades defensivas como por su salida de balón. Estas pruebas en la línea de fondo se explican desde los antecedentes recientes: es la línea que genera más dudas. El segundo tiempo sirvió para que el entrenador diera minutos a Adalberto Peñaranda y Fernando Aristeguieta, entre otros. El primero, visto hace años como uno de los futuros referentes, busca reencontrarse con aquella reputación; el segundo, con buen presente en México, puede emerger para dar descanso de vez en cuando a Salomón Rondón.

Malta no generó mayor peligro en el área de La Vinotinto. Más allá de su nivel, Venezuela necesita sumar minutos competitivos con urgencia luego de tanto tiempo sin poder trabajar de forma regular (y sin sobresaltos). Una primera parte positiva, buscando presionar al rival durante algunos minutos, saliendo por las bandas y procurando dar balones a Salomón Rondón. Un buen balance. El segundo tiempo, entre tantos cambios y la baja del ritmo, no ofreció mayor novedad. La próxima prueba será contra Arabia Saudita, este jueves 9 de junio.