Documentos de Mar-a-Lago: Trump enfrenta cargos federales

Fotografía de Chip Somodevilla | Getty Images North America | Getty Images vía AFP

16/06/2023

Este martes, Donald Trump se convirtió en el primer expresidente en toda la historia de Estados Unidos en comparecer ante un tribunal para responder por cargos federales en su contra. La sesión judicial de 50 minutos se produjo en el tribunal federal de Miami, donde Trump escuchó los cargos presentados por el Departamento de Justicia, el cual le acusa por mal manejo de documentos clasificados y por obstaculizar voluntariamente al gobierno en sus esfuerzos por recuperar dichos documentos.

El ex presidente se declaró inocente de todos los cargos. 

Un documento de 44 páginas fue revelado la semana pasada por el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida, en el que se discute la posesión irregular de documentos altamente sensibles por el expresidente Donald Trump en su club y hotel Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, y la obstrucción a la justicia por no cooperar en la devolución de los documentos clasificados cuando autoridades gubernamentales intentaron recuperarlos. 

En el documento se detallan 37 cargos, incluyendo 31 por cada documento de información de seguridad nacional clasificada que permaneció en su poder, además de cargos adicionales por ocultación de documentos clasificados, conspiración por obstrucción de la justicia y declaraciones falsas al FBI. 

La investigación que condujo a la imputación de cargos se inició en 2021, cuando los Archivos Nacionales, la institución gubernamental encargada de la conservación y documentación de los archivos gubernamentales e históricos de Estados Unidos, notificó que algunos registros no fueron devueltos por el expresidente a su salida del cargo. 

Trump se mostró inicialmente reacio a cumplir con la petición de devolución, a pesar de las continuas advertencias de sus asesores legales sobre las graves repercusiones a las que podría enfrentarse por hacer caso omiso de las demandas del Estado de retornar los documentos. 

Finalmente, envió 15 cajas de material a los archivos. Sin embargo, al examinarlas, los funcionarios de la institución descubrieron que entre ellas había material clasificado, lo que les llevó a notificarlo al Departamento de Justicia. Este descubrimiento desencadenó la investigación exhaustiva sobre la gestión y conservación de los documentos clasificados por parte del expresidente.

Los cargos presentados por el Departamento de Justicia convirtieron a Donald Trump en el primer expresidente de la historia de Estados Unidos en enfrentar cargos federales.

Por segunda vez este año, Donald Trump compareció ante un tribunal, tras su aparición en abril, hace sólo dos meses, para responder por cargos estatales en un tribunal de Nueva York, donde fue acusado de falsificar registros comerciales relacionados con un pago de dinero por silencio a una estrella porno, poco antes de las elecciones de 2016. 

El expresidente, que ha criticado duramente las recientes acusaciones en su contra e insiste en su inocencia, visitó el restaurante “Versalles”, un famoso restaurante cubano en Miami, el día de su comparecencia ante el tribunal federal, saludando a sus partidarios en lo que ha sido catalogado por muchos analistas como una acción de campaña para acercarse al voto latino en Florida.

A lo largo del día, Trump publicó en redes sociales críticas al proceso judicial. En uno de sus mensajes se refirió directamente a Jack Smith, fiscal especial encargado de investigar al expresidente en el caso de documentación privilegiada, a quien tildó de “criminal”. En otras publicaciones calificó el proceso judicial en su contra como otro intento de obstruir su posible candidatura contra el presidente Biden en las elecciones presidenciales de 2024. 

Trump publicó el jueves por la noche un video de cuatro minutos en el que repite muchas de sus afirmaciones anteriores, entre ellas que el Departamento de Justicia está siendo convertido en un arma y que las investigaciones sobre él son una «interferencia electoral».

«Soy un hombre inocente. No hice nada malo», dice Trump en el video publicado en la red Truth Social. 

El expresidente concluyó su jornada en New Jersey con un evento de recaudación de fondos, en el que los donantes debían dar un aporte mínimo de 100.000 dólares a su campaña presidencial para poder participar en una «cena a luz de velas» en su club de golf de Bedminster.

Los cargos 

Los fiscales federales sostienen en la acusación que el expresidente Donald Trump puso en peligro la seguridad nacional al manipular indebidamente documentos clasificados obtenidos de la Casa Blanca. La acusación alega que Trump participó en un plan para obstaculizar los esfuerzos del gobierno para recuperar estos materiales, pintando un cuadro de obstrucción deliberada.

Las posibles consecuencias de procesar por primera vez a un ex presidente son tan inéditas como profundas. De ser declarado culpable, Trump podría ser condenado a años en prisión, que a sus 76 años, bien podría significar pasar el resto de su vida en una prisión federal.

El documento de 44 páginas sugiere que “decenas de miles de asistentes” a Mar-a-Lago pudieron tener acceso a los documentos clasificados, debido a que durante el período comprendido entre la salida del ex presidente Trump de la Casa Blanca y la recuperación de los documentos en una redada del FBI en agosto de 2022, las actividades sociales en Mar-a-Lago no cesaron.

