Dengue, influenza y el covid que nunca se fue: 5 claves sobre la situación en Venezuela

Un grupo de ancianos espera recibir la vacuna Sputnik V en el Hospital Victorino Santaella, en abril de 2021. Fotografía de Pedro Rances Mattey | AFP

26/01/2024

Todo el mundo habla sobre “la gripe que está dando”, o al menos eso parece desde finales del año pasado. Pero no está dando una sola gripe, en la actualidad están circulando varios virus respiratorios en Venezuela, además de la arbovirosis más frecuente: el dengue. 

La situación no se limita solo a Venezuela. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó el 8 de enero de 2024 niveles elevados de enfermedades respiratorias agudas en las Américas. En su actualización epidemiológica, la OPS señala tres en circulación: covid-19, influenza y virus sincitial respiratorio. 

Pero en Venezuela no tenemos datos ni boletines epidemiológicos públicos. La OPS señala en su reporte que “En Venezuela, la actividad de la influenza ha permanecido fluctuante alrededor del umbral epidémico en las últimas cuatro semanas epidemiológicas, con un ligero aumento en la actividad del virus sincitial respiratorio”. 

Para comprender la situación, sus riesgos y recomendaciones, consultamos a Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, y a Julio Castro, médico infectólogo del Instituto de Medicina Tropical. Estas son 5 respuestas sobre la situación epidemiológica venezolana y qué debemos saber para cuidarnos. 

1. Están circulando varios virus respiratorios, pero no hay información concreta de su alcance

La infectóloga Patricia Valenzuela señaló que en la actualidad, en el país circulan cuatro virus respiratorios principales: SARS-CoV-2 (que causa covid-19), influenza A, influenza B y virus sincitial respiratorio. 

“Estamos en la temporada de influenza, que en el hemisferio norte comienza en septiembre y se extiende hasta el primer trimestre del año siguiente”, explica. 

Por su parte, el médico Julio Castro señala que si bien se sabe que estos virus están circulando, no hay forma de saber la situación nacional porque no hay datos oficiales de las autoridades. Sin embargo, monitoreos privados reportan un aumento de las enfermedades respiratorias. 

“En el caso de Caracas, en la Policlínica Metropolitana hacemos un monitoreo semanal de casos respiratorios. Cuando recibimos a los pacientes hacemos un panel respiratorio para esos cuatro virus. En la actualidad, 70% de esos casos son covid, 20% influenza A y el 10% suele ser influenza B y virus sincitial respiratorio. Hay un aumento claro del número de casos respiratorios, que viene progresivamente desde las últimas semanas de noviembre. Cada semana aumentan los casos, un poco simulando el comportamiento que vemos en buena parte del hemisferio norte”, explica Castro.

2. Aunque muchos casos se pueden tratar en casa, es importante identificar las señales de alarma

Una de las complicaciones para atender estos casos es que son muy parecidas. Los cuatro virus respiratorios tienen síntomas muy similares y, además, los primeros días del dengue —enfermedad que ha tenido un repunte importante en la región desde mediados del año pasado— pueden confundirse también con un virus respiratorio. La mayoría de estos casos se pueden superar en casa, con reposo y tratamientos adecuados, pero en los casos complicados se requiere hospitalización. 

“Todos empiezan igual, tanto los virus respiratorios como los arbovirus (virus que se transmiten por artrópodos, como el mosquito). Hablo de dengue, zika y chikungunya. La fiebre es importante en dengue, siempre está presente. Se acompaña de malestar general, dolores musculares, puede haber dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, también fotofobia, el paciente no tolera la luz artificial ni la luz natural. Esos son los síntomas básicos o los primeros que presenta dengue”, señala la doctora Valenzuela. 

Sin embargo, una vez pasan los primeros días, en el dengue no se presentan síntomas respiratorios (tos, estornudos, congestión nasal) y esto permite distinguirlo de las demás enfermedades. 

“Es el mismo dengue que hemos tenido toda la vida. Pero desde 2016 la Organización Mundial de la Salud lo clasifica diferente: ahora es dengue, dengue con signos de alarma y dengue grave”, agrega Valenzuela. 

¿Cuáles son las señales de alarma en estos casos?

«En dengue: dolor abdominal, evidencia de sangrado ―bien sea por las encías, al orinar―, la intolerancia a la vía oral, poco apetito, náuseas, vómitos, porque todo eso favorece las pérdidas insensibles de agua y contribuye a la deshidratación, lo que permite que el dengue con signos de alarma avance a dengue grave. No hay que esperar que estén todos los signos de alarma. Aunque aparezca uno, si usted tiene fiebre, malestar general y dolor abdominal, hay que ir a una emergencia para recibir atención médica, hacer los exámenes correspondientes, rehidratar. Con respecto a covid-19 e influenza, siempre que se presente dificultad respiratoria, el cansancio haciendo las actividades cotidianas, que te agotas, sientes que te falta el aire», explica Valenzuela.

