Béisbol

Y fueron a Iowa

Fotografía de Stacy Revere | GETTY IMAGES NORTH AMERICA | Getty Images via AFP

13/08/2021

“Si lo construyes, ellos vendrán”.

La genial idea se ejecutó a la perfección.

En MLB se plantearon el reto de invertir los roles con el cine, y llevar a la vida real la historia de ficción que cuenta la película “Campo de Sueños”, estrenada en 1989, y que se convirtió en un clásico.

Construyeron el campo, mandato de “la voz” que le ordena al personaje principal, Ray Kinsella (interpretado por Kevin Costner). Hicieron un parque con capacidad de albergar a 8 mil fanáticos, con las medidas del viejo Comiskey Park de Chicago, que fue el hogar de los Medias Blancas.

La película cuenta la historia de una pareja de profesionales que compra una casa en Iowa, para cultivar maíz. Un día, mientras supervisaba el sembradío, una voz mágica le ordenó a Kinsella construir un campo de  béisbol. Él aun no sabía por qué…

Este texto no busca contarles la trama de la película, la dimensión de su impacto en el mundo del  béisbol quedó clara con la impecable puesta en escena de un juego de la vida real, válido para los números, y que comenzó con la salida emocionante de los jugadores, tal como la primera vez que aparecen los fantasmas en la película, desde el campo de maíz.

Parte de la trama de la cinta, tiene que ver con los recordados “Medias Negras de 1919” y su principal leyenda, Joe Jackson, uno de los mejores bateadores de todos los tiempos. Fue el equipo que aceptó dinero de la mafia de los apostadores de Chicago, para perder la Serie Mundial; los ocho jugadores que fueron expulsados del  béisbol, para siempre. Sin entrar en detalles, esa es la principal razón para que los Medias Blancas de Chicago fuesen uno de los equipos invitados a esta primera edición de “El Juego del Campo de Sueños”. El año que viene se repetirá la experiencia.

Las Grandes Ligas del Béisbol eligieron este 12 de agosto para que los Yankees y los Medias Blancas se enfrentaran en un escenario extraordinario. El parque fue especialmente edificado para celebrar el aniversario 32 de “Campo de Sueños”, film inspirado en la novela “Shoeless Joe” de W. P. Kinsella. El director, Phil Alden Robinson, leyó la obra en 1981 y decidió adaptarla. La cinta, protagonizada por Kevin Costner, Amy Madigan, James Earl Jones, Ray Liotta y Burt Lancaster, se llevó la nominación al Oscar como Mejor Película, Mejor Guión Adaptado y Banda Sonora.

 

“Campo de Sueños” es una película que habla el amor y la comunicación entre padres e hijos, lo importante de ser persistentes para lograr objetivos, el valor de reconocer los errores, la reivindicación de Joe “Shoeless” Jackson, y rescata para la historia a Archibald Graham, un pelotero que solo estuvo en un juego de Grandes Ligas, a la defensa, pero no hubo batazos hacia su zona, y no le llegó su turno al bate. Todo eso está en el Campo de Sueños, pero el principal protagonista es el  béisbol, como queda claro en el monólogo final del personaje llamado Terence Mann, un escritor que interpreta James Earl Jones y que se conoce como: “La gente vendrá”.

“Hay una sola cosa que ha sido constante a través de los años, el  béisbol. América ha sido aplastada como con un ejército de aplanadoras, ha sido borrada como si fuera una pizarra, reedificada y borrada de nuevo, pero el  béisbol ha marcado los tiempos… La gente vendrá, Ray. Caminarán hacia las gradas, se sentarán ahí, estarán en mangas de camisa en una tarde perfecta. Descubrirán que tienen asientos reservados en los mismos lugares a los que iban cuando eran niños y alentaban a sus héroes. Y verán el juego y será como si se sumergieran en aguas mágicas. Los recuerdos serán tan vívidos que necesitarán barrerlos de sus caras. Este campo, este juego, es parte de nuestro pasado. Nos recuerda que todo lo que fue bueno alguna vez, puede serlo de nuevo”.

