Perspectivas

La primera novelista venezolana

13/02/2021

La novela venezolana tuvo en el siglo XIX una fascinante y profusa historia. De ella se suele recordar con insistencia los títulos Los mártires (Fermín Toro —1842), Zárate (Eduardo Blanco —1882), Débora (Tomás Michelena —1884), Peonía (Manuel Vicente Romero García —1890), Todo un pueblo (Miguel Eduardo Pardo —1899), El sargento Felipe (Gonzalo Picón Febres —1899), quizás dos o tres más. Sin embargo, cuánta obra desperdigada y sin estudiar, cuántas novelas venezolanas del XIX de las cuales nada oímos y que no han tenido la suerte de la reedición y, por ende, el interés de los lectores.

En realidad, la novela venezolana en el ochocientos tuvo una vida mayor, mucho más fecunda y plena. Prueba de ello la encontramos en la Bibliografía integral de la novela venezolana (1842-1994), publicada por el Instituto de Investigaciones Literarias de la Universidad Central de Venezuela en 1994, donde se registran alrededor de setenta y siete novelas hechas en nuestro país durante el siglo XIX; eso sin contar el enorme conjunto de obras que fueron difundidas por entregas a través de las publicaciones periódicas de la época y que se mantienen allí, aguardando por investigadores que se decidan a rescatarlas del olvido.

Así, la novela venezolana del XIX es un territorio aún por descubrir. Un amorfo conjunto de autores y títulos a medio construir que, hasta tanto no se continúe sistematizando y se difunda, seguirá generando más dudas y olvidos que certezas.

Esta incertidumbre explica, en parte, la variedad de respuestas dadas a la pregunta por saber quién fue la primera novelista venezolana:

Entre las que serán las primeras novelistas venezolanas Osvaldo Larrazábal (1980) registra a Trinidad Benítez López, autora de La promesa (1900); Rosina Pérez escribe Historia de una familia (1885) y Guaicaipuro (1886); María Navarrete publica en Maracaibo ¿Castigo o redención? (1894). La caraqueña Lina López de Aramburu escribe con el seudónimo Zulima tres novelas: El medallón (1885), Un crimen misterioso (1889) y Blanca; o consecuencias de la vanidad (1896). (Ana Torres Teresa, «La genealogía femenina de la literatura venezolana. Una historia incompleta», en Boletín de la Academia Venezolana de la Lengua, N° 201, Caracas, enero-diciembre, 2008, pp. 165-178)

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Una voz más fuerte salió entre ellas y recorrió el camino de la poesía a la narrativa: Virginia Gil de Hermoso, nuestra primera novelista en estricto sentido cronológico. (Carmen Mannarino, «Confesión y creación en la novela escrita por mujeres», en Varios, Conceptos para una interpretación formativa del proceso literario de Venezuela, Caracas, Pequiven 1988)

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El primer libro literario publicado entre nosotros por una mujer es el de Zulima, Lina López de Aramburu, su pieza María o el despotismo (1885, 62 p.). Ese mismo año apareció también la primera novela concebida por una mujer, El medallón (1885, 164 p.), obra de la misma Zulima, madre pues de nuestra novela femenina. (Roberto Lovera De-Sola, «Escritoras venezolanas del siglo XIX: preámbulo para una lectura», en Anales, Caracas, Universidad Metropolitana, N° 13 (1), 2013, pp. 91-113)

¿Quién fue en realidad la primera novelista venezolana? ¿Será posible saberlo en el marasmo de datos y de documentos? La Bibliografía integral… nos dice que de las setenta y siete novelas registradas solo nueve tienen autoría de mujer:

–Lina López de Aramburu (seudónimo: Zulima): El medallón (1885), Un crimen misterioso (1889), Blanca o consecuencia de la vanidad (1896).

–Rosina Pérez: Historia de una familia (1885), Guaicaipuro (1886).

–Ignacia Pachano de Fombona (seudónimo: Blanca) y Margarita Agostini de Pimentel (seudónimo: Margot): Para el cielo (1893). [En Tríptico venezolano (Caracas, Fundación de Promoción Cultural de Venezuela, 1985, p. 50), Domingo Miliani menciona otra novela creada por esta pareja de escritoras: En la playa, de 1894].

–María Chiquinquirá Navarrete: ¿Castigo o redención? (1894).

–Concepción Acevedo de Tailhardat: María (1897).

–Trinidad Benítez López: La promesa (1900).

