Nuevo gobierno sirio: ¿Qué sigue?

Madre e hija ondean la nueva bandera de Siria desde el Monte Qasioun en Damasco, el jueves 19 December 2024. Fotografía de Antonio Pedro Santos | EFE | EPA

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21/12/2024

Desde la madrugada del domingo 8 de diciembre, cuando las fuerzas rebeldes tomaron el control de la ciudad de Damasco poniendo fin al gobierno de Bashar al-Assad y a una dinastía autocrática que mantuvo el poder de 1971 a 2024, comenzó a reinar la expectativa por el futuro de Siria.

Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) es el grupo que lideró la ofensiva que derrocó a Al Assad. Los nuevos autoproclamados líderes del país, bajo la dirección del comandante islamista Ahmed al-Shara, conocido por su nombre de guerra, Abu Mohammed al-Jolani, lograron tomar Damasco en una ofensiva que tomó menos de doce días. 

En Damasco, la capital, y Alepo, los manifestantes saquearon el palacio presidencial, arrancaron retratos de la familia Assad y derribaron estatuas, poniendo fin a una brutal guerra civil que comenzó en 2011, cuando Al Assad reprimió violentamente las protestas pacíficas a favor de la democracia durante la Primavera Árabe, y a lo largo de la cual unas 618.000 personas perdieron la vida y alrededor de 12 millones -más de la mitad de la población del país- se vieron desplazadas.

El momento de transición que atraviesa Siria deja muchas preguntas sobre cómo evolucionará la situación y cuáles podrían ser las repercusiones a nivel geopolítico y la región.  

¿Qué se sabe de Hay’at Tahrir al-Sham, el grupo que gobierna Siria?

El grupo armado que tomó Damasco y busca consolidar el poder en una nación fracturada por profundas divisiones étnicas y religiosas es Hay’at Tahrir al-Sham (abreviado HTS). Opera con una fuerza estimada de entre 10.000 y 30.000 combatientes, y sus orígenes se remontan al 2011, cuando se fundó como Jabhat al-Nusra, una filial de Al Qaeda arraigada en el salafismo, una de las ramas más conservadoras de la religión del Islam. 

En 2017, HTS rompió formalmente sus lazos con Al Qaeda, expulsando a sus miembros leales y tratando de desmarcarse del yihadismo global. Desde entonces, la organización ha mantenido el control sobre partes de la gobernación de la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, una zona en la que estableció su propia administración y expulsó a la mayoría de los combatientes de ISIS. 

El grupo también ha intentado remodelar su imagen, presentándose como un movimiento nacionalista religioso tolerante, en lugar de una organización yihadista. No impone códigos de vestimenta a las mujeres y ha permitido la celebración de servicios religiosos a las minorías viviendo bajo su territorio.

Aun así, los esfuerzos de HTS por mejorar su reputación no han conseguido borrar el estigma. El grupo sigue siendo considerado como una organización terrorista por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Europea y las Naciones Unidas, aunque actualmente se debate si esa designación debe cambiar. 

El pasado 10 de diciembre, Mohammed al-Bashir, un ingeniero eléctrico que había estado administrando la región de Idlib al noroeste de Siria, fue designado como primer ministro interino hasta el 1 de marzo de 2025. De acuerdo con un comunicado de prensa, su labor se centrará en “mantener la seguridad, la estabilidad de las instituciones y asegurar que el Estado no se desintegre”.   

Según el sitio web del gobierno de transición, al-Bashir se licenció en “Sharia y Derecho” por la Universidad de Idlib en 2021. Años antes, en 2007, había obtenido una licenciatura en Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Alepo, a la que siguieron otras titulaciones en inglés, planificación administrativa y gestión de proyectos.

En poco más de una semana de control sobre Damasco aún se sabe poco de cómo será la vida bajo la administración del grupo rebelde. Si su administración en la región de Idlib otorga algunas pistas, reportes indican que allí el grupo aunque comenzó con un control autoritario, revirtió sus políticas más extremas. 

A diferencia del Estado Islámico, que recurrió a métodos brutales como las ejecuciones públicas, este grupo ha optado por imponer principalmente multas a quienes infringen las leyes. 

El grupo ha buscado ganar el apoyo de la población desarrollando trabajos de obras públicas: en Idlib han pavimentado carreteras, restaurado el suministro de agua y electricidad y reparado los daños causados por la guerra, en una Siria donde estos servicios básicos siguen ausentes en muchas otras regiones.

En Damasco, las autoridades de Hayat Tahrir al-Sham hicieron hincapié en sus esfuerzos por restablecer la seguridad y los servicios básicos para acercar el país a una sensación de normalidad. La administración de transición anunció en Telegram que las escuelas y universidades reabrirán el domingo 22 de diciembre, y las clases se reanudaron en Alepo, Idlib, Damasco y otras provincias.

¿Qué países extranjeros siguen operando en Siria?