“Si tienes dos días con fiebre y al tercero se mantiene, o empeoran los síntomas respiratorios, es buen momento para hacerte una prueba e ir al médico. Cuando es una gripe común, al tercer día ya estás mejor. Más allá de que la gran mayoría de los pacientes con covid-19 no se complican hoy en día, buena parte de las familias del mundo tienen alguna persona vulnerable, un paciente mayor de 70 años, un niño menor de dos años, una persona que toma esteroides, un paciente que recibe quimioterapia… A esas personas tenemos que protegerlas y la única forma de hacerlo es identificar qué otro caso en la familia tiene un virus respiratorio que puede ser severo para esa persona. Particularmente influenza y covid-19”, agrega Castro.

3. La automedicación puede complicar el tratamiento

Ante cualquier malestar, lo ideal es acudir al médico. “Cuando un paciente tiene malestar, tiene malestar y punto. No tiene cabeza para diferenciar un síntoma de otro, tampoco los cuidados. Por eso es bueno que busque ayuda en un médico que vea lo que está pasando”, dice Castro. 

Sin embargo, con un sistema público de salud deteriorado y con una crisis económica que muchas veces impide pagar las consultas médicas —privadas e incluso en centros públicos—, la automedicación suele ser común para el malestar. Esto puede comprometer el organismo, incluso aumentar el riesgo de mayor severidad de una enfermedad. 

En este sentido, Castro y Valenzuela señalaron los medicamentos que, definitivamente, se deberían “evitar a toda costa” si no se tiene orden médica: 

“La primera es usar antibióticos. Ni dengue, ni covid-19, ni influenza requieren antibióticos. No tiene ningún sentido usar antibióticos, a menos que haya una justificación evidenciada por un médico que examinó al paciente. Lo segundo es evitar la aspirina, porque en el caso del dengue puede complicar la situación. Dependiendo de lo que pasa en el tercer día de malestar, si es un dengue o una patología respiratoria, entonces sí se pueden indicar algunas cosas. En dengue no usamos nada, solamente hidratación. Pero en ese caso hay un juicio de un médico calificado que permite orientar a la persona sobre lo adecuado en cada caso. No hay una regla única que funcione para todo el mundo”, señala Castro. 

“Cuando hay sospecha de dengue, el venezolano está acostumbrado —y además es la recomendación— a tomar acetaminofén o paracetamol. Es lo ideal porque los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como ibuprofeno, son derivados de la aspirina y pueden complicar los casos de dengue, zika y chikungunya. Los antibióticos deben ser prescritos por un médico, porque no toda fiebre es una infección bacteriana. Deben ser prescritos posterior a una evaluación médica y complementada con estudios de laboratorio”, agrega Valenzuela.

4. La nueva variante de covid-19 seguramente llegará a Venezuela

“No tengo dudas de que si todavía no está en Venezuela, la nueva variante de covid-19 va a llegar al país. No hay motivos para creer que será distinto. Esta variante requiere el mismo tratamiento, los síntomas son los mismos”, señala Castro consultado sobre la nueva subvariante de interés JN.1, también llamada Pirola.

Esta subvariante, parte del linaje de ómicron, es la última variante de interés identificada por la OMS. Para diciembre de 2023, la JN.1 ya era responsable de la mayoría de los casos de covid-19 en Estados Unidos. Su circulación ya fue detectada en los países que comparten las fronteras más extensas de Venezuela: Colombia y Brasil. En los países donde se ha identificado, se ha reportado un aumento considerable de casos de covid-19.

“La OMS la clasificó como una variante de interés porque se ha distribuido de manera rápida en diferentes países. La transmisión de todos estos sublinajes nuevos es igual: a través de las gotitas de saliva y microgotitas que conforman los aerosoles; y las medidas de prevención también siguen siendo igualmente efectivas contra estos nuevos sublinajes: uso de mascarilla, lavado de manos, ventilación, evitar las concentraciones de personas y la vacunación. Otro detalle importante es que no se describe que este sublinaje sea más severo o más grave. No se ha visto un cambio en los síntomas, ni en la gravedad de la enfermedad”, explica Valenzuela.

5. El país debe procurar vacunas contra covid-19 de nueva generación

Las autoridades venezolanas no reportan los datos sobre vacunación de covid-19 en el país. Si bien no se ha suspendido oficialmente la inmunización, la última vez que se actualizaron los datos de cobertura ante la OPS fue en febrero de 2022. Para entonces, Venezuela alcanzaba 49,8% de la población con dos dosis y menos de 5% con la tercera. No se sabe cómo ha progresado la vacunación en los últimos dos años, no se ha publicado el plan de vacunación ni se ha actualizado, tampoco se han anunciado cambios importantes en la distribución de centros de vacunación contra covid-19.

