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Entre 2004-2014 Venezuela experimentó el boom petrolero más largo de su historia. Pero la administración de Hugo Chávez disparó el gasto en tal magnitud que los petrodólares y la recaudación de impuestos se quedaron cortos ante la voluminosa deuda en divisas, representada principalmente en bonos emitidos por Pdvsa y el Gobierno central.

Tras no crear un fondo de ahorro, destinar buena parte del dinero en proyectos incapaces de exportar y no invertir para elevar y mantener la producción de petróleo –rubro que provee 96 de cada 100 dólares que ingresan a la nación– la economía cayó en una crisis que se acentuó una vez desplomado el precio del barril.

El pago de capital e intereses de la deuda consume una elevada porción del ingreso en divisas, mientras la población padece una fuerte escasez de productos básicos, las empresas reducen o paralizan su producción por no poder importar materia prima e insumos imprescindibles y Venezuela sufre una dilatada recesión.

Salvo que el petróleo experimente un voluminoso salto –que hoy no luce probable–, los vencimientos de los bonos de Pdvsa y el Gobierno Central seguirán presionando las finanzas venezolanas al menos hasta 2027. En virtud de este cuadro, en Prodavinci hemos realizado un trabajo especial que analiza los principales indicadores, pone a disposición de sus lectores un glosario con los términos básicos necesarios y consulta la opinión de siete reconocidos especialistas que recomiendan qué hacer y anticipan qué pudiese ocurrir de no adoptarse las medidas adecuadas.