Fotografía de Thomas Coex | AFP
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Las próximas elecciones autonómicas en España tendrán lugar este domingo 28 de mayo en doce de las diecisiete comunidades autónomas, e incluirán también elecciones municipales en las 8.135 poblaciones de todo el país.
Estas elecciones marcan el inicio de un apasionante periodo político y la antesala de las esperadas elecciones generales, previstas para finales de este año, donde los españoles votarán para elegir a los miembros del Congreso de los Diputados y del Senado de España, y renovar el gobierno nacional.
Varios puntos de presión influenciarán el año electoral español. Entre las consideraciones clave para los votantes estarán la gestión por parte del Gobierno de la pandemia de covid-19, su respuesta a los retos planteados por la inflación y las medidas adoptadas ante el conflicto ruso-ucraniano y la incertidumbre derivada de él. Los electores también examinarán otras cuestiones críticas, en busca de un liderazgo eficaz para afrontar los complejos retos de la salud pública, la estabilidad económica y los asuntos internacionales.
Ante la definición de qué partidos políticos conseguirán dominar en las regiones, las encuestas indican un retroceso de la izquierda en todo el país, con una recuperación sustancial del Partido Popular (PP), que sostiene una ventaja en los sondeos en 6 de 12 comunidades autónomas.
Actualmente, el PP gobierna sólo en dos comunidades autónomas: Madrid y Murcia. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) enfrenta al reto de conservar su influencia en nueve regiones donde hoy son gobierno: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, La Rioja y Navarra. El PP los aventaja en los sondeos en cuatro de estas comunidades autónomas. Sin contar cómo la dinámica política se verá aún más condicionada por la actuación de los partidos de Unidas Podemos y Vox, debido a que su fuerza podría inclinar la balanza en uno u otro sentido.
De acuerdo con una encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es, Isabel Díaz Ayuso está cerca de alcanzar la mayoría absoluta en Madrid, lo que le permitiría gobernar sin necesidad de forjar alianzas ni comprometer cuotas de poder. Sin embargo, otra encuesta realizada por Sigma Dos para el mismo elDiario.es le otorga a la presidenta madrileña entre 65 y 67 escaños, mientras que la mayoría absoluta requiere al menos 68.
Al entrelazar múltiples niveles de gobierno, desde las elecciones municipales de base en los pueblos más pequeños, centros urbanos, y la elección de las autoridades de las comunidades autónomas, estas elecciones regionales serán un momento decisivo, trazando en última instancia el rumbo de los partidos políticos en su camino hacia el gran enfrentamiento de finales de 2023.
Los doce gobiernos autonómicos que serán elegidos el próximo 28 de mayo serán Aragón, Asturias, Illes Balears, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, País Valencià, Extremadura, Comunidad de Madrid, La Rioja, Región de Murcia y Navarra. Además, también se llevarán a cabo comicios en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Cataluña, Galicia, Euskadi (conocidas como comunidades históricas), Andalucía y Castilla y León serán las comunidades autónomas excluidas de la convocatoria electoral.
Un panorama favorable al PP
El Partido Popular (PP) afronta las próximas elecciones municipales con cauteloso optimismo, absteniéndose de celebraciones prematuras. La razón se deriva de los estrechos números en intención de voto, que permanecen reñidos en casi todas las ciudades en juego.
Liderado por Alberto Núñez Feijóo, el partido de centroderecha aspira a defender diez capitales de provincia, al tiempo que apunta a hacerse con el triunfo en otras cinco o seis, entre ellas Albacete, Granada, Sevilla, Valladolid y Valencia.
Tras haber quedado por detrás del PSOE en 1,8 millones de votos en 2019, el objetivo del PP este año es aglutinar a una mayoría creciente bajo un proyecto transversal que pueda atraer también a los descontentos y así apostar a amasar una mayor cantidad de votos de un espectro político más diverso.
Un elemento a destacar es que el PP experimenta un momento favorable que infunde confianza en su capacidad para gobernar en hasta seis comunidades autónomas que actualmente están bajo control del PSOE, con la capacidad de prescindir del apoyo de Vox en cuatro de ellas.
Incluso, en algunas candidaturas autonómicas destacadas, el partido ya ha diseñado planes de contingencia para gobernar sin Vox. La táctica principal reside en forjar acuerdos parlamentarios o pactos de investidura que les permitan mantenerse en el poder de forma independiente, con el apoyo externo de otros partidos regionales.
La alianza del presidente Sánchez con Bildu, una coalición independentista formada por varios partidos de izquierda y nacionalistas vascos que cuenta entre sus filas con personas que habían sido condenadas por terrorismo, ha sido uno de los principales argumentos esgrimidos por el Partido Popular para denunciar y criticar el liderazgo de Pedro Sánchez, y por extensión de su partido.
