Fotografía de mlb.com
Destacadas
Te puede interesar
Los más leídos
Desde su debut en las Grandes Ligas en 2018, Pablo López va al gimnasio 45 minutos como parte de su rutina cuando termina de lanzar. Es un deportista riguroso con su preparación, su trabajo no termina cuando saca el último out. Ir al gimnasio después a trabajar en la elíptica y la bicicleta es el inicio de su preparación para el próximo desafío.
Hablar con él de pitcheo es siempre aleccionador. Además de sus cualidades como orador, Pablo López siempre es el mismo, gane o pierda, él va a atender a la prensa para responder cada pregunta.
En estos días de primavera, en los que no existe la presión de tener que ganar, además de ponerse en óptimas condiciones físicas, los peloteros están probando, ensayando jugadas, ejecutando los fundamentos; hacen lo que no pueden hacer durante la temporada.
Pablo López estuvo buscando cosas específicas en esta salida en la que el plan era lanzar 4 innings.
¿Qué encontró?
—En esta salida de hoy buscaba ser agresivo en la zona. Nosotros hablamos mucho del primer lanzamiento en strike y mantener el control en los conteos que nos favorecen como abridores, cero y uno, cero y dos, uno y dos. Estaba tratando de ejecutar un plan que no importara cual fuera el lanzamiento, estaba tratando de encontrar un strike e calidad. Me desafié a mi mismo, me forcé a lanzar pitcheos con los que el año pasado no me sentía muy cómodo. Lancé una curva en uno y nada; lancé una curva en uno y uno, un slider en tres y uno, porque son pitcheos que, si aprovecho para ver cómo se sienten, cuando los necesite de verdad en la temporada voy a tener una mejor idea de que sí van a estar ahí o no.
Explicó que en las salidas anteriores a esta estuvo ejecutando envíos específicos, pero esta vez lo hizo con la convicción de buscar outs, strikes, resultados positivos.
En cada entrenamiento de primavera, ha sido así desde su debut, Pablo López ha llegado con una novedad. Sus modales pausados contrastan con lo inquieto que es como lanzador, como hombre a quien le gusta aprender y perfeccionar lo aprendido.
—El año pasado en esta fecha estaba practicando un lanzamiento que me enseñaron los Mellizos. Este año no hay un lanzamiento nuevo, lo que hay es un mejor entendimiento de cómo los lanzamientos complementan entre ellos. La recta ayuda a que el líder sea diferente, el líder ayuda a que la recta sea diferente. Como abridor me todo muy profundo los juegos, lanzar siete u ocho innings, y para eso debes enfrentarte a una alineación, tres o cuatro, en algunas raras ocasiones hasta cinco veces, siempre ayuda tener un nivel de poca predictibilidad. La mejor manera de hacer eso es demostrando que tienes la capacidad y la habilidad de lanzar cada pitcheo por strike. No permitir que los bateadores vayan al plato teniendo un plan, sabiendo que pueden eliminar dos, hasta tres lanzamientos. En un mundo ideal, como abridor, yo quiero que vayan al plato pendientes de que tengo cinco lanzamientos que los puedo lanzar en cualquier conteo, los puedo lanzar en todas partes de la zona. Ya cuando tienes a un bateador pensando que tiene que cubrir tantas partes del plato, se le hace mucho más difícil. El plato no es muy grande, pero cuando lo puedes expandir en todas las partes, es como si creciera un poco. Es muy difícil cubrir todas esas áreas en tan poco tiempo de reacción.
Una de las filosofías de pitcheo de Johan Santana consiste en que lanzar es el arte de sorprender. En estos días López trabaja en eso.
—El pitcheo es un arte, es ciencia. Cuando uno tiene ese elemento sorpresa, ayuda mucho. Los bateadores no esperan o no predicen dónde uno va a lanzar la pelota y uno se da cuenta de que fueron sorprendidos, en el sentido de que “¡wow!, eso no lo dijo el reporte”. Ahorita hay tanta información, tantos reportes, que cuando uno se sale de esa tendencia ya uno comienza a jugar esos juegos psicológicos con el bateador, que es una batalla. Cada bateador que se mete en el plato, está peleando contra mí y yo estoy peleando contra él, entonces cualquier tipo de ventaja, tanto física como psicológica, ayuda mucho al elemento de la sorpresa, ya sea lanzando los mismos lanzamientos en las mismas zonas, pero cuando lo están buscando en esa zona, moverme hacia la otra, cuando están pendientes de los lanzamientos afuera, moverme hacia adentro y así sucesivamente.
La temporada de 2024, será la séptima para Pablo López. Conoce perfectamente la exigencia, lo que significa una temporada y el trabajo que hay que hacer para lograr transitarla con consistencia.
—Las bases de la temporada siempre se construyen en la temporada muerta. Uno pone el cuerpo para saber que uno se siente lo suficientemente capaz para aguantar una carga de la temporada, más el spring training. Uno se reporta el 14 de febrero, si todo sale bien y eres el último equipo, puedes estar lanzando el primero de noviembre. Tienes que aprovechar el tiempo entre la temporada muerta y el spring training en fortalecer y siempre en buscar formas de cómo escuchar tu cuerpo para identificar cuáles son los momentos en los que te puede exigir un poco más o en el que tienes que bajar la carga, siempre buscando la eficiencia, siempre buscando irse al cien. La filosofía que yo tengo es que cuando uno lanza, uno está buscando vaciar la botella, ahora tengo cuatro días para llenarla. ¿Qué puedo hacer en estos cuatro días, para que en las tres horas que me toca lanzar vaya a estar al cien por ciento para ejecutar lanzamientos llenos de convicción, para ejecutar mis mejores lanzamientos, ya sean 80, ya sean 120, pero es una preparación, tanto física como mental. Uno está buscando buscar las cosas que más te funcionan, apegarte a ellas, siempre teniendo una rutina, sabiendo que esta es la rutina que me hace sentir bien, esto es lo que tengo que hacer para asegurarme de que voy a estar en mejor forma cuando me toque tomar la lomita.
