Perspectivas

VISO: aproximación a una imaginería lírica en Venezuela

03/08/2021

Portada del primer libro “VISO, Aproximación a una Imaginería Lírica en Venezuela”, obra de Keyla Holmquist, 2020.

La poesía visual no es dibujo ni pintura, es un servicio a la comunidad

Joan Brossa

VISO 1: Poesía visual, objetual y collages y VISO 2: Irrupción de la Visualidad Lírica

Charles Bukoswki nos dice: “Las palabras no eran aburridas, las palabras eran cosas que podían hacer zumbar tu mente…”. Y ante esta declaración de “Hank” (su auto-apodo) Bukoswki, uno se da cuenta de que las palabras juegan, son y no son, se abalanzan y agolpan alocadamente, se convierten en siluetas de dragones, virus insolentes, personas corriendo de la policía, o a veces suelen ser arreboles entre tantos tsunamis de la mente.

Estos libros de VISO denominados “Aproximación a una Imaginería Lírica en Venezuela” (tanto I y II) resultan ser una posibilidad de visibilizar y recuperar tanta producción lírica, poesía de “experimentalismos”, performance dibujados o registrados, collages, foto-asaltos, intervenciones, “apropiacionismos creativos”, etc, etc. Hablamos de más de 75 autores registrados en ambos libros con obra visual –la mayoría venezolanos y migrantes–, entre emergentes y de trayectoria, y más de 30 autores-as referenciados-as en los textos.

Y vaya que faltan demasiados autores y autoras. Por ello los intentos de “Antología” son subjetivos, difíciles e incompletos casi siempre. Por otro lado, hay cierta dificultad para entender la poética más visual en comparación con la escrita. Todo es imagen. No se trata de competir ni de pelear al respecto, pero evidentemente las poéticas más “experimentalistas” y visuales no son del gozo más común y popular –por tanto, tienden a ser de alguna forma disminuidas–. Sin embargo, ahí seguimos en ese hermoso proceso de potenciarlas, lanzarlas al arco de la soltura explosiva y exponencial. Zurita nos lo demuestra en sus instalaciones líricas gigantescas desde Chile. En algunos de sus trabajos hablamos de palabras, frases y poemas que abarcan en tierra, cielo o mar decenas o hasta cientos de kilómetros.

“Barro escritura inestable”, México. Intervención colaborativa con Verónica Meloni, Año 2019

“De pronto, escribir / se parecía a salirse de nuevo / de la habitación / (casi siempre cerrada)” nos deja asentado Marco Antonio Murillo. Hay múltiples y diversas maneras de hacer de la palabra “una obra de vida”, más que de arte. Pareciera mentira, pero poesía no es solo lo que se deja inscrito o registrado en un papel, un libro, una pancarta o pared. Desde la antigüedad o los tiempos remotos, ha quedado registro de, digamos, “poéticas sagradas” como por ejemplo en los petroglifos, jeroglíficos, diseños y grabados rupestres, pinturas murales e iconografías, ideogramas, caligrafías, tatuajes en la piel humana y animal, la pictografía y toda representación simbólica, cosmogónica y de narrativas étnicas y ancestrales universales; pasando luego por el dadaísmo y hasta la actualidad.

No necesariamente lo literario está únicamente relacionado con una frase metafórica o poema convencionalmente hablando. Poesía es mucho más que eso, a veces es juntar seres humanos alrededor de vocales, vivencias íntimas, construcción de imaginarios usando nombres, pinturas escritas o escrituras pintadas, bordadas, fragmentadas, signos o símbolos y demás herramientas o simplemente “pintarsescribirse” el cuerpo, o hacer con objetos una manifestación narrativa, formar con personas un neo-texto, una tipografía inventada de la nada o de un gran concepto que podría resultar sorprendente.

Para acercarnos a una imaginería y visualidad lírica contemporánea (occidental) –por darle un complejo y subjetivo nombre–, habría que traer necesariamente a colación las denominadas vanguardias artísticas de finales del siglo XIX y principios del XX, y de manera esencial el arte conceptual y el dadaísmo; y todos ellos, de alguna forma, han sido detonantes de una explosiva expresión visual-poética traducida en todas las más diversas maneras de manifestación de la imagen y la acción.

Con los años, suelen manejarse terminologías sobre esta poesía como: experimental, pluri-disciplinar, letrista, permutatoria, escénica o de acción (performance), visual, sonora, fonética, fónica, seudo-visual, corporal, sintética, electrónica, objetual, visiva, concreta, multimedia, digital, audiovisual, holográfica, cómics, contra-cómics, ilustrada y entre otras, la ciber-poesía, la GIF-poesía, la MEME-poesía, la perfo-poesía y el poético arte postal – arte correo.