En los últimos dos años se han desarrollado nuevas vacunas contra covid-19, incluyendo inmunizaciones que incorporaron la variante ómicron. Desde su aparición, el virus SARS-CoV-2 no ha dejado de evolucionar y mutar. Las nuevas inmunizaciones permiten generar anticuerpos neutralizantes ante las nuevas subvariantes del virus y sus linajes descendientes. Por ejemplo, se desarrollaron vacunas bivalentes que incluyen la cepa original del virus originada en Wuhan y la variante del linaje BA.4 y 5, descendiente de ómicron. También se ha desarrollado una vacuna monovalente con el linaje XBB, también descendiente de ómicron. 

Para diciembre de 2023, la OMS reportaba que 73% de las secuencias genéticas del virus SARS-CoV-2 registradas en la iniciativa GISAID pertenecían al linaje descendiente de XBB. Por eso, la organización recomendó que se siga usando la vacuna monovalente XBB.1.5 en los planes de vacunación. 

“También se puede valorar la posibilidad de utilizar otras composiciones y otros tipos de vacunas si dan lugar a una producción elevada de anticuerpos neutralizantes frente a las variantes actualmente circulantes, incluidos los linajes descendientes de XBB- y BA.2.86”, señaló la OMS. 

Sin embargo, las únicas vacunas contra covid-19 recibidas y administradas en Venezuela fueron Sinopharm, Sinovac y Sputnik V, desarrolladas en China y Rusia, respectivamente. No hay información sobre disponibilidad, inventario y procura de nuevas inmunizaciones para reforzar el plan de vacunación nacional. Otros países de la región, como Argentina, Perú, Colombia, Ecuador y Chile, iniciaron desde el año pasado —o planean iniciar— las nuevas inmunizaciones bivalentes o monovalentes.

Los médicos Castro y Valenzuela coinciden en que Venezuela debería tener acceso a las nuevas vacunas contra covid-19. “El detalle está en que esas dos vacunas son de ARN mensajero, muy demandantes con respecto a la cadena de frío. La cadena de frío en Venezuela se optimizó, se acondicionó, ciertamente. Sabemos que en algunos puntos de la cadena se pueden recibir estos tipos de vacuna, pero no sabemos cuáles son, ni cuál es la capacidad, ni mayores detalles. Creo que las autoridades sanitarias deben plantearse tratar de manejar la procura de alguna de estas dos vacunas para ofrecerlas a los venezolanos”, señaló Valenzuela. 

Ante la falta de disponibilidad de otras inmunizaciones, ambos médicos señalaron que todavía no existe un consenso sobre la utilidad de seguir administrando refuerzos con las mismas vacunas disponibles en el país. Pero sí recomendaron que todos los venezolanos completen el esquema completo con al menos 3 dosis. 

“Yo tengo cuatro vacunas. Nosotros mismos —los médicos— no sabemos si tiene sentido otra vacuna igual. La recomendación es tener la tercera dosis y llegar a la cuarta. El que viaje a otro país, si puede, que se ponga la vacuna ómicron XBB, pero no tiene sentido en este momento hacer un viaje solo para buscar vacunas”, dijo Castro. 

“El venezolano tiene derecho a recibir la mejor recomendación y los mejores esquemas de vacunación, que lleguen las vacunas de segunda y tercera generación. Las últimas recomendaciones de la OMS de diciembre de 2023 plantean que las personas puedan disponer de esta vacuna monovalente. Si no está disponible en el país, hay que completar esquema de vacunación y respetar las medidas preventivas”, agregó Valenzuela.

Ante la situación actual, la Sociedad Venezolana de Infectología y la Academia Nacional de Medicina exhortaron a las autoridades a reportar los datos epidemiológicos, informar a la población de la situación y procurar nuevas vacunas para reforzar la protección de la población. 

Con respecto a la influenza hay un problema similar. Si bien esta inmunización está incluida en el esquema de vacunación oficial, y la recomendación es actualizar la vacuna anualmente para toda la población, no siempre hay disponibilidad de inmunizaciones en los centros de vacunación regulares. Tampoco hay datos de procura, inventario ni de la cobertura vacunal que tiene la población

Las medidas de prevención para covid-19 también son útiles para prevenir la influenza y otros virus respiratorios. “La Academia Nacional de Medicina sigue recomendando las medidas ya conocidas de prevención, tales como distanciamiento físico, lavado de manos, etiqueta respiratoria y el uso de tapabocas en centros hospitalarios públicos y privados, de acuerdo a los lineamientos que dicte el MPPS (Ministerio del Poder Popular para la Salud)”, dice el comunicado de este organismo.  


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