Entrevista
Cecilia García Arocha: «No me puedes dar las mínimas condiciones y yo caer en tu trampa»
por Hugo Prieto
Fotografías de Andrés Kerese
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A lo largo de esta conversación, sin proponérselo, pero con la determinación de no eludir ningún tema, Cecilia García Arocha, rectora de la Universidad Central de Venezuela, plasma el recorrido que ha transitado la sociedad venezolana a partir de un momento estelar y luminoso, el 16 de julio de 2017.
Declive es poco. Hay una secuencia de eventos, inexplicables, que han traído como consecuencia la falta de credibilidad y la desesperanza que hoy inunda a los venezolanos. Es un retrato hablado, con precisión inusual. Si el frente es amplio debería haber una renovación “en todos los sentidos, en todos los actores”. Pero parafraseando a Rubén Blades, se ven las caras… las mismas caras.
¿Qué implicaciones ha tenido la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, mediante la cual se ordenó la suspensión de elecciones en las universidades autónomas, entre otras la Universidad Central de Venezuela?
Vamos a ubicarnos y a recordar un poco. En 2008 —en julio de este año se cumple una década—, las comisiones electorales convocan a elecciones de decanos (en el caso de la UCV son 11 facultades) que fueron suspendidas por el TSJ. Posteriormente, esas mismas comisiones llamaron a elecciones rectorales, que también fueron suspendidas por ese mismo tribunal. El dictamen del TSJ ordena que las autoridades permanecerán en el cargo hasta tanto se realicen elecciones. En esta situación se encuentra no solo la UCV, sino el resto de las universidades autónomas. Yo soy de las personas que cree en la alternabilidad electoral, porque es sinónimo de democracia. Sin embargo, no soy enemiga de la reelección, puesto que yo fui reelecta. Pero yo no modifiqué ningún reglamento ni la Ley de Universidades.
¿En las universidades existe la reelección indefinida?
No, tampoco comparto esa figura, porque no es sano para las instituciones que una persona tenga un mandato indefinidamente. La Universidad, muy sabiamente, estableció en la Ley de Universidades la reelección en los decanatos (facultades), pero no para las autoridades universitarias que son cuatro (además de la rectora; Nicolás Bianco, Vicerrector Académico; Bernardo Méndez, Vicerrector Administrativo y Amalio Belmonte, secretario). A nosotros nos eligieron para un período de cuatro años, pero no estamos ilegales, somos totalmente legítimos, porque el propio TSJ, digámoslo así, alarga nuestro periodo, nuestro ejercicio profesional. Nos hemos mantenido, con un gran esfuerzo, claro que sí. Pero eso, claramente, produce un agotamiento natural. No solo están suspendidas las elecciones a nivel de decanos y autoridades rectorales, sino a nivel de los estudiantes. Lo que hizo la UCV fue organizar elecciones que no están incluidas en el dictamen del TSJ, elecciones de centros de estudiantes y de la Federación de Centros Universitarios (FCU), pero el cogobierno universitario está suspendido. Es decir, no contamos con la representación estudiantil, por ejemplo, en el Consejo Universitario. Esa decisión no la podemos compartir, pero no fue un mandato a los rectores, sino a las comisiones electorales, que obviamente se abstuvieron de convocar a elecciones, porque incurrirían en desacato y ya sabemos cuáles son las consecuencias.
¿Qué diría con relación a la estructura institucional de la Universidad? Digamos, cuando no hay renovación de equipos, no hay debates, no hay propuestas.
Yo no comparto la idea de que la Universidad es un reflejo del país. No, la Universidad es una cosa y el país es otra. Pero la Universidad está dentro de la estructura del país, por supuesto que sí… es una institución pública. Yo creo que lo que está pasando no es solo en la Universidad, sino en el resto de la sociedad venezolana: el desánimo, la desesperanza. Por ejemplo, en 2007, la deserción estudiantil era de 5 por ciento. Actualmente es de 29,1 por ciento. Es la más alta y muy preocupante. Las facultades más afectadas, paradójicamente, son Humanidades y Educación, Ciencias Económicas y Sociales y Derecho. Pero las facultades donde hay una inversión (Odontología, Arquitectura y Ciencias Exactas) la deserción es menor. Eso es algo que tenemos que analizar. ¿Qué hemos visto? Los estudiantes apostillan sus notas no al finalizar la carrera, como lo hacían anteriormente, sino a mitad de sus estudios. En 2017, se jubilaron 100 profesores; en el primer trimestre de este año, 200 profesores. Lo cual indica que hay una situación de país muy complicada. Eso se une a una aceptación de renuncias que prácticamente yo no firmaba. Lo hago permanentemente, todos los días. ¿Quiénes son? Personal administrativo, técnicos en computación, en recursos humanos. Gente que se va del país. Eso es lo más grave. Que tenemos gente formada que se va a buscar otras fronteras.