Israel:

Durante el fin de semana que terminó en la salida de Bashar al-Assad, las fuerzas israelíes se adentraron en territorio sirio, estableciendo lo que los funcionarios israelíes denominan “posiciones defensivas temporales”. El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, confirmó los ataques contra instalaciones sirias de armas químicas y misiles, enmarcándolos como una medida preventiva para evitar que las armas cayeran en manos de grupos extremistas.

En poco más de una semana, Israel ha permanecido en territorio sirio y han conducido más de 450 ataques aéreos sobre depósitos de armas y defensas aéreas. Ahmed al-Shara, líder de la coalición rebelde que gobierna actualmente Siria, habló el sábado 14 de diciembre con Syria TV -un canal alineado con la oposición- y acusó a Israel de utilizar pretextos para amparar su “injustificada” presencia en Siria, y descartó que su grupo enfrentaría a Israel, argumentando que Siria no está en condiciones de soportar otro conflicto.

“El estado de guerra de Siria, tras años de conflicto, no permite nuevos enfrentamientos”, dijo el comandante de HTS, Ahmed al-Shara, añadiendo que estaba centrado en soluciones diplomáticas. “La prioridad en este momento es la reconstrucción y la estabilidad, no dejarse arrastrar a disputas que podrían llevar a una mayor destrucción”.

Turquía:

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha centrado desde el inicio de la guerra en Siria en 2011, en contener a la minoría kurda en Siria, la cual integra al grupo armado SDF que se levantó en armas contra Bashar al-Assad y fue apoyado por Estados Unidos para combatir al Estado Islámico. 

Tras la caída de Al Assad, Turquía ha intensificado sus operaciones militares en el norte de Siria, llevando a cabo ataques aéreos y respaldando al Ejército Nacional Sirio (ENS) en su lucha contra los militantes kurdos, a los que Ankara considera una amenaza terrorista directa.

El Ejército Nacional Sirio, apoyado por Turquía, formado en 2017, consiste en milicias anti-islámicas opuestas a Bashar al-Assad, muchos de ellos, desertores de las fuerzas militares de Siria. Turquía ha fundado, armado y entrenado al grupo para pelear con el SDF, y si bien ha peleado contra el HTS en el pasado, se unió a ellos para derrocar a Bashar al-Assad. 

El grupo ha sido criticado por poner los intereses de Turquía por encima de la paz de la población local. Turquía ha planteado la posibilidad de liberar al líder militante kurdo, Abdullah Ocalan, encarcelado en Turquía, con la condición de que renuncie a la militancia y desmantele su movimiento armado. 

La propuesta supone una posible apertura a la reanudación de las conversaciones de paz, una idea que durante años ha parecido inalcanzable.

Estados Unidos: 

El presidente estadounidense Joe Biden reafirmó el domingo 8 de diciembre que las fuerzas estadounidenses permanecerán en Siria para “garantizar la estabilidad”, y subrayó las complejidades actuales de la participación extranjera en la región. 

Estados Unidos mantiene unos 900 soldados en el noreste de Siria, trabajando junto a las Fuerzas de Autodefensa para combatir los remanentes del grupo terrorista del Estado Islámico (ISIS). Otra base estadounidense en la región de al-Tanf, estratégicamente situada cerca de las fronteras jordana e iraquí, también permanece activa. 

¿Qué sigue para Siria?

La reconstrucción de Siria será todo menos sencilla. Restablecer la estabilidad y reconstruir un país devastado por más de una década de guerra pasará por la necesidad de ejercer un poder capaz de cohesionar a un país con divisiones étnicas y religiosas, pasando por la complejidad planteada por actores regionales e internacionales presentes.

El líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) anunció que los combatientes se disolverán y se integrarían bajo la autoridad del Ministerio de Defensa de Siria, aunque aún no está claro cómo se aplicaría exactamente este plan.

Estados Unidos y varios otros países siguen clasificando a HTS, el grupo dirigido por el Sr. al-Shara, como organización terrorista. Esta clasificación representa un obstáculo importante, ya que restringe drásticamente la ayuda y los recursos que los gobiernos y las organizaciones extranjeras pueden proporcionar a los nuevos dirigentes sirios.

Este impulso para restablecer la ley y el orden se produce mientras el nuevo gobierno trabaja para volver a poner en marcha las instituciones públicas básicas. Los planes para reabrir los aeropuertos internacionales ya están en marcha, y la agencia estatal de noticias de Siria ha empezado a publicar información actualizada, que abarca desde los tipos de cambio del banco central hasta las convocatorias de reclutamiento para la policía.

El Martes 17 de diciembre, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró que la Unión Europea tendría que mantener su compromiso con Ha’yat Tahrir al-Sham y otras facciones de Siria para apoyar los esfuerzos de reconstrucción del país.

“Tendríamos que iniciar un debate sobre el alivio de las sanciones”, declaró von der Leyen en Ankara junto al Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. “Pero esto sólo puede ocurrir si se ven sobre el terreno progresos reales en una transición pacífica”. 

“Europa está dispuesta a poner de su parte para apoyar a Siria en esta coyuntura crítica”, dijo von der Leyen. 


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