Según algunos autores, al parecer Joan Brossa inicia su experimentación con la poesía “hipnagógica”, basada en imágenes del “estado de vigilia”. Sin embargo, nos queda una duda con respecto a los tiempos y la cronología histórica sobre cuándo se inicia la poesía visual; puesto que al poeta griego Simmias de Rodas hacia el año 300 antes de Cristo, se le atribuyó el inicio de los caligramas. Otros autores hacen referencia a las manifestaciones de la antigua Grecia como las primeras incursiones poéticas visuales.

Efraín Velazco & Taboada, 2018 “Andrés es libro” y “Danzandrés” México.

Se hacen trabajos espectaculares como el de Carlos Iván Padilla con su novela gráfica “Ex Nihilo” hecha totalmente en collage (publicada en Colombia en 2019). Otros autores han generado sus ricas e interesantes propuestas de trabajo. Recientemente la poeta y directora de “Dirtsa Cartonera” Astrid Salazar, realiza un libro-objeto de ejemplar único y artesanal con dibujos de 2020 y diversos poemas “a manera de acordeón estructural y paginado”. Al seguir investigando sobre lírica visual e historia, podemos descubrir que, por ejemplo, el gran Rafael Cadenas hizo poesía visual en 1966 con sus “Dibujos a máquina”, entre otros poetas que la desarrollaron, como Lubio Cardozo, Ramón Ordaz, Julio Miranda, Darío Lancini y demás, hacia los setenta y ochenta.

Resulta vital revisar igualmente el libro de Juan Pintó denominado “La poesía experimental (del concretismo hasta nuestros días)” publicado por la Universidad de Los Andes en 1983. Indagar, hurgar, y re-buscar en la histórico nos permite saber que siempre ha habido expresiones estético-visuales, algunas híbridas, otras muy complejas y muchas desconocidas. Fuera de nuestras fronteras el cineasta experimental y surreal estadounidense David Lynch realizó llamativos poemas visuales en su momento. El apropiacionismo también se hace parte importante de este tipo de poéticas de lo visual.

“Des-identidad” por Ender Rodríguez 2020

Hay escritores, artistas o collagistas cuyo trabajo es tan intimista y tan especial que pueden combinar en sus piezas objetuales y de collages, prendas de familiares desaparecidos físicamente, elementos de simbolismo ritual o sagrado, frases dichas o no dichas que causaron traumas, ropas de infancia y correas con las cuales pudo haber sido golpeado su autor o autora, piezas del primer libro obsequiado o leído 30 años atrás, fluidos propios como sangre, sudor; de repente uñas, recortes y fragmentos de documentos legales de su país o al contrario, notificación de divorcios, defunción, encarcelamiento, órdenes de expropiación, etc. Tal tipo de obra puede resultar de un alcance tan potente y autobiográfico como de autenticidad, dependiendo luego del logro compositivo, conceptual y estructuralmente estético. Las poéticas y las artes han servido también para la denuncia social, el artivismo conceptual o como apoyo a movimientos sociales muy variados (eco-humanistas, ambientales, indigenistas, feministas, pro-derechos humanos, cooperativistas, no-racistas, anti-militaristas, anti-autoritarios, otros).

“El poema de alguien ofrece la fidelidad de un grave diálogo”.

Adam Zagajewski.

Como algo posiblemente divertido sería elocuente imaginar un videojuego o software donde el personaje principal (o sea uno mismo) al estilo de space invaders, fuese enfrentando a criaturas que realmente no serían alienígenas suprainteligentes o radioactivos, sino “poetas zombies” a los cuales tratar de eliminar con pistolas de plumilla antigua parecidas a las de la época de T.S. Elliot., o quizás Dostoievski. Al lograr acabar a cada poeta, se dispararían desde sus bocas roji-verdes espumosas, frases literarias o citas textuales con rayos láser y la ambientación estaría también basada en la entreverada historia de cada escritor atacante en lugares cargados de trampas y laberintos propios de las mentes imaginativas de tales personajes peligrosos. El problema sería evitar estos tales videojuegos fuesen aburridos o, al contrario, generasen obsesión video-compulsiva.

Esperamos que estos aportes de compilación investigativa tipo “aproximación abierta” abran aún más, los senderos hacia nuevas y necesarias antologías (más) inclusivas, arriesgadas, holísticas, híbridas, trans-disciplinarias, anti-herméticas, informales, transversales, no elitescas, y sobre todo: “urgentemente urgidas” tanto “en el ya” como “en el ahora”.

Los libros de VISO están disponibles, gratuitamente, en LP5 Chile y en Saberula de Universidad de Los Andes – Venezuela:

VISO: aproximación a una imaginería lírica en Venezuela (poesía visual, objetual y collages)

Irrupción de la visualidad lírica (poesía visual, objetual, collages y otros experimentos luego de VISO)

en Saberula:

VISO 1

VISO 2


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