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El Palacio de Hielo, la morgue de Madrid

por Anamaría Oxford

Fotografía de Pierre-Philippe Marcou | AFP

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24/03/2020

El sábado 21 de marzo, a las 9:30 de la noche, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, le pedía a todos los ciudadanos prepararse “emocionalmente” para la semana que estaba por comenzar. «Llegarán días muy duros», dijo.

Efectivamente, vendrían días de miedo. No solo ante los números de contagiados y fallecidos, también ante la cercanía de los afectados.

—¿Viste que falleció Luis? Lo conocía de Caracas —comentó Ramón, en un grupo de WhatsApp.

—Y está hospitalizado el papá de Tony. Pero está estable.

Los casos en España crecen, y ya quedan pocos que no sepan de un amigo contagiado o del familiar de un amigo cercano fallecido. Las referencias se vuelven más próximas, más personales, al igual que el miedo.

Pocos podían estar preparados para las medidas que ya conocían Sánchez y su gabinete el sábado. El lunes, en rueda de prensa conjunta, Ministerio de Interior, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, anunciaban que un centro comercial, que queda a 15 minutos del aeropuerto de Barajas, sería el depositario de los cadáveres de los cientos de fallecidos diarios en Madrid.

A pesar de que los cuatro hornos crematorios municipales están trabajando 24 horas al día, no se dan abasto. Los cuerpos de los fallecidos tienen que esperar hasta dos y tres días para ser incinerados. La solución era crear un dispositivo transitorio para los cadáveres.

El Palacio de Hielo es un centro comercial que se describe en su página web como un “gran edificio moderno acristalado que incluye tiendas y restaurantes además de cine, pista de hielo y bolera”. Efectivamente, su estructura es de cristal y, aunque no se ve la pista de patinaje desde afuera, da la sensación de una edificación fría, hecha de hielo.

Por su puesto que su oferta más atractiva era la pista de hielo. Ella es “la gran protagonista del centro con 1.800 metros cuadrados para actividades tales como patinaje, hockey, curling y clases para las distintas modalidades”. Funciona todo el año, de miércoles a domingo.

La pista de hielo fue diseñada como centro deportivo para practicar patinaje sobre hielo en todas sus variantes. Fotografía tomada de la página oficial www.sporthielo.com

Ahora, en esos 1.800 metros de hielo donde se divertían madrileños y turistas, se están depositando los cuerpos de quienes no sobrevivieron al nuevo coronavirus en Madrid.

La mañana del martes 24 de marzo de 2020, ya se podían ver las furgonetas, tipo van, entrando directamente a la pista de hielo, con conductores y personal llevando trajes de protección, manteniendo alejadas las cámaras de televisión para no convertir esta medida “extraordinaria y transitoria” en un espectáculo mediático.

Los cuerpos se pondrán sobre “una superficie técnica de material polimérico de unos 2-3 centímetros de espesor”, publicaba El País de España, citando un informe técnico al que tuvo acceso ese diario; donde también decía que “en estas instalaciones se realizará el almacén de los féretros debidamente identificados con el nombre del mismo [del fallecido] para evitar posibles confusiones y cambios de cuerpos”.

Con las recomendaciones del citado informe, se le daba la favorabilidad al local para el uso de las instalaciones, para un fin que nunca se había previsto. Las condiciones de temperatura y tamaño desahogan la peligrosa permanencia de los muertos por coronavirus en los hoy pequeños espacios de las morgues madrileñas.

Las familias no tienen acceso ni a la pista de hielo ni a los crematorios. Los velatorios de fallecidos por coronavirus están prohibidos. Para José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, el que las familias ya no puedan velar a los fallecidos por este virus ya es una circunstancia «dramática»; pero califica de «traumática» que la capital no pudiera «afrontar los enterramientos e incineraciones».

Centros comerciales convertidos en morgues, la Institución Ferial de Madrid, el centro de ferias más grande de la capital (con 200.000 metros cuadrados de espacio para las ferias más importantes del país) transformada en un hospital con capacidad para 5.500 camas; hoteles acondicionados para atención a pacientes, es el saldo de la provisión. Madrid seguramente encontrará su vida, retomará su bullicio y cada espacio volverá a ser lo era, pero el impacto de este recuerdo no pasará.

«Tenemos que ganar tiempo, resistir. Hay que llegar fuertes al final de la próxima semana», dijo Pedro Sánchez, antes de que comenzara esta dura semana.

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¿Cómo prevenir el contagio?

La recomendaciones principales de la Organización Mundial de la Salud son:

Lavar las manos con agua y jabón con frecuencia, o usar gel desinfectante con una base de alcohol de al menos 60%.
Evitar tocarse la cara con las manos.
Cubrirse al toser o estornudar con la parte interna del brazo.
Evitar el contacto con personas infectadas.
Mantenerse al menos a un metro de distancia de otras personas en lugares públicos.
Desinfectar las superficies con las que se tiene contacto frecuentemente.

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Si usted ha viajado o ha tenido contacto con personas que hayan estado en países afectados, o presenta síntomas similares a los de la enfermedad, consulte a su médico.