¿Las universidades se han vaciado?
No es que estén vaciadas, yo creo que el país ha perdido un gran porcentaje de venezolanos. Se dice que son cuatro millones, pero no son solo de las universidades que nos agrupamos en la Asociación Nacional de Rectores, sino de otras universidades que se han creado bajo este régimen, en estos 18 años, que también han sufrido el mismo problema. Yo tengo información de que eso ocurre en PDVSA, en otras empresas. Ahí tenemos, por ejemplo, esa foto, muy bonita pero muy lamentable, al menos para mí, de médicos en Chile. ¿Dónde se formaron esos médicos? En las universidades venezolanas. Son más de 100 médicos que aparecen en una foto en un hospital. Es el éxodo del país. Todas las familias tenemos un pariente que abandona el país. ¿Y por qué lo abandonan? Por inseguridad, por falta de oportunidades, porque no hay un salario digno.
Usted habló de 200 profesores que habían pedido su jubilación. ¿Qué está haciendo la universidad?
Cuando uno es profesor agregado y a mitad de carrera, a los 38 o 40 años, emigra, o se va, o simplemente busca qué cosa hacer para poder vivir en este país, eso es muy lamentable. Y no basta con que se diga si se quieren ir que se vayan. Ese tema lo tocamos en el Consejo Universitario, porque la Universidad sigue haciendo esfuerzos, tiene que hacer más esfuerzos para retener a sus profesores. No todo puede ser educación a distancia. No es como la gente cree que voy a agarrar una computadora y voy a dirigir a un estudiante. No, la tecnología es muy costosa. Son varios los factores que llevan a los jóvenes a tomar una decisión y emigrar del país.
En el Aula Magna de la UCV se organizó el acto de conformación del Frente Amplio. En principio, uno ve a representantes de la Iglesia, de organismos sindicales y de otras instancias que anteriormente se denominaban las fuerzas vivas y que ahora conforman la sociedad civil. ¿Cuándo a usted le plantearon la idea de que el acto fuese en la universidad, usted hizo una valoración política de lo que eso significaba?
Bien buena tu pregunta, porque te voy a aclarar. Aquí no se hizo el lanzamiento de ningún Frente Amplio. Aquí tuvo lugar una iniciativa democrática que hizo la Asociación de Profesores (APUCV), que la dirige un profesor que se llama Víctor Márquez Corao. Él conversó conmigo y me manifestó que la Asociación de Profesores y su directiva querían hacer un acto en el Aula Magna que se llamara Venezuela unida no se rinde, es hora de cambiar. Ese fue el evento. Yo le recomendé al profesor Márquez que observara el cumplimiento de las normas que pide la sala Aula Magna y dirección de Cultura, que pusiera atención con el tema de la seguridad, porque la universidad había sido víctima de una violencia inaceptable. Más de 140 casos fueron reportados a la Fiscalía General de entonces, bien sustentados por la Consultoría Jurídica, y ninguno de esos ataques a este patrimonio fue resuelto o respondido hasta el sol de hoy.
Rectora, usted estuvo ahí, presente.
A las 6:00 pm del día anterior yo pregunté cuál era el programa. Me dijeron que iban a participar sectores educativos públicos y privados. No me dijeron quiénes iban a participar. Y la Universidad, que es plural, jamás pregunta quiénes van a participar. De hecho, asistieron personalidades que, si fuese por mí, no los hubiera invitado. Cada cual tiene su forma de ser. A mí me invitaron para que diera unas palabras de salutación. Eso fue lo que yo hice. No hice diagnósticos, que lo conozco, ni conclusiones, que también las conocemos.
Voy a hablar como el señor que va al kiosco y compra el periódico. Ve la foto y piensa: «aquí está la rectora avalando este acto».
