Daniel Lahoud retratado por Ernesto Costante | RMTF
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Recientemente, el profesor de la UCAB y la UCV, Daniel Lahoud*, lanzó un tuit en el que afirmaba que lo que estamos viendo en los mercados “no es inflación en dólares”. Inmediatamente, hubo comentarios y no pocos economistas —sus colegas— le cayeron encima.
En esta entrevista, Lahoud razona su opinión. Toda gira alrededor de la política monetaria del Banco Central de Venezuela. A la destrucción del bolívar, que apenas cumple con una de las tres condiciones que debe tener una moneda. No es unidad de cuenta, mucho menos reserva de valor. Pero sí medio de pago, aunque por obligación legal del BCV. Nunca como antes, los venezolanos habíamos nadado en el océano de la especulación.
Aquí hay un retrato hablado de cuál sería la solución para Venezuela. Pero el autor de la receta es el enemigo público número uno del populismo latinoamericano. Un gobierno de facto que, sin embargo, demostró sensatez. Digamos que el buen juicio en sus actos y decisiones, no es algo que caracterice a los gobiernos democráticos de la región.
Usted ha dicho que la inflación en dólares no existe. Pero cuando uno va al mercado se entera que los precios (en dólares) suben por el ascensor y el ingreso por las escaleras.
Lo digo porque la inflación es un fenómeno que crea el Banco Central de Venezuela. Los economistas no te van a decir eso, el único que te lo voy a decir soy yo, porque no soy muy amigo del BCV, a pesar de yo trabajé en esa institución por años. El BCV crea inflación cuando emite moneda y, dependiendo de cómo sea la relación entre demanda y oferta de dinero, eso genera o no crecimiento en los precios. En Estados Unidos —entre 2008 y 2022 por ejemplo—, la Reserva Federal aumentó la base monetaria en 13 por ciento interanual, sin embargo, los precios no subieron. ¿Por qué no subieron? Así como aumenta la oferta se incrementa la demanda y al mantener un cierto equilibrio, los precios no se afectan hasta que llega un momento en el que la economía se resiente. Eso fue lo que ocurrió en abril de 2022. Empezaron a sentir inflación y esa sensación continúa hasta el día de hoy. En Venezuela, no hay quien emita dólares, por lo que eso no se puede llamar inflación en dólares. En nuestro caso, lo que ha pasado es —por un lado— un alza especulativa de precios y —por el otro— un alza por ajuste de precios.
A su juicio, ¿qué es lo que ocurre?
El bolívar y el dólar son dos mercancías. Pero el bolívar, por supuesto, es una mercancía que no tiene demanda. Y esa es la razón por la cual tú tienes inflaciones monstruosas en Venezuela. No hay demanda monetaria. La evidencia la vemos en la calle, cuando te encuentras un billete de un millón de bolívares en el piso y ni siquiera te agachas a recogerlos, porque tú sabes que eso ni siquiera vale un centavo. Hay una absoluta escasez de demanda de dinero. Eso es lo que sufre el bolívar. Claro, como el gobierno ha insistido en mantener el bolívar como moneda, la inflación se sigue manifestando en bolívares y se transfiere al dólar, por la vía de que el dólar es una mercancía más, pero no es una mercancía de primera necesidad.
¿Cómo es esa transferencia? ¿Podría explicarla?
Cuando recibes ingresos en bolívares, tú tomas una decisión. Una parte la destinas al consumo esencial y la sobrante, probablemente, la destinas a comprar dólares. De tal modo que eso hace que tú tengas más demanda de dólares que de bolívares y el precio del dólar va subiendo a la zaga de los precios en bolívares. Si haces una relación, adviertes que los precios en dólares suben 20 por ciento, mientras que en bolívares sube 400 por ciento. Entonces, el aumento de los precios se manifiesta en el dólar. Hay otro componente adicional, como nosotros no producimos nada y somos una economía profundamente rentista, entonces, el empresario, buscando ganar más, sube los precios en dólares. Pero esa inflación no es propiamente inflación, es especulación.
Por un lado, tenemos a un Banco Central que no se cansa de emitir bolívares y por el otro a un sector empresarial, por las razones que sea, metidos en una espiral especulativa. ¿Cómo quedamos usted y yo entre esas dos pinzas?
Somos los que pagamos las consecuencias. Lo estás pagando en inflación y en el deterioro de tu ingreso. Cada vez que los precios suben en bolívares, eso también sube en dólares y te impide que la cobertura que tú haces cuando compras dólares sea completa. Voy a un ejemplo. Durante la pandemia, tú salías a la calle con un billete de 100 dólares y te comprabas un supermercado completo, hoy sales con esos mismos 100 dólares y llevas a la casa una bolsita de mercado. ¿Por qué pasa eso? Porque la inflación en bolívares se transfiere a los dólares y el empresario, que tiene los mismos problemas que tenemos tú y yo, necesita y busca ganar más. ¿Qué hace? Sube los precios en dólares. Insisto, esa subida de precios no es inflación.
