‘Turismo’ en Chernóbil, una tendencia en redes sociales

Fotografía de Genya Savilov | AFP

21/06/2019

Cuando una planta nuclear explotó en el norte de Ucrania en abril de 1986, las autoridades soviéticas se esforzaron sobremanera por controlar la información sobre la catástrofe; incluso se reporta que interrumpían llamadas telefónicas privadas si registraban que alguien en la conversación mencionaba la palabra Chernóbil.

Tres décadas después del accidente, en un giro inesperado, la zona de exclusión alrededor de Chernóbil se está haciendo de seguidores como destino turístico, al parecer gracias a la popularidad de la miniserie sobre la explosión que se transmitió en mayo.

Chernobyl, de HBO, hace un recuento ficticio de los sucesos después de la explosión y el incendio en el reactor nuclear de la Unidad 4 de la planta. Ha sido una de las series mejor calificadas por los usuarios en IMDB.

“El número de visitantes aumenta todos los días, todas las semanas, en un 30, 40 y ahora casi un 50 por ciento”, dijo Victor Korol, director de SoloEast, una empresa que ofrece recorridos del sitio. “La gente ve la televisión y quieren ir para ver el lugar, saber cómo luce”.

Korol dijo que en mayo de 2018, llegaron 1251 visitantes con su empresa, mientras que en mayo de este año hubo 1860. “Un aumento del 48 por ciento”, dijo.

De acuerdo con cifras de la Agencia Estatal de Ucrania para la Gestión de la Zona de Exclusión, el turismo a Chernóbil ha estado creciendo rápidamente a lo largo de los últimos cinco años. Una portavoz dijo que en 2014 el sitio tuvo más de ocho mil visitantes; para 2018, la cifra fue de 71.862. Y la portavoz agregó que tan solo en mayo de 2019 visitaron más de 12.591 personas.

Joe Ponte, director general de Explore, una empresa que se especializa en los viajes de aventura, dijo que el número de pasajeros del recorrido de cinco días de la firma, llamado Discover Chernobyl, se había cuadruplicado desde que se transmitió la miniserie en mayo.

“Durante los últimos cinco años, ha sido un destino cada vez más popular, pero la serie en efecto ha tenido un gran impacto”, dijo Ponte por teléfono desde el Reino Unido.

No obstante, conforme aumentan las cifras, también lo han hecho las preocupaciones acerca del comportamiento de los visitantes al lugar de una catástrofe que provocó la muerte de miles de personas en los años posteriores a la explosión y cuyas nefastas consecuencias para el medioambiente siguen sintiéndose décadas después.

El mismo creador de la miniserie expresó estas reservas cuando circularon fotografías en redes sociales que fueron criticadas por la falta de respeto a las víctimas y la solemnidad del sitio. Entre ellas, las imágenes de una mujer que se quitó gran parte de su traje de protección para posar de manera provocativa en la ciudad fantasma de Prípiat, lugar que fue evacuado tras el accidente.

Craig Mazin, guionista y productor de Chernobyl, entonces pidió que los turistas al lugar fueran considerados con el recuerdo de quienes perdieron su vida o su sustento:

“Si visitan, por favor recuerden que ahí ocurrió una tragedia espantosa”, tuiteó Mazin. “Compórtense con respeto para todos los que sufrieron y se sacrificaron”.

Korol, el director del recorrido de SoloEast, contó que él había estado viviendo en el este ucraniano cuando ocurrió la tragedia en 1986, mientras que su hermano vivía en Kiev a tan solo a 128 kilómetros de la planta.

Dijo que la mayoría de los visitantes a Chernóbil se daban cuenta de la gravedad de lo que estaba observando.

Cuando sucedió el siniestro nuclear, y durante mucho tiempo después, a la mayoría de los ciudadanos soviéticos se les ocultó información acerca de la magnitud total del desastre, así como de los efectos duraderos y catastróficos que tendría en la vida de las personas y en el medioambiente.

La explosión y el incendio en la planta mataron a decenas en un principio y liberaron una nube tóxica en la atmósfera. Miles más murieron en los años siguientes en gran medida por la radiación, aunque el total exacto de fallecimientos ha sido difícil de establecer. Los peores efectos radioactivos del accidente se sintieron en Ucrania y al otro lado de la frontera, en Bielorrusia, aunque los efectos se detectaron en todo el mundo.

Aún hay una zona de exclusión en el sitio de alrededor de 2500 kilómetros cuadrados, aunque algunas personas viven en la zona.

Alex Davidson, de 21 años, estudiante de ingeniería estructural en la Universidad de Newcastle, dijo que había visitado Chernóbil en mayo.

“En términos de selfis, creo que sí había momentos y lugares adecuados”, comentó en cuanto a si usar Instagram durante la visita. Agregó que “en los lugares donde era claro que la gente había muerto o se había visto gravemente afectada, se trataba de un asunto mucho más sombrío”.

Korol indicó que muchos de los turistas que han llegado recientemente a los recorridos que ofrece quieren averiguar si las escenas lúgubres de la serie de televisión coincidían con lo ocurrido en la vida real.

“Mi respuesta es: ‘Sí, en gran medida’”, dijo.

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Este texto fue publicado originalmente en The New York Times en español.


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