Durante la operación de búsqueda del FBI en la lujosa propiedad del ex presidente Trump, las autoridades encontraron documentos clasificados, algunos de ellos con información relacionada a los programas nucleares y vulnerabilidades potenciales del país ante un ataque militar.

La acusación de los fiscales destaca casos en los que el expresidente Donald Trump mostró documentos clasificados a personas que carecían de la autorización de seguridad adecuada. 

La investigación fiscal también sugiere que Trump tenía conocimiento de la presencia de documentos clasificados en su poder, y que tanto él como su asistente, Walt Nauta, tomaron medidas deliberadas para ocultar estos documentos, incluso después de haber sido citados a declarar sobre su existencia ante las autoridades gubernamentales.

¿Implicaciones para la campaña presidencial de 2024?

El Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) tiene la política institucional de evitar investigar o acusar a candidatos a cargos públicos en el período previo a unas elecciones, para no socavar la confianza pública en el estado de derecho.

El fiscal general Merrick Garland ordenó en 2022 a su departamento que fuera «especialmente sensible a salvaguardar la reputación de imparcialidad, neutralidad y no partidismo del departamento», razón por la cual, para garantizar una supervisión independiente, Garland nombró a Jack Smith como fiscal especial encargado de supervisar dos investigaciones que implican al ex presidente Donald Trump: una por el manejo de documentos clasificados que permanecían en el club Mar-a-Lago y otra por su presunta implicación en los actos violentos del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos. 

Donald Trump y sus partidarios han descrito la acusación como políticamente motivada e injustificada. Los republicanos de la Cámara de Representantes apoyaron al expresidente, alegando que el presidente Biden había politizado el Departamento de Justicia para atacar a su posible adversario en las próximas elecciones de 2024.

Participar en la retención de documentos altamente clasificados y proporcionar información engañosa a los agentes federales colocaría a Trump en un mayor riesgo en términos legales, en comparación con casos anteriores. Sin embargo, sigue siendo incierto si estas acusaciones influirán en la sólida posición que goza actualmente como claro favorito para ganar las primarias republicanas de cara a las elecciones presidenciales de 2024. 

Los casos que enfrenta Trump en las cortes parecen no afectar el apoyo aparentemente inquebrantable de sus partidarios, que siguen haciendo eco de su discurso. Por otra parte, el presidente Biden se ha mantenido hermético ante los últimos acontecimientos, haciendo silencio con respecto a la acusación a Trump, evitando alimentar la narrativa de que él desempeñó un papel fundamental en la decisión de acusar formalmente al expresidente, utilizando al Departamento de Justicia como arma política.

Dada la lentitud del sistema judicial estadounidense, resulta improbable que, de ser hallado culpable, Trump se encuentre en prisión antes de noviembre de 2024, fecha en que se celebrará el proceso electoral. 

Sin embargo, las acusaciones en su contra, que hasta el momento parecieran jugar a su favor de cara a las primarias de este nuevo ciclo electoral, podrían convertirse en una desventaja en la revancha contra Biden en las elecciones generales. Los votantes moderados, que ya vienen desencantados por el comportamiento de Trump durante su mandato, cada vez tienen menos razones para verlo como el candidato más seguro y racional. Adicionalmente, Trump afirmó sin pruebas que se había producido un fraude electoral generalizado tras perder las elecciones de 2020, y ahora sostiene que el «Deep State» está detrás de la acusación que pesa sobre él por mal manejo de documentos clasificados y obstrucción a la justicia.

El proceso legal no lo inhabilita para presentarse como candidato a la presidencia en 2024 o para ejercer el cargo si llegara a ser elegido. La oportunidad para la descalificación habría sido a través de una condena del Senado en uno o ambos de los juicios políticos que enfrentó el expresidente en 2020 y 2021, por abuso de poder e incitación a la insurrección, respectivamente. Sin embargo, Trump fue absuelto en ambas ocasiones. 

La acusación podría incluso aumentar el apoyo entre la base de votantes de Trump, que le perciben como víctima de una persecución injusta. Sin embargo, el impacto de estos acontecimientos en la trayectoria de su campaña en el resto del electorado es incierto.

No es la primera vez que Trump se enfrenta a un escrutinio legal o a una acusación, y la respuesta del Partido Republicano se está desarrollando de forma predecible. A pesar de que otros aspirantes republicanos compiten por la nominación presidencial de 2024, hasta ahora el partido ha permanecido unido en torno a la candidatura de Trump.

Con su acostumbrada retórica que descalifica las pruebas presentadas en la acusación y sus persistentes afirmaciones sobre “el robo de las elecciones de 2020”, el ex presidente continúa dificultando la tarea de conseguir una pluralidad suficiente para alcanzar la presidencia en 2024.


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