Venezuela está en riesgo de brotes epidémicos: 7 claves sobre las coberturas vacunales en el país

Un niño recibe una dosis de inmunización contra sarampión y rubéola durante la campaña de vacunación en Venezuela, en agosto de 2022. Fotografía de Yuri Cortez | AFP

TEMAS PD
25/11/2022

Venezuela se encuentra en plena campaña de vacunación contra sarampión, rubéola y polio, recordaron en un comunicado publicado este jueves 26 de noviembre de 2022 la Academia Nacional de Medicina y cuatro sociedades médicas venezolanas.

“Venezuela tiene una cobertura de vacunación inferior al 95%, lo que a su vez representa riesgo de brote de cualquiera de (estas enfermedades)”, advierte el comunicado, firmado por la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, la Sociedad Venezolana de Alergia, Asma e Inmunología, la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Sociedad Venezolana de Infectología. 

Las vacunas son consideradas la intervención de salud pública más costo-efectiva y una de las medidas más eficaces para prevenir enfermedades, junto al agua potable y el alcantarillado. Pero en Venezuela llevamos años con coberturas vacunales deficientes, muy por debajo del 95% recomendado por la Organización Mundial de la Salud para prevenir el surgimiento de nuevos brotes epidémicos en el país. 

Elevar las coberturas vacunales no se trata solo de cumplir con disposiciones internacionales, es necesario para preservar la salud pública y reducir riesgos de enfermedades. Ya en 2015 la difteria resurgió en el país y en 2016 tuvimos un brote de sarampión que se extendió por el resto de Sudamérica

¿Qué necesitamos saber sobre las coberturas vacunales en Venezuela? Lo resumimos en siete claves:

1. Las coberturas vacunales venezolanas están entre las más bajas del continente

La reducción de las coberturas vacunales es un problema mundial, agravado por la pandemia de covid-19. Las restricciones y cuarentenas impactaron el alcance de los programas de vacunación regulares en todas las regiones. 

Pero en Venezuela las coberturas ya tenían problemas antes de la pandemia. En 2020, ninguna de las vacunas básicas alcanzaba el 95% de cobertura recomendada por la OMS. 

En 2021, pese a los llamados de la organización para mejorar las coberturas vacunales globales, vacunas claves tuvieron un retroceso en Venezuela. El país tiene las coberturas más bajas de Sudamérica.

2. El esquema vacunal podría —y debería— ampliarse 

Además de fortalecer las coberturas de nuestro Programa Ampliado de Inmunizaciones, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría ha recomendado ampliar el esquema de vacunación venezolano.

Todos los años, las recomendaciones vacunales de la SVPP incluyen un “esquema ideal” de vacunación para las condiciones epidemiológicas venezolanas, que incluye inmunizaciones como la vacuna contra el VPH. Venezuela es uno de los pocos territorios del continente que no ha incluido esta vacuna en el esquema. 

Además, hay vacunas incluidas en el esquema que no se administran en los centros de vacunación públicos desde hace algunos años. Es el caso de Rotavirus y Neumococo conjugado, inmunizaciones que previenen diarreas y neumonías, dos de las principales causas de muerte infantil.

Los datos de la OMS/Unicef sobre vacunación en Venezuela muestran que la cobertura vacunal contra el rotavirus está en cero desde 2018. Ambas inmunizaciones se pueden encontrar en centros privados, pero se deben pagar. Cada dosis puede costar al menos cien dólares, lo cual restringe el acceso equitativo de las inmunizaciones.

3. Se deben aprovechar las oportunidades de vacunación

Cuando se habla de vacunas es fundamental el concepto de las “oportunidades de vacunación”: cada visita médica es una oportunidad para completar el esquema vacunal de los pacientes. Cuando un paciente no recibe las vacunas necesarias pese a no tener contraindicación, hablamos de una oportunidad perdida. 

En Venezuela, las limitaciones del sistema de salud causan más oportunidades perdidas. Los horarios restringidos en centros de vacunación, la falta de personal, la falta de disponibilidad de algunas vacunas e, incluso, la restricción de vacunas a personas de diferentes zonas causan oportunidades perdidas. Las restricciones de transporte, movilidad y costos asociados a la vacunación (debido a traslados y tiempo perdido en el proceso) son factores que también afectan la vacunación.

4. El riesgo de polio es más alto cuando las coberturas son bajas

La campaña de vacunación que resaltan las sociedades médicas en su comunicado se enfoca en tres enfermedades prevenibles: poliomielitis, sarampión y rubéola. 

Desde inicios de este año ya la Academia Nacional de Medicina había alertado la necesidad de elevar la cobertura contra polio en el país. En 2021, los datos de OPS/Unicef mostraban que las coberturas vacunales contra polio no superaban el 50%, un nivel muy bajo en comparación al 95% recomendado para los programas de vacunación. 

