Covid-19

Combatir la “infodemia”: ¿cómo informar de manera responsable sobre la Covid-19?

Un vendedor de periódicos sostiene la portada de un periódico paraguayo del 8 de marzo de 2020, después de que se confirmara el primer caso de Covid-19 en el país. Fotogradía de Norberto Duarte | AFP

09/03/2020

Cuando se reportaron los primeros casos del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en la ciudad de Wuhan, en China, algunos medios comenzaron a reportar sobre una extraña gripe, a la que llamaron la “gripe china”.  

A medida que aumentaron los casos y se manifestó la enfermedad en otros continentes, también se reportaron episodios de racismo, sinofobia y discriminación a comunidades de asiáticos en varios países. Los barrios y comercios chinos de ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Londres han reportado pérdidas en las últimas semanas.

Hasta la mañana del lunes 9 de marzo de 2020 se habían confirmado 109.343 casos de Covid-19 en 104 países. La enfermedad ha provocado la muerte de 3.809 personas.

Como el virus, también se propagaron los rumores. “No solo estamos combatiendo una epidemia, estamos combatiendo una infodemia”, declaró en febrero el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus.

En solo tres meses, el nuevo coronavirus se convirtió en una cobertura periodística retadora. Todavía hay pocas certezas en la comunidad científica, porque la epidemia está en pleno desarrollo. Las cifras de afectados no son definitivas, y la enfermedad se sigue propagando. Hay incertidumbre sobre los efectos de la enfermedad en los pacientes, la sociedad y la economía global.

Los medios de comunicación y periodistas tienen un rol importante en el combate contra la desinformación, desde enfrentar rumores, mitos, cumpliendo con informar apegados a la ética. Como ha dicho el director de la OMS: “Es tiempo de los hechos, no del miedo. Es tiempo de racionalidad y no de rumores”.

Resumimos algunas pautas brindadas por la OMS así como por portales especializados, a fin de informar sobre la epidemia de manera responsable.

  1. Evitar los titulares alarmistas o fuera de contexto

Una nueva enfermedad puede generar miedo. Para combatirlo hace falta información, y una parte de los lectores en redes sociales solo se quedarán con los títulos de los artículos. Es importante publicar titulares que reflejen la verdadera situación de la enfermedad en lugar de titulares dramáticos, con mayúsculas sostenidas o con datos fuera de contexto. Si la epidemia es una causa de preocupación, se debe explicar su importancia sin generar pánico.

  1. Limitar el uso de adjetivos

Es cierto que la Covid-19 es una enfermedad que puede causar la muerte, como muchas otras. Presentarla como una “enfermedad mortal”, a pesar de que la gran mayoría de los pacientes sobreviven a ella, es innecesariamente alarmista. Mientras más preocupante sea una epidemia, lo responsable es evitar calificarla. Es mejor enfocarse en los datos y en los hechos. Por sí solos, son información suficiente.

  1. Usar fotos con contexto

Desde que surgió el virus, ha sido común usar fotografías de asiáticos para ilustrar coberturas. También se han publicado fotografías de barrios chinos de otros países, o se ha llamado al virus “el virus de Wuhan”. Este tipo de práctica fomenta la estigmatización de una comunidad y su gentilicio, exponiendo a esa población al rechazo social. 

Igualmente se han empleado fotografías de personas con mascarillas, propagando ideas incorrectas sobre la efectividad de las mismas en la prevención de la enfermedad. Lo correcto sería utilizar fotos que se relacionen con el tema, dejando claro su contexto. Explicar que hay casos en más de cien países, que la mascarilla no es realmente efectiva para evitar contagiarse y solo usar imágenes sobre barrios chinos en los artículos que realmente hablen sobre ellos.

  1. No llamar a la enfermedad por un sitio o nacionalidad

Los primeros casos de la enfermedad surgieron en China, pero los virus no discriminan por nacionalidad. Atar el nombre de un lugar específico al virus alimenta el estigma y rechazo social. La OMS tiene pautas y ejemplos para llamar a las nuevas enfermedades.

Una página de la edición del 27 de enero de 2020 del diario danés Jyllands-Posten’s que publicó una caricatura del artista Niels Bo Bojesen donde se ve una bandera de China con la imagen de un coronavirus en lugar de sus estrellas. Fotografía de Ida Marie Odgaard | Ritzau Scanpix | AFP

  1. Siempre definir los términos asociados a la epidemia

No importa cuántos artículos se hayan publicado sobre el tema, siempre debe repetirse la información básica sobre la enfermedad. A medida que se propaga, la Covid-19 llamará la atención de nuevos lectores. Muchos no entenderán los conceptos básicos. Es útil publicar un glosario de los términos básicos, a fin de vincularlo con todos los artículos que se publiquen.

  1. Usar datos y dar contexto para explicar la enfermedad   

Las estadísticas informan, pero no pueden contar la historia completa por sí solas. Decir que hay más de 3.000 muertos por la enfermedad no es una información útil si no se explica que esa cantidad representa el 3,4% de los casos. La gran mayoría sobrevive. Tampoco es lo mismo decir que hay 100.000 casos, que explicar que muchos pacientes pueden ser asintomáticos y aún así contagiar a otros. Por eso, la cifra total de casos no se sabe con certeza, porque no se han hecho pruebas a toda la población. Solo hay cifras de casos confirmados, pero puede haber muchos más. 