Quizás no sea inflación, pero aquí todo está dolarizado. Todos los servicios privados, todo lo que se vende. Absolutamente todo.
Claro, y eso ocurre porque no terminas de tomar la decisión de dolarizarte. El bolívar no puede ser recuperado como moneda. Eso es lo que hay que entender. El gobierno está empeñado en lo contrario, así como unos colegas míos. Creen que el bolívar puede ser recuperable. No, el bolívar es un muerto terminal. Recuperarlo implica que se produzca un milagro. Para que una mercancía sea considerada dinero, tiene que cumplir con tres condiciones. Uno, que sea de aceptación general como medio de pago. Dos, que sea reserva de valor. Tres, que sea unidad de cuenta.
¿Qué significan esas tres cosas?
La primera, tú pagas con eso y te lo aceptan. Hoy te aceptan el bolívar, pero no es unidad de cuenta. ¿Por qué no lo es? Cuando vas al mercado y preguntas ¿cuánto vale esto? Tres dólares. No te dicen noventa bolívares sino tres dólares. Entonces, la unidad de cuenta es el dólar. Tú pagas en bolívares porque es un sustituto, pero la unidad de cuenta es el dólar. La tercera es reserva de valor. Si yo recibo mi ingreso en bolívares, ¿qué hago? Dejo una parte para el consumo esencial, probablemente me lo gaste el fin de semana y lo otro lo cambio a dólares, ¿Para qué? Para que eso (el resto del ingreso) quede protegido. Los tengo guardados para después utilizarlos. Entonces, la reserva de valor es el dólar. De los tres elementos, solamente uno lo tiene el bolívar. El dólar tiene los tres. ¿Conclusión? La moneda de verdad es el dólar.
El gobierno no tiene capacidad para emitir dólares, pero tampoco la tiene para hacer la dolarización.
No. Sí la tiene, pero no quiere dolarizar. Eso es lo que pasa.
¿Las economías que están dolarizadas llegan, de alguna manera, a un acuerdo con la Reserva Federal de Estados Unidos?
En lo absoluto. Cuando Ecuador se dolariza no hizo ningún acuerdo con la FED. Sencillamente se dolarizó con los dólares que había en su economía y el Banco Central vendió sus reservas a un tipo de cambio que era cinco veces el del viernes pasado. Recordemos que la dolarización, en ese país, se hizo de sábado a domingo. El presidente de ese momento, Jamil Mahuad, les aseguró a los ecuatorianos que no iba a haber devaluación, que se quedaran con sus sucres, pero entre sábado y domingo mandó el tipo de cambio de 5.000 a 25.000 sucres por dólar. El Banco Central abrió las puertas para vender un dólar por 25.000 sucres.
¿Cómo hace una economía como la ecuatoriana para crecer, para que le entren dólares?
Creció hasta que llegó a la presidencia Rafael Correa y se puso a inventar cosas, porque las puedes inventar con la dolarización también. De hecho, Correa quería destruir la dolarización. Se endeudó, aumentó los aranceles, subió los precios. Actualmente, los ecuatorianos dicen que están sobrevaluados. No es así, ellos tienen aranceles en exceso, así que tienen que tumbarlos para que los precios se ajustes con los del exterior.
Aquí vas al mercado, pagas en dólares y te devuelven bolívares. ¡Qué mantequilla!
Ese se conoce como el uso forzoso de la moneda. Por ley del Banco Central, tú no te puedes negar a aceptar los bolívares. Ahora bien, si la economía venezolana estuviera dolarizada, el Banco Central se vería obligado a vender sus reservas para cubrir los bolívares que hay en la calle. Reservas sobran. El país se podría dolarizar sin problemas. Si elevan el tipo de cambio, como se hizo en Ecuador, mucho más todavía. Ni siquiera tendrías que vender la mitad de las reservas para dolarizar. Si eso ocurriese y el gobierno se metiera en un plan serio de reestructuración (de deuda), aquí se acaba la inflación.
¿Por qué no lo ha hecho?
Porque la manguangua es muy sabrosa. Si tú tienes una cosa que se llama petro (que en realidad es un dólar disfrazado) y fijas todas las tarifas con ese petro, pero tú pagas en bolívares… ¡Tú tienes el mejor de los mundos! ¿Y tú crees que el gobierno va a perder eso? ¿Cuál es el monto de una pensión en Venezuela? 130 bolívares. ¿Tú crees que el gobierno va a pagar las pensiones en dólares? Se oficializaría el hecho de que tanto las pensiones como el salario mínimo es de cuatro dólares, lo que obviamente profundizaría el malestar social. Esa es la razón por la cual no se dolariza. Voy a un ejemplo, para que se entienda por qué el gobierno tiene el mejor de los mundos. Si cobras 500 dólares por la renovación de un pasaporte y 1000 dólares por uno nuevo y la gente lo paga en bolívares, el gobierno los acepta, pero te está cobrando en petros. En cambio, le estás pagando al pensionado 130 bolívares mensuales. ¿Cuántas pensiones tiene que reunir un pensionado para sacar un pasaporte nuevo? (La operación matemática arroja 7.692 pensiones).