Ordenadas aquí cronológicamente, estas nueve novelas venezolanas del siglo XIX que recoge la Bibliografía integral… fueron escritas por siete mujeres. Sin embargo, la lista de autoras y títulos no es definitiva, ya que hay quienes afirman que en el caso de Rosina Pérez se esconde un misterio no resuelto aún del todo. Algunos investigadores señalan que “Rosina Pérez” es en realidad un seudónimo empleado por el médico, político y escritor Antonio Parejo. Dilucidar este asunto, desde el análisis estilístico y la crítica textual, además de reeditar las obras de Pérez-Parejo, sería un buen tema de estudio.

Insisto en que no es una lista definitiva. Muchas otras novelas escritas por mujeres fueron publicadas por entregas en diversas publicaciones periódicas, o tuvieron bajos tirajes, lo que hizo que esas ediciones no lograran llegar hasta nuestros días debido a guerras, desastres naturales, a falta de archivos, a desidia. Quizás ese haya sido el fatal destino de las obras.

De ese grupo de autoras invisibles y obras perdidas debo destacar el nombre de Elisa González de Alegría, pues a ella podríamos considerarla como nuestra primera novelista.

Son escasísimos los datos biográficos que existen sobre Elisa González de Alegría y apenas encontramos una referencia que la sitúa como habitante de Ciudad Bolívar, en la Guayana de la segunda mitad del siglo XIX. En el Primer libro venezolano de literatura, ciencias y bellas artes, de 1895, que sirve como antología o vitrina de la cultura venezolana de ese entonces, se hace mención de nuestra autora con la siguiente frase: «Elisa González de Alegría, novelista». Nada más.

No será sino en el trabajo del guayanés José Manuel Agosto Méndez, publicado en 1936 y titulado Letras vernáculas, una de las pocas historias de la literatura del estado Bolívar, donde logramos encontrar más información de la autora. Se le dedican dos cortos párrafos que bien vale la pena transcribir en su totalidad:

Elisa González de Alegría, honorable culta dama que firmaba sus trabajos con el pseudónimo de Isael, manejó poco la lira, siendo su principal orientación hacia la prosa, dedicándose a la novela, género este en el cual escribió dos ensayos, bien recibidos por el público, uno con el título de Alicia o la amiga de los pobres, y el otro El ángel del hogar o la Condesa de Souring. La continuación de esta obra cuyo título era El amor y el deber, no sabemos si la publicó la autora.

Estos dos trabajos inspirados en las novelas de Pérez Escrich y en las de capa y espada de Fernández y González, que para la época en que vivió nuestra coterránea, eran los escritores españoles más en moda, fueron publicados en esta ciudad en el año de 1883. (José Manuel Agosto Méndez, «Letras vernáculas», en Obras completas, Tomo II, Ciudad Bolívar, Colegio de Médicos del Estado Bolívar, 2002, pp. 123-124)

Estos datos que nos ofrece Agosto Méndez, mientras no aparezca nueva información que nos haga pensar lo contrario, nos resuelve el enigma y nos descubre a una autora residenciada en el estado Bolívar, en la segunda mitad del siglo XIX, como la primera novelista de Venezuela. Ya Mirla Alcibíades, conocedora de los archivos venezolanos como ninguna, había dado con el nombre de Elisa González y en el 2011 había anunciado el hallazgo:

En la actualidad estoy por concluir una investigación a la que creo titularé finalmente “Las periodistas venezolanas de la modernización (1872-1910)”. Allí establezco relaciones entre la serie hemerográfica, la novelística, poética, ensayística, etc. y ofrezco como novedad para la lectoría venezolana el hallazgo referido a Elisa González de Alegría, autora de Alicia o La amiga de los pobres que tampoco se encuentra en nuestros archivos y bibliotecas. Esa pieza apareció en 1883. [Mirla Alcibíades, «La Baronesa de Wilson en Venezuela: 1881-1882», en Sara Beatriz Guardia (editora y compiladora),  Viajeras entre dos mundos, Perú, Centro de Estudios La mujer en América Latina, 2011, p. 254.]

De ser cierta la fecha de publicación que menciona Agosto Méndez, y que ratifica Mirla Alcibíades, sería entonces Elisa González de Alegría la primera novelista venezolana, con dos novelas que anteceden a El medallón, primera novela de Zulima que, aunque escrita en 1883, en realidad fue publicada en 1885 por la Imprenta Nacional.

Sin embargo, nada de esto podremos afirmar con certeza hasta no encontrar esas obras, perdidas en alguna biblioteca personal o pública del país o del extranjero, aguardando la hora en que algún afortunado se tope con esos valiosos libros y puedan así recobrar vida en las manos de los maravillados lectores.


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