Es importante dejar claro que hay datos que no son definitivos y pueden cambiar con el tiempo.

  1. Usar fuentes calificadas

Cuando se trata de temas de salud se debe acudir a fuentes especializadas en el tema. Si bien los líderes de gobierno o políticos pueden declarar sobre medidas a tomar para contener la epidemia, no son los mejores voceros para explicar los aspectos científicos de una enfermedad.

También es importante citar e indicar al lector los sitios confiables para encontrar información sobre la enfermedad, como la OMS, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) o instituciones académicas y publicaciones especializadas.

  1. Visibilizar a los especialistas y evitar el falso balance

Este tipo de situaciones son una buena oportunidad para darle atención a especialistas de áreas que usualmente no reciben atención mediática. Especialistas en salud pública, epidemiólogos, enfermeras, creadores de vacunas y genetistas pueden explicar los aspectos científicos de la epidemia para informar al público.

En estos casos se debe evitar la cobertura de hipótesis que no tengan pruebas ni estén basadas en la comprobación científica. Los medios especializados no conceden la misma atención a las comunidades de personas que niegan hechos validados científicamente. Si no hay un argumento científico, no hay necesidad de cubrir a otros voceros para hablar sobre el nuevo coronavirus.

  1. Explicar lo que saben los científicos y cómo lo descubrieron

Un reporte completo sobre la epidemia debe informar sobre lo que saben los científicos y también cómo lo supieron. Cuáles experimentos han hecho, qué han aprendido, cómo lo han descubierto. Entender la epidemia es un proceso, y dar el contexto sobre los estudios brinda información más completa para que los lectores entiendan los resultados.

  1.   Combatir los mitos de forma efectiva

Desmentir rumores y mitos sobre la enfermedad es parte fundamental de la información, siempre que se haga de manera efectiva. Lo recomendado es combatir los mitos que realmente se hayan extendido en la población.

Se deben sustituir rumores y desinformación con verdades. Hacer desmentidos breves y simples. Cuando una afirmación es falsa, se debe dejar claro desde el título de la nota. Explicar las razones por las que es falsa y por qué se ha extendido la creencia.

Por ejemplo, el ajo es un alimento que tiene ciertas propiedades antimicrobianas. Por lo que es comprensible que algunas personas piensen que puede ayudarlos a prevenir la Covid-19. Pero el ajo no es efectivo para combatir el nuevo coronavirus. Explicar la razón ayuda a entender mejor el desmentido.

Periodistas alemanes hacen cobertura a la segunda reunión de la unidad conjunta de los ministerios de Salud e Interior de Alemania para atender la contención de la Covid-19. Fotografía de David Gannon | AFP

  1. Reconocer la falta de información

La epidemia de Covid-19 se ha extendido muy rápido y los científicos estudian la enfermedad a medida que se propaga. Por esa razón no hay muchas cifras definitivas ni información absolutamente certera sobre la enfermedad.

Pero los lectores tienen muchas preguntas. En estos casos, lo correcto es aclarar que hay información que no está confirmada por los investigadores y explicar por qué. Eso ayuda a evitar la confusión en el público y la propagación de rumores sobre temas que todavía no están confirmados.

  1. Explicar cómo funciona la ciencia y el sistema de salud

Las coberturas de epidemias son oportunidades para explicar cómo funciona la ciencia y el sistema de atención sanitaria. ¿Qué debería tener el sistema de salud para enfrentar una epidemia? ¿Cuáles son los profesionales que deben atenderla? ¿Hay recursos para hacerlo? 

También es útil la información sobre los procesos en la ciencia. La OMS ya ha informado que se está investigando una nueva vacuna, pero este proceso puede tomar dos años. Explicar los procesos vinculados al desarrollo de la vacuna es información útil.

  1. Hacer una cobertura segura para los reporteros

En 2014, un camarógrafo de NBC contrajo ébola durante su cobertura de la epidemia en Liberia. Cubrir una epidemia es un riesgo para los reporteros. Están expuestos porque entran en contacto con pacientes infectados.

Así como los periodistas usan chalecos antibalas y atuendos protectores para cubrir situaciones de violencia, los medios deben asegurarse de que los reporteros estén informados y tengan recursos para protegerse de un contagio durante la cobertura.

  1. Siempre repetir las medidas de prevención

La OMS ha insistido en que la manera más efectiva de evitar la propagación de la enfermedad es lavarse las manos con agua y jabón de manera frecuente, usar antibacteriales con base de alcohol, tomar distancia social y cubrir la cara con la parte interna del codo al momento de toser.

Se pueden usar las redes sociales para informar al público, comunicar las medidas y responder las preguntas sobre la enfermedad. Siempre se deben repetir las medidas de prevención, en los artículos relacionados con el tema.

  1. No abandonar la historia

La historia no termina cuando baja el pico de la epidemia. Quedan lecciones que aprender, reportar sobre las vacunas e inmunizaciones, sobre los pacientes con secuelas, el efecto en la economía, la evaluación de las políticas públicas aplicadas, y la respuesta de los gobiernos para atender la epidemia. 

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Si usted ha viajado o ha tenido contacto con personas que hayan estado en países afectados, o presenta síntomas similares a los de la enfermedad, consulte a su médico.

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