¿El gobierno está jugando con todos los medios de pago?
Claro. Aunque no ha sido una práctica exclusiva de este gobierno. Lo han hecho todos los gobiernos.
Pero el gobierno del señor Maduro se ha entrenado muy bien.
Claro, son casi 100 años de experiencia acumulada desde que crearon el Banco Central, en 1940. Por eso lo mejor es dolarizar, porque los bancos centrales, en América Latina, tienden a ser sinvergüenzas.
¿Usted está de acuerdo con la dolarización?
Pero de calle, porque esa es la mejor manera de acabar con la inflación.
¿Cómo manejaría el tema de los aranceles?
Bajarlos.
¿Y de los servicios?
Pa’ bajo. Todo eso tiene que ser más barato y el gobierno tiene que aprender a arroparse hasta donde le llegue la cobija, igualito que tú y que yo.
¿Cuál es la raíz de todo este asunto? ¿Por qué ha durado tanto tiempo? ¿Por qué nos hemos empobrecido de esta manera tan galopante?
¿Cuándo dices esto te refieres a este gobierno? ¿O es esto todo? Para mí es esto todo. El problema de Venezuela es que no hemos tenido una definición estratégica y esa equivocación se cometió hace más de 100 años, cuando se dijo que éramos una economía agrícola y que nos proyectaríamos como una economía industrial. Ahí, creo que estuvo el error. Nunca hemos sido una economía agrícola. Venezuela producía café, cacao y reses para venderlas, para poder tener oro —en esa época, el patrón era el oro— y así poder importar lo que no producíamos. Siempre eran materias primas. Vendíamos las semillas verdes del café, ni siquiera, las semillas tostadas, a un precio mayor que el costo de producción. Igualito que el petróleo. Nosotros hemos sido rentitas desde eso que llaman la época de la colonia. ¿Por qué las primeras empresas que se fundan en Venezuela eran bancos y casas comerciales? Porque nunca hemos sido un país agrícola y esa es la prueba más fehaciente. Venezuela era como Panamá, un país comercial. A nuestra economía se le asigna un potencial industrial cuando no lo tenemos.
¿Por qué lo dice?
Porque el potencial es minero. ¿Cuáles fueron nuestras empresas exitosas? Petróleo, hierro y acero, aluminio, cemento, todo lo exportamos como materia prima. Esos eran los negocios industriales asociados al sector minero. Todos llegaron a ser rentables. Nunca exportamos metalmecánica, por ejemplo, o aleaciones de acero y aluminio.
¿Por qué?
Porque las universidades no crean tecnología para eso. Así no se puede desarrollar un sector industrial. ¿Qué hemos hecho?, devaluar constantemente para que el costo de los industriales baje y ellos puedan exportar. Beneficias al tres por ciento del PIB, pero dañas al 100 por ciento de la población. ¿Políticamente eso tiene sentido? Entonces, lo que tienes que hacer es repensarte. Vamos a centrarnos en lo que funcionó y bastante comercio, trae lo que tú quieras con cero aranceles. Si van surgiendo sectores en los cuales tienes ventajas y las universidades empiezan a producir tecnología, vas a tener industrias que van a repuntar. Eso es lo que hizo Chile en el gobierno de Pinochet.
Ha mencionado al verdugo de la izquierda latinoamericana.
La gente no habla de esto, porque Pinochet es el enemigo público número uno. Ojo, yo no defiendo dictaduras, tampoco me gustan. Pero el tipo fue sensato. ¿Qué hizo Pinochet al principio? Vamos a hacer lo mismo, pero sin comunistas. Chile terminó con una hiperinflación a comienzos de la década del 80, porque ni siquiera en un país como Chile puedes pensar en seguir en esta misma ruta. Chile es un país minero, pero fue desarrollado en el siglo XIX, entre otras cosas, porque tenía un sector agrícola fuerte y crearon agroindustrias. ¿Qué hicieron los famosos Chicago Boys? Se fueron a las centrales patronales y le dijeron a cada uno de los sectores: nosotros vamos a fijar el arancel en cero. Si usted no puede competir con el exterior, cierre su industria y métase al comercio. Eso sí, si usted puede competir con ventajas y ganarle al sector de afuera, todos los consulados de Chile van a ser la vitrina en la cual usted va a mostrar sus productos. Y eso fue lo que hizo crecer a Chile entre los 80 y los primeros años de la democracia, aunque luego empiezan de nuevo —bajo gobiernos democráticos— con las mismas pendejadas.
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*Economista, con posgrado en Historia y Economía. Doctorado en Historia. Investigador en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (UCAB). Profesor titular en UCAB y UCV. Especialistas en temas y mercados financieros. Autor de libros y articulista en medios digitales. Editor de la Revista Venezolana de Análisis y Coyuntura (UCV). Lahoud ganó el Premio de la Excelencia en Docencia Manuel Pernaut S.J. del año 2023 en la Escuela de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello.
Hugo Prieto
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