COVID-19

Brújula para comprender las mutaciones y variantes del virus SARS-CoV-2

Fotografía de JUSTIN TALLIS | AFP

23/04/2021

Los humanos ponemos nombres a las cosas para poder comunicarnos y entendernos. En la ciencia es esencial, porque una de las premisas del método científico es que los resultados son verdaderos al ser reproducibles por colegas.

La taxonomía es la ciencia que clasifica a los seres vivos. La taxonomía se entiende bien en muchos animales y plantas, los cuales pueden ser clasificados usando las siguientes categorías taxonómicas: dominio, reino, filo, clase, orden, familia, género, subgénero y especie.

Los virus y sus parecidos son más difíciles de clasificar. Existe la clasificación de Baltimore, propuesta por David Baltimore, Premio Nóbel de Medicina en 1975. En su clasificación, los virus están agrupados con base en su tipo de material genético (ADN, ARN de simple o doble cadena) y en su forma de multiplicación.

La otra clasificación, organizada por el Comité Internacional de Taxonomía de Virus, es un esquema universal cuyo objetivo es describir todos los virus existentes. Este comité designó el 11 de febrero de 2020 al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y el mismo día la OMS denominó a la enfermedad causada por ese coronavirus como covid-19.

En organismos antiguos, como arqueas, bacterias, otros unicelulares y plantas, las cepas se intercambian entre los investigadores para su clasificación. Según el diccionario de Biología en línea, una cepa es un grupo de organismos dentro de una especie que difieren en formas elementales de grupos similares. Las cepas se intercambian en medios de cultivo o animales experimentales. En las plantas, el intercambio se hace, entre otros, a través de semillas, estacas y plantas completas.

Viéndolo así, es muy difícil obtener cepas de los virus, por razones como mutaciones y la acumulación de varios linajes de mutaciones en cada variante. Además, si se trata de un salto de virus a una nueva especie animal, como el SARS-CoV-2, el virus mutará muchas veces para ser más eficiente su replicación dentro de las células huésped.

El coronavirus del covid-19 

De los cuatro géneros de coronavirus, tres afectan a mamíferos y en dos de ellos se identificaron a los siete coronavirus que afectan a los humanos. Todos tienen nombres enmarañados.

Los coronavirus son virus ARN y la mayoría son causantes de gripe, a excepción de SARS-CoV, SARS-CoV-2 y MERS-CoV. Las cuatro proteínas estructurales principales del coronavirus son la proteína de la espícula (S), proteína de membrana (M), proteína de la envoltura (E) y proteína del nucleocápside (N).

Algunos medios de comunicación han llamado cepas a los coronavirus SARS 1, SARS 2 y MERS, lo cual es equivocado, no son variaciones de una misma “especie”, sino coronavirus distintos. Están más cerca del concepto de especie de otros seres vivos. Pujol y colaboradores presentan el árbol filogenético de los tres coronavirus asociados a neumonías graves, el cual indica claramente varias de las diferencias.

Las variantes del SARS-CoV-2

Las tres variantes más comunes en la actualidad son las identificadas en el Reino Unido (B.1.1.7), en Sudáfrica (B.1.351) y en Brasil (P.1).

Todas son más contagiosas que el SARS-CoV-2 original, pero no necesariamente estas variantes causan una enfermedad más severa que la observada con el SARS-CoV-2 original. Sin embargo, el SARS-CoV-2 original de covid-19 puede causar una enfermedad severa en poblaciones vulnerables, como personas de edad avanzada o inmunosuprimidas debido a otras enfermedades crónicas o medicamentos.

Los resultados de estudios recientes sugieren que algunas de las vacunas disponibles, como las fabricadas por Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson, proporcionarán algún grado de protección contra las variantes recientemente identificadas.

Actualmente, se siguen recopilando y analizando información sobre nuevas variantes del virus SARS-CoV-2. La OMS está trabajando con científicos y funcionarios de salud para comprender cómo estas variantes afectan el comportamiento del virus, incluido su impacto en la transmisibilidad del virus, la gravedad de la enfermedad y la eficacia de las pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas.

Los organismos reguladores de la salud en el mundo están comprometidos para detener la propagación del virus a fin de prevenir mutaciones que puedan reducir la eficacia de las vacunas existentes.

Además, hay llamados de alerta a los fabricantes y personal de salud para prepararse y adaptarse a la evolución del virus. Es posible que las pruebas diagnósticas tengan que rediseñarse para permitir la evaluación de nuevas variantes y lograr una interpretación clara de los resultados. Los estudios sobre el impacto de las vacunas a medida que se implementan también son esenciales para comprender su impacto sobre la covid-19.

Nota técnica: acercamiento a la clasificación taxonómica del SARS-CoV-2

El coronavirus que causa la actual pandemia es parte de la subfamilia Orthocoronavirinae, que está incluida dentro de la familia Coronaviridae. La subfamilia tiene cuatro géneros, según su estructura genética: alphacoronavirus, betacoronavirus, gammacoronavirus y deltacoronavirus. El SARS-CoV-2 pertenece al género betacoronavirus.


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