El PP presiona constantemente al presidente del gobierno por su postura respecto a esa. Para ello, el partido prepara una iniciativa parlamentaria que pretende impedir la formación de alianzas de gobierno con el Bildu mientras sigan contando con terroristas en su estructura.
Pese a haber afirmado en numerosas ocasiones que no formaría ninguna alianza política con Bildu, Sánchez mantiene un pacto que le ha costado a él y a su partido en las encuestas.
El pasado 17 de Mayo, en una aparición ante el senado español, el presidente Sánchez criticó las listas de candidatos propuestos por Bildu para las elecciones regionales, por incluir personas responsables de delitos ligados a las acciones terroristas del grupo ETA.
“Ustedes se han equivocado en la elaboración de las listas municipales para el próximo 28 de mayo. Puede ser legal lo que han hecho, pero desde luego no es decente”, dijo Sánchez a la portavoz de EH Bildu. “Lo que se tiene que pedir a esas personas que integran las listas municipales es, en primer lugar, un mensaje más rotundo y contundente de reparación, de perdón y de, por supuesto, reconciliación y de homenaje a las víctimas que sufrieron tanto dolor durante tantos años de actividad de la banda terrorista ETA”.
A pesar de sus cuestionamientos a la inclusión de personas condenadas por terrorismo en las listas electorales del Bildu, el presidente Sánchez se niega a romper con Bildu, ya que un corte podría minar sus posibilidades de conseguir los apoyos necesarios para obtener una victoria electoral en el País Vasco.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional está examinando la denuncia presentada por la Asociación Dignidad y Justicia en relación con los 44 candidatos de Bildu a las próximas elecciones municipales, los mismos que fueron condenados anteriormente por su relación con ETA, siete de ellos por delitos de sangre.
En su escrito, la asociación solicita que el Ministerio Público inicie diligencias de investigación para comprobar si los términos de las condenas impuestas permiten su inclusión en las listas electorales o si alguno de ellos permanece inhabilitado.
«Es deber y obligación del Estado de Derecho ser especialmente cautelosos y escrupulosos con el cumplimiento de los requisitos legalmente exigidos para poder concurrir como candidatos a unas elecciones», señala el documento de la asociación presidida por Daniel Portero.
El PSOE en riesgo de perder posiciones
En las elecciones autonómicas de 2019, obtuvo victorias en nueve de las doce comunidades autónomas. Aragón, Principado de Asturias, Islas Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja y Navarra cayeron bajo su influencia. Sin embargo, con la evolución del panorama político en los últimos cuatro años, el PSOE enfrenta el reto de preservar los logros conseguidos en los últimos comicios.
En todas las regiones, el PSOE ha hecho hincapié en la aplicación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, formulado por el gobierno español en respuesta a la pandemia de Covid-19. Este plan integral pretende reparar los daños causados por la crisis y sentar las bases para una recuperación sostenible.
La cogobernanza entre el Estado y las comunidades autónomas también se ha convertido en un tema destacado en la retórica de campaña del PSOE. Al promover la colaboración y la toma de decisiones compartida, el partido pretende reforzar las relaciones entre los distintos niveles de gobierno, fomentando un enfoque inclusivo y participativo de la gobernanza.
Este énfasis en la cooperación refleja la creencia del partido en la necesidad de emprender esfuerzos colectivos para abordar problemas acuciantes como la subida de precios, y salvaguardar los intereses de los miembros más vulnerables de la sociedad. Sus medidas propuestas incluyen iniciativas para promover el empleo de calidad, abordando los contratos temporales y facilitando el acceso a la vivienda a través de programas de subsidio de alquiler.
En un alarde de ambición regional, el PSOE también promete transformar los municipios en espacios más verdes y sostenibles. Sin delinear un plan detallado, proponen garantizar que los ciudadanos tengan un fácil acceso a servicios públicos vitales como escuelas, sanidad y servicios sociales tan solo a 15 minutos de distancia en zonas urbanas y a 30 minutos en zonas rurales.
De cara a las próximas elecciones, el PSOE se esforzará por mantener su sólida posición y preservar los logros alcanzados durante la legislatura anterior, haciendo énfasis en la aplicación del Plan de Recuperación, la promoción de la cogobernanza y la promesa de resolución de los principales retos socioeconómicos que enfrenta España.
Un nuevo partido dinamiza el espectro político español
Sumar, el partido político recientemente creado y encabezado por Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno de España, y exmiembro del partido Unidas Podemos, aspira a consolidar y unir el espacio de izquierdas en la política española.
Con un fuerte énfasis en las políticas progresistas y la justicia social, Sumar aborda temas como la desigualdad de ingresos, los derechos de los trabajadores, la vivienda asequible y el cambio climático.
