Destacadas
100 días de Milei: Sin apoyo del Congreso, ¿sobrevivirá la agenda libertaria?
Por Diego Marcano
Una pensión de vejez al otro lado de la línea
Por Morelia Morillo
La odisea de los Ulises por la frontera sur
Por Morelia Morillo
Fabiola Ferrero: “He aprendido a tener una identidad híbrida”
Por Hugo Prieto
Los niños en la línea
Por Laura Clisánchez
Te puede interesar
Los más leídos
Tuve un anillo enchapado en oro
con un rubí de ocho caras:
una simple imitación
de joya preciosa.
Ese anillo lo sacaba a relucir
cuando no tenía qué comer
y mi vida de estudiante
valía menos
que una botella desaguada
donde podía verse la ciudad
en la que vivía Ioane:
un gitano
que tasó mis camisas
a buen precio
de tarros de mermeladas de mora:
un pan de hogazas
y un agrio yogur
blanco.
Siempre al final de aquel negocio,
Ioane me pedía en préstamo
la baratija de anillo con rubí.
–Llegará la hora en que tendré dinero
para comprarlo. (Murmuraban
sus dientes, como si los Cárpatos
estuvieran esmaltados con nicotina).
Yo soñaba con el aparador
de una tienda de fiambres
y con un tranvía: amarillo y rojo.
Porque cada vez tenía menos,
pero también algo que contar
como el ratón
que se encuentra –de pronto–
frente a un trozo de queso.
Igor Barreto
ARTÍCULOS MÁS RECIENTES DEL AUTOR
Suscríbete al boletín
No te pierdas la información más importante de PRODAVINCI en tu buzón de correo