No. No. Te reitero, el acto no fue del Frente Amplio. Creo que ha sido muy mal utilizado por los políticos y también por ustedes, los periodistas, que no han sabido realmente ubicarse con respecto a lo que sucedió en el Aula Magna. El Aula Magna ha sido así toda la vida. Lo que pasa es que se han tenido que suspender una serie de actos por la violencia, entre otros, un Consejo Universitario ampliado convocado por las autoridades universitarias para dar a conocer la situación administrativa de la Universidad. Estando en la Sala de Conciertos no habían transcurrido 10 minutos cuando lanzaron bombas lacrimógenas y aquello desapareció. El evento organizado por la APUCV trajo como consecuencia que se venció el miedo. Claro que se venció el miedo. Demostramos, además, que el Aula Magna tiene que ser abierta a todas las corrientes del pensamiento y se envió un mensaje muy claro a los partidos políticos de que tienen que unirse. Yo no soy miembro de la MUD, ni de ningún partido político, ni del Frente Amplio tampoco. Eso debe quedar muy claro. Yo soy la rectora de la Universidad Central de Venezuela y, por lo tanto, me mantengo en el centro. Ahora, tengo que tener una opinión política.
Claramente, y la ha manifestado alrededor de varios puntos. Digamos que hubo una foto, se creó una expectativa, pero la secuencia de esas imágenes no ha sido precisamente una expresión nítida de unidad.
La foto que tal vez no les gustó a los venezolanos fue la que se tomó dos días después. Es decir, si uno hace un frente amplio… es aaamplio en todos los sentidos, ¿verdad? Es renovación en todos los sentidos, de todos los actores. Yo no critico a los partidos políticos, son parte esencial de la democracia. Pero la foto que nosotros nos tomamos, si a eso nos referiremos, fue una foto institucional. La foto de los dos días después fue absolutamente política. En el evento que se hizo en el Aula Magna había un representante de la Conferencia Episcopal Venezolana y cuando al padre Virtuoso le tocó el turno de hablar lo hizo junto con ese representante, en representación de la Iglesia Católica, no como rector de la UCAB, porque yo se lo pregunté. Si hay que hacerle una observación al Frente Amplio, hay que hacérsela a los políticos, a quienes lo están organizando, a las personas que están invitando a los distintos sectores a participar.
Lo que uno advierte es que se crea una estructura social y política para buscar una alternativa a la crisis que estamos viviendo e inmediatamente es dinamitada. ¿No estamos viviendo un capítulo estelar de la antipolítica, más acabado que en los años 90? ¿Qué piensa usted?
Yo lo que creo es que hay una palabra, que para mí encierra muchas cosas, que es credibilidad. ¿Por qué fuimos los rectores garantes del resultado de la consulta ciudadana que se organizó el 16 de julio (2017)? Porque nos convocó la Asamblea Nacional, que es la única que yo reconozco y nos dijo: De acuerdo a nuestras competencias, vamos a hacer una consulta y queremos que la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios escojan a cinco de sus integrantes y sean ellos quienes den el resultado final. El martes 18, el rector Benjamín Scharifker entregó esos resultados en la sede de la Asamblea Nacional. ¿Qué pasó con esos resultados? Nada. Habrá que preguntarle a la AN qué hicieron con los resultados de más de ocho millones de personas que expresaron su opinión.
Esa consulta, digámoslo así, también fue la expresión de la gigantesca protesta en las calles, que se extendió por más de 90 días, para exigir el restablecimiento de la Constitución en Venezuela.
Yo, particularmente, creo que debe haber un respeto, sé que el venezolano es muy respetuoso, de los hogares que perdieron a más de 140 jóvenes, muchos de ellos estudiantes universitarios. El primer joven que cae en San Bernardino era estudiante de Economía de esta universidad. Yo estuve en su entierro, acompañando a su familia. ¿Qué ocurrió? No lo sé. El 30 de julio nos habían dicho: No se instala la Asamblea Nacional Constituyente, y se instaló. Y después: Vamos todos a las elecciones de gobernadores, que tenían un año vencidas. A los dos meses: No vamos ninguno a las elecciones de alcaldes porque no hay condiciones. ¿Y es que acaso las había cuando se hicieron las elecciones de gobernadores? Y luego: Vamos todos a las elecciones de abril como sea. Hay un 70 por ciento de descontento que se va a capitalizar contra el régimen. Eso no es verdad. Los votos no son transferibles. La gente tiene que hacer un programa, un proyecto, y ganarse al país. Eso es, en mi opinión, lo que está pasando.