Yolanda Díaz, que se ha presentado como defensora de los derechos de los grupos marginados y aboga por una sociedad más justa e integradora, ha visto el rápido crecimiento de su proyecto político.
Datos recientes del Centro de Investigaciones Sociológicas indican que Sumar está experimentando un rápido aumento de apoyos, convirtiéndose en el tercer partido político de España. Según las encuestas, Sumar cuenta ahora con un 12,3% de los votos, superando a Vox como la tercera fuerza política del país.
Este crecimiento se produce a expensas de otros partidos de izquierda, como Unidas Podemos y el partido gobernante PSOE. Sumar ha atraído votantes desilusionados que se sienten cada vez más atraídos por su plataforma de progreso y cambio social, una tendencia que podría dividir a la izquierda y en últimas jugar a favor de las candidaturas del PP.
Los extremos pueden definir el mapa electoral
En las elecciones de este domingo 28, cuyo resultado podría ser bastante estrecho, las alianzas con partidos más al extremo podrían inclinar la balanza a favor del PP o del PSOE, permitiéndoles consolidar su dominio en las regiones.
Al formar alianzas estratégicas, tanto el PP con Vox, como el PSOE con Podemos y Bildu, tienen la oportunidad de ampliar su base de apoyo y ganar el impulso necesario para asegurar la gobernanza regional. Sin embargo, dichas alianzas sólo se ejecutarán luego de que los votos sean contados, dado que nadie quiere comprometer más de lo necesario.
Vox, un partido de derechas, más conservador que el PP, se ha propuesto ganar más protagonismo en los gobiernos regionales desde su entrada en la escena política en diciembre de 2018. Su programa electoral apela a los valores tradicionales y a las costumbres regionales. Entre las medidas destacadas figuran planes para reducir el precio de la vivienda y aumentar su asequibilidad mediante la conversión de suelo no urbanizable en terreno edificable.
En materia económica y laboral, Vox propone imponer aranceles a las empresas que no estén radicadas o tributen en España, eliminar los «impuestos verdes» y derogar algunas leyes vigentes para la protección climática.
Por otra parte, Podemos, pese a su pérdida de posiciones y caída en las encuestas tras la salida de Pablo Iglesias y las consecuencias de la polémica ley del sí es sí, busca alcanzar la victoria centrándose en el aumento de la financiación de la sanidad pública, la educación y el apoyo a los más vulnerables. Plantean una renta regional garantizada de 700 euros por persona y 100 euros por niño, dirigida a quienes se encuentran en una situación económica desfavorable.
Las fuerzas progresistas consideran imperativo reforzar su cooperación, en particular las que se sitúan a la izquierda del PSOE, para negociar y definir claramente las características clave de una plataforma unificada que les resultará crucial para sumar votos.
El PP, por su parte, quiere salvaguardar su gobernabilidad futura sin comprometer sus posiciones. El principal objetivo del partido sigue centrado en reunir una mayoría cada vez más amplia, para evitar dependencias que puedan dificultar la gobernabilidad y estabilidad en un eventual Gobierno del PP.
La Agencia de Investigaciones Sociológicas del Gobierno Español (CIS), publicó una encuesta en plena campaña para las elecciones autonómicas y municipales, que desplaza el foco de atención hacia las próximas elecciones generales.
Según sus estimaciones, el PP gana terreno al PSOE, mientras que Sumar se perfila por primera vez como tercer partido, superando a Vox. El sondeo sugiere que Sánchez podría restablecer un gobierno de coalición, ya que una alianza con Sumar alcanzaría el 41,4% de los votos. El bloque de izquierdas se reforzaría aún más con Podemos, creando una diferencia de casi 10 puntos entre ambos bloques.
La medición del CIS del mes de mayo, realizada entre los días 3 y 8, otorga al PP una ligera subida en la intención de voto. El PSOE registra un descenso de 1,3 puntos, pasando del 30,4% en abril al 29,1% en mayo. En cambio, el PP crece 1,1 puntos y alcanza el 27,2%, dejando la diferencia entre socialistas y populares en tan sólo 1,9 puntos. Por otro lado, Vox, liderado por Santiago Abascal, pierde su posición simbólica como tercer partido del país, experimentando un descenso hasta el 10,6% de la intención de voto de los españoles.
Los expertos sostienen que el partido que ostente la tercera posición podría acabar inclinando la balanza de poder entre los bloques de izquierda y derecha en cuanto al número de representantes electos, definiendo no sólo el mapa electoral regional por los próximos cuatro años, sino también el rumbo que posiblemente podría tomar el liderazgo político del país, dependiendo de quién logre asegurar la presidencia del gobierno en las elecciones generales de 2023.
Flaviana Sandoval
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