Sin dolor no hay ganancia, ¿cierto?

Heródoto de Halicarnaso, historiador y geógrafo griego, narra la historia del mensajero Filípides: el primer corredor del que se tiene registro. En el año 490 a. C., Filípides recorrió los 42 kilómetros que separan a la ciudad de Maratón de Atenas para anunciar el triunfo de los combatientes griegos sobre las tropas persas. Exhausto, cayó muerto.

La historia de Filípides es la primera prueba de que correr un maratón no es bueno para la salud. Ahora no tenemos que debatirnos entre la filosofía del no pain, no gain —esa especie de mantra ya pasado de moda— y las nuevas teorías que hacen más énfasis en la baja intensidad a la hora de entrenar; en los beneficios de actividades alternativas como las pesas o el yoga, en el descanso y las terapias de recuperación. Ahora más bien tenemos que debatirnos entre invertir salud, tiempo y dinero para darnos el gusto de sufrir o disfrutar un maratón.

La manera de competir y de entrenar tiene mucho que ver con los tiempos. A cada uno de nosotros nos tocó pertenecer a una generación en la cual muchas veces nos negamos a ser encasillados. En el siglo XX lo que convertía a un boomer en mejor maratonista era acumular kilómetros en las piernas. No hacer otra cosa que no fuera únicamente correr y agregar uno que otro estiramiento antes y después del entrenamiento. Hoy en día un millennial debe hacer pesas, ciclismo o natación como deportes alternativos, vigilar la dieta y también contar con un buen fisioterapeuta para convertirse en un mejor maratonista.

Por eso, cuando se acerca un maratón, hay corredores que buscan a Víctor Montero, director del centro de rehabilitación FisioCoach y entrenador de natación del equipo ECA Master Swim. A Víctor lo conoce mucha gente, sobre todo corredores de largo aliento. Hay que estar muy bien planificado y conocer las limitaciones del cuerpo para someterlo a más de 12 semanas de entrenamiento intenso, en las que se suman muchos kilómetros, y no correr el riesgo de sufrir alguna dolencia o lesión. ¿Qué tanto dolor hay que sentir para considerar una cita con un fisioterapeuta? Montero repite: “Escucha tu cuerpo, él te dirá cuándo”.

Estas son algunas de las recomendaciones de Víctor Montero para conservar el físico, sobre todo el día del maratón.

1. ¿Qué tan lesionado es aceptable correr?

“Pienso como fisioterapeuta y entrenador que cuando haya una lesión no es lo más adecuado continuar con el proceso de entrenamiento así como ir al evento. Siempre habrá otra oportunidad, siempre vendrán nuevos eventos y de seguro tanto el atleta como el entrenador, en caso de tenerlo, aprenderán de esta situación”.

2. En caso de que ocurra una lesión durante la competencia, ¿cojear o retirarse del maratón?

“Hay que reconocer el tipo de dolor que presentamos en ese momento. Está el típico dolor del ejercicio. El simple hecho de la contracción muscular repetitiva puede producir dolor. Se debe a los desechos metabólicos que pueden producir fatiga y después dolor. Aunque este fenómeno es manejable y se puede continuar con el ejercicio, hay que tener cuidado para no producir mayor daño. Ahora, hay que estar atento cuando sentimos molestia o dolores diferentes al que produce el ejercicio. Dolor punzante, irradiado, quemante, que te impidan realizar el gesto deportivo. Se debe estar atento y saber hasta dónde podemos llegar. Detenerse, moverse y estirarse para continuar es válido, pero hay que estar siempre atento. Recuerda que hay otros eventos, no es la última carrera. Nuevamente repito: escucha tu cuerpo”.

Víctor Montero retratado de Kenny Jo

3. Dolor muscular postmaratón, ¿es como la medalla de participación, lo tienes apenas terminas la carrera?

“Cuando haces ejercicio moderado o de fuerte intensidad se puede presentar dos tipos de dolor. El primero, agudo, puede aparecer durante o inmediatamente después de la carrera. Es el típico dolor que comienza luego de terminar el maratón. Al bajar escaleras o al momento de sentarnos nos duelen las piernas. Este dolor se atribuye a la disminución del riego sanguíneo en el músculo o la acumulación del desecho metabólico, así como a las micro rupturas de la fibra muscular que ocurre cuando se hace un ejercicio repetitivo.

En segundo lugar está el ‘dolor muscular de aparición tardía’ (DMT). Tiene su pico de aparición entre las primeras 24 o 48 horas después del ejercicio y puede durar entre 7 y 10 días. No se conoce con exactitud la causa de este fenómeno, pero hay teorías que tratan de explicarlo. La más antigua es la producción de ácido láctico, pero se ha descartado porque se ha comprobado que los niveles de ácido láctico regresan a niveles normales pocas horas después del ejercicio.

Otra teoría es la producción de espasmos musculares. Se presentan luego del ejercicio en presencia de contracción excéntrica de la musculatura, lo cual produce acumulación de sustancia tóxicas y ocasiona dolor. Otro estudio indica que el DMT se produce por la tensión que se genera en el sarcómero (unidades funcionales más pequeñas de la fibra muscular) durante la contracción excéntrica. Hay autores que también proponen que este fenómeno aparece cuando se realiza un ejercicio al que la persona no está acostumbrada”.

De esto es lo que se trata correr un maratón: de hacer algo extraordinario sin llegar a los extremos de Filípides, algo a lo que no estemos acostumbrados. Algo por lo que estamos dispuestos a sufrir, en la medida de nuestra tolerancia al dolor, con tal de llegar hasta nuestra Atenas con buenas noticias.

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La mente también se entrena para un maratón

El regreso del Maratón CAF en Caracas