Diría que usted, al igual que muchos venezolanos, está descontenta, inconforme, pero en su caso tiene entidad como rectora de la UCV, ¿Cecilia García Arocha está satisfecha con la conducción política que ha exhibido la dirigencia opositora venezolana?
No. Desde el 16 de julio (2017) a hoy, no. Yo no soy abstencionista. La única arma que yo conozco para cambiar o ratificar es el voto. He estado acostumbrada a participar. Pero yo no le suplico a nadie… Usted me da las mínimas condiciones para que yo participe. Las condiciones están plasmadas en una Constitución y usted me las cumple, usted me las respeta. No es eso que yo cambio el cronograma electoral de acuerdo a mi bienestar, a mi beneficio. Las elecciones son en abril, ahora son en mayo, el cronograma se cierra aquí y luego allá. Las elecciones a consejos legislativos correspondían con la elección de gobernadores, pero ahora se hacen ahora. Me inscribo, no me inscribo. No entiendo, realmente, qué es lo que pasa en esa conducción política. Eso trae la no credibilidad y consecuentemente la desesperanza. Si vamos a las redes sociales a ver las expresiones sobre la conducción política, eso no vale la pena ni leerlo, son irrespetuosas a más no poder. ¿Qué refleja eso? Bueno, yo no creo en ti.
Hay una secuencia de eventos desde el 16 de julio a la fecha. ¿Usted cree que el liderazgo opositor ha sido consecuente con esa secuencia?
A lo mejor uno puede sentir como venezolano que los políticos no han sido consecuentes. Pero yo creo que el punto es otro. Yo creo que es difícil la unidad o creer que la unidad es el pensamiento único. Si eso es lo que quiero, yo sé dónde inscribirme, en el PSUV. Pero como eso no es lo que quiero, entonces yo volteo a la pluralidad. El punto, creo yo, es que factores que tienen un común denominador se pongan de acuerdo. Si ese común denominador es la democracia, es la constitucionalidad, es retornar a la Venezuela segura, productiva y capaz de… hay que hacer muchos sacrificios. Y dentro de esos sacrificios está el recogerse las personas que de repente no pueden ser, para darle paso a quienes sí pueden ser.
La unidad ha sido un mantra que todos invocan, pero no ha resultado útil o eficaz.
Para la oposición política ha sido muy complicado ponerse de acuerdo. Por ejemplo, hay personas separadas de la MUD que dicen: hay que salir del régimen para luego votar. ¿Y cómo salimos del régimen? Díganme cómo. Yo no lo puedo decir. Yo digo, vamos a salir del régimen votando, pero no me puedes inhibir, no me puedes anular, no me puedes dar las mínimas condiciones y yo caer en tu trampa. ¿Por qué las elecciones se hacen en el último cuatrimestre del año? Porque la toma de posesión está plasmada en la Constitución vigente. Es el 10 de enero del año siguiente. No puedes hacer una elecciones en abril (ahora en mayo) para gobernar ocho meses y entregar el gobierno. Si compites ganas o pierdes. Esa es la ley de la vida.
¿La Universidad Central de Venezuela y su rectora están en modo resistencia?
Si se puede llamar resistencia lo que hemos enfrentado, podríamos decir que sí. ¿Sabes qué? Yo me levanto todas las mañanas con el mismo ánimo. No voy a desesperanzarme. Ni voy a perder la esperanza en mi país. Yo me levanto con la misma ilusión, con el mismo cariño, con las mismas ganas de hacer y todos los días se me presenta algo diferente, pero siempre con las ganas de avanzar. Yo soy una mujer de esperanza, creo en las elecciones. Yo me juramenté en el Aula Magna y de ahí salgo como ex rectora de esta universidad. Y mi cuadro estará allí —Cecilia García Arocha señala a la galería de ex rectores de la UCV—, donde están todos los cuadros de quienes le hemos servido a este país y a esta universidad; mientras yo sea rectora no formaré parte de ninguna estructura política. Después de que deje de serlo, hablamos.
Hugo Prieto
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