 

Kevin Costner salió del sembradío de maíz que conecta el estadio que fue escenario de la película, y el nuevo parque “Campo de Sueños”. Por el sistema de sonido se escuchaba la música que James Horner compuso y que significa mucho para las generaciones que hemos visto el film, en mi caso, desde su estreno.

 

Tiene sus detractores, pero sin duda “Field of Dreams” está entre los grandes clásicos de las películas de  béisbol.

Costner iba vestido de lino blanco, visiblemente conmovido al ver las tribunas llenas de fanáticos, mas tarde dijo que pensó en la frase: “La gente vendrá”.

Se detuvo en medio del terreno y sonó el acorde dramático que anuncia la aparición de algo importante: Entonces salieron los Medias Blancas, y los Yankees, los jugadores reales, ningún fantasma, y se formaron entre primera y segunda y entre segunda y tercera. En ese momento, luego de unas emocionadas palabras, Costner preguntó lo que todos estábamos esperando que preguntara: “¿Esto es es el cielo?”, para escuchar la respuesta a coro: “No, es Iowa”.

 

Comenzó el juego, un juego a la altura del escenario. Los narradores y comentaristas estaban vestidos como si fueran personajes de 1919 , la construcción del parque recuerda aquellos estadios de principios del siglo 20, con una pizarra manual, de madera. No hubo medición del calibre de los ocho jonrones que batearon, porque no había Statscast, al no existir el sistema que permite saber el recorrido de los batazos.

El primer jonrón fue de José Abreu, también mandaron pelotas al maizal, Eloy Jiménez, Zeby Zavala, y Tim Anderson, quien dejó en el terreno a los Yankees. Por los del Bronx la enviaron al maíz: Aaron Judge (2), Brett Gardner y Giancarlo Stanton, quien volteó el juego en el noveno inning, alegría que arruinó el batazo de Anderson, minutos después. Como dato curioso que aportó el usuario de Twitter Doug Kern: ”La primera vez que un jugador de los Medias Blancas dejó en el terreno a los Yankees con un jonrón, fue el 20 de julio de 1919 y ese bateador fue Joe “Descalzo“ Jackson.”

 

Esta línea es dicha en la película por Ray Liotta, quien encarna a Jackson: “Haber sido expulsado del  béisbol fue como si me hubieran amputado una parte del cuerpo. Me han dicho que algunas personas se despiertan con sensación de comezón en las piernas, cuando tienen 50 años que les fueron amputadas, así me pasa a mí, despierto en la noche con el olor de los parques de pelota en mi nariz, la frescura del pasto en mis pies, la emoción del pasto.”

Al menos en el  béisbol la realidad es mejor que la ficción y este juego del “Campo de Sueños” dejó escrito un gran libreto.

Los Medias Blancas ganaron 9-8, un juego de 8 estacazos que fueron a parar al sembradío de maíz. Ganó el manager venezolano Miguel Cairo, quien hizo su debut ante la ausencia temporal de Tony La Russa. Será inolvidable para él. Después dijo: “Haber regresado a Iowa (Jugó ahí cuando estaba en las Menores), haberles ganado a los Yankees, jugué con ellos, fue especial”.

 

Pensé en el monólogo de Moonlight Graham (Burt Lancaster) con Ray Kinsella, cuando le toca responder cuál es su sueño.

“Nunca tuve un turno al bate en las Mayores. Me hubiera gustado tener esa oportunidad. Sólo una vez. Mirar a un pitcher de Grandes Ligas y justo cuando empezara a hacer su movimiento, guiñarle un ojo. Hacerle creer que sé algo que él no. Eso es lo que deseo. Una oportunidad de mirar un cielo tan azul que haga que me duelan los ojos. Sentir el temblor en los brazos al conectar una pelota. Correr las bases y convertir un doble en un triple. Ver las caras de derrota de los defensivos y poner los brazos alrededor de la base. Ese es mi deseo. ¿Hay suficiente magia en la luz de la luna como para hacer mi sueño realidad?”

Hoy nadie dio un triple, tampoco hubo luna, no hizo falta, hubo magia, la magia del  béisbol, que hace que el cielo esté en Iowa, con un final de película.

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