La poliomielitis podría ser la segunda enfermedad humana en ser erradicada. En la actualidad, solo Pakistán y Afganistán tienen polio endémico, pero las bajas coberturas vacunales en el mundo han provocado el resurgimiento de brotes en algunos países. 

La Organización Panamericana de la Salud ha alertado la necesidad de aumentar las coberturas contra poliomielitis en la región. En un estudio de 2019, Venezuela era uno de los cuatro países con riesgo “muy alto” de diseminación de polio después de la importación o aparición de un caso.

Por su parte, la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) alertó que debido a las bajas coberturas vacunales “es real” el riesgo de nuevos brotes de poliomielitis en la región.

5. La cobertura vacunal contra sarampión es deficiente 

El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas. Por eso, la cobertura vacunal que se requiere para alcanzar el umbral de inmunidad de rebaño de esta enfermedad es 95%. Usualmente el sarampión se considera “el canario en la mina”, pues un brote de esta enfermedad implica brechas y deficiencias en la vacunación del país.

 

La cobertura de la primera dosis de sarampión en Venezuela se redujo de 76% en 2020 a 68% en 2021. La tercera dosis aumentó entre esos dos años, de 28% a 37%. En ambos casos siguen muy por debajo del 95% requerido para la protección de la población.

La vacuna de sarampión se suele aplicar junto a las inmunizaciones contra parotiditis y rubéola. En este último caso, la vacuna contra rubéola protege también contra el síndrome de rubéola congénita. 

6. No hay datos oficiales públicos sobre vacunación

Uno de los principales obstáculos para comprender los problemas de vacunación en Venezuela es la falta de información pública. Los datos sobre coberturas vacunales nacionales públicos son actualizados cada año por la OPS y Unicef, pero no hay cifras oficiales difundidas por el gobierno venezolano.

La información es muy importante para los programas de vacunación. En la medida en que los datos sean específicos y desagregados, es más fácil identificar desigualdades en las coberturas y definir zonas prioritarias para la vacunación. Sin embargo, las autoridades venezolanas no revelan los niveles de cobertura subnacionales. 

7. Las coberturas vacunales se pueden mejorar

Atender las fallas del programa de vacunación, multiplicar los centros de vacunación, contrarrestar la desinformación y mejorar las condiciones de los trabajadores de salud son algunas de las medidas que se pueden tomar para mejorar las coberturas vacunales en Venezuela. 

Prodavinci consultó a médicos pediatras y especialistas y recopiló una serie de propuestas para atender el problema de la vacunación en el país. Entre estas recomendaciones, se incluye la importancia de que el Estado pague la deuda con el Fondo Rotatorio de la OPS y vuelva a acceder a este mecanismo para planificar sus compras de vacunas. 

Desde este año, la Alianza para la vacunación (GAVI) se incorporó a una misión conjunta con OPS y Unicef para fortalecer la vacunación en Venezuela. Estas organizaciones han sostenido encuentros con las autoridades del Ministerio de Salud y también con las sociedades médicas del país. Se espera que la alianza por la vacunación permita recuperar el programa de inmunizaciones venezolano, reforzar las vacunaciones básicas e incorporar otras inmunizaciones, como la de VPH.

“En representación del Fondo Rotatorio de Vacunas de OPS, la Dra. Ana Elena Chévez mencionó que como parte de la cooperación técnica de OPS con el MPPS se espera no solo comprar las vacunas del esquema regular, sino que también, en una segunda etapa, se espera reintroducir las vacunas de rotavirus y neumococo y, por último, en una etapa ulterior, incluir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH)”, reportó en septiembre la OPS

La colaboración con GAVI se mantendría hasta 2024 y el compromiso del Ministerio de Salud venezolano sería retomar entonces el financiamiento del programa de vacunación.

GAVI es una alianza global que promueve la vacunación ofreciendo mejores precios y condiciones para países de bajos ingresos. Originalmente Venezuela no era elegible para este programa, pero en julio de este año se reveló que Venezuela fue incluido en la lista de países elegibles pese a que su nivel de ingresos no ha podido ser definido por el Banco Mundial, debido a la falta de datos públicos. 

“Teniendo en cuenta que existe una amenaza nacional y regional para la cobertura de inmunización, y a la luz de las consultas con socios relevantes sobre una mejor estimación del GNI (renta nacional pública), la Junta de Gavi acordó que Venezuela sea tratada como elegible”, declaró un vocero de GAVI.

Lea el comunicado completo de las organizaciones médicas:

Comunicado sobre la campaña de vacunación de sarampión, rubeola y polio en Venezuela by Prodavinci on Scribd

***

Visualizaciones en Tableau realizadas por Salvador Benasayag.

***

Lea también: 

Vacunas en Venezuela

Venezuela retrocedió sus coberturas vacunales durante 2021, muestran datos de OMS y Unicef

Vacunas y covid: el riesgo de no informar


ARTÍCULOS MÁS RECIENTES DEL AUTOR

Suscríbete al boletín

No te pierdas la información más importante de PRODAVINCI en tu buzón de correo