En 2023 Pablo López trabajó 194 innings y sumó 234 ponches. Su actuación fue clave para que los Mellizos se titularan campeones de la división del centro de la Liga Americana, fue notable el progreso de Pablo López a lo largo de la extensa temporada. Su trabajo, condiciones y capacidades demostradas, lo tiene en varias listas de los expertos que auguran que puede ser finalista e incluso ganar el Premio Cy Young, que distingue al mejor pitcher de cada circuito.
—¡Es muy bonito! Cada vez que uno está en el radar de los analistas, de las personas que se encargan de predecir tantas estadísticas y cosas buenas de este deporte. Ya cuando uno se pone en ese radar, uno se siente contento, se siente merecedor porque es el fruto de un trabajo. A la misma vez, también me da confianza, porque si hay ciertos analistas que ven eso en mí, que lo pueden predecir, me da esa motivación de creerlo yo también y entonces me hace venir al estadio todos los días, buscando mejorar. ¿Qué puedo hacer hoy para ser mejor de lo que fui ayer? ¿Qué puedo hacer hoy para que el 2024 sea mejor que el 2023? Ahorita con tantos medios, con tantas redes sociales, es difícil no ver esas cosas. Llegué al campamento consciente de ellos, obviamente mi familia me las reenvían; mi familia muy contenta y orgullosa. Me da esa motivación. Uno no tiene que huirle a esas cosas. Muchas veces se dice “no le tengas miedo al fracaso”, también hay que decir “no le tengas miedo al éxito”. Haz tus cosas con mucha precisión, dedicación, disciplina y pa’ lante siempre.
Pablo López es un ávido lector, por eso le pedimos una recomendación de lo que leyó en vacaciones. La respuesta dejó claro que así como estuvo trabajando en su físico para llegar en buena forma a los entrenamientos, también trabajó en lo intelectual.
—Me gustó mucho un libro que me recomendó el departamento de psicología de los Mellizos de Minnesota: Terapia de aceptación y compromiso. De un grupo de psicólogos daneses que estaban con el equipo olímpico. Se trata de reconocer cuándo las cosas se están saliendo de control, siempre va a ser el primer paso. Cuando uno está luchando, luchando por recuperar el control, está perdiendo una parte de la batalla, simplemente reconoce, acepta y ya cuando aceptas lo que está pasando, ya cuando aceptas que no tienes cómo controlar lo que ya pasó, pasas la página y vuelves a enfocarte. Me gustó mucho ese libro.
El próximo 28 de marzo será el Día de Apertura para los Mellizos y también para los Marlins. El venezolano Jesús Luzardo fue designado para abrir el juego en Miami. Fueron compañeros en los Marlins y quedó una sólida amistad.
—Estoy muy orgulloso, sumamente orgulloso de Jesús, de mi hermano. Me siento muy contento por él, de verdad que es muy merecedor de eso. Tuve la oportunidad de verlo crecer desde el momento que lo cambian hasta que compartimos en la rotación y lo pude ver el año pasado en el clásico y después siguiendo por televisión. Se ha convertido en un lanzador que se ha puesto en el radar de muchas personas. Cada vez que se tiene que enfrentar a una alineación, estoy seguro de que esas alineaciones dicen “¡Wow! Hoy la tenemos difícil!” Jesús es un pitcher muy incómodo, un pitcher de esos que no le tiene miedo a nada, está dispuesto a ir hacia adelante. Muy merecedor. Yo le mandé un mensaje cuando vi la noticia. Él se merece todo lo bueno, trabaja mucho, es una tremenda persona. Mejor persona que pelotero, y es tremendo pelotero.
En estos días de los entrenamientos de primavera, el dos veces ganador del Cy Young, Johan Santana, alguien a quien Pablo López creció admirando, ha estado como coach especial invitado, y han podido compartir, intercambiar saberes y pareceres sobre el arte de lanzar.
—Es una relación muy bonita. Me siento sumamente afortunado de tener una figura como Johan Santana, alguien que idolatré mucho como niño. Ahora tenerlo aquí con el mismo uniforme, en el mismo campamento, me hace sentir muy contento y he tratado de aprovechar la oportunidad al máximo, he tratado de preguntarle muchas cosas, no solamente del pitcheo, sino de la actitud. Hubo un período en el que era el lanzador más dominante de las Grandes Ligas, debieron ser tres Cy Young en fila, entonces le he preguntado cómo era su preparación para sentirse bien físicamente, pero cuál era tu nivel de confianza, cómo mantenías esa confianza cada día, en cada salida. Él me dice: “Yo tenía cuatro días para prepararme para un juego y cuando salía en ese juego, quería comerme al mundo”. Me ha ayudado mucho a entender la mentalidad de un As, de un caballo. Él ha estado muy pendiente, no solamente de mí, sino de todos los lanzadores que están en el campamento. Es un gran caballero: el que siempre fue dentro del terreno también lo es fuera del terreno.
Si Pablo López ganara el Cy Young, sería el primer lanzador de los Mellizos de Minnesota en lograrlo desde que Johan Santana ganó por segunda vez en 2006.
***
Una versión original de este artículo fue publicada en El Extrabase.
***
Lea también:
Mari Montes
ARTÍCULOS MÁS RECIENTES DEL AUTOR
Suscríbete al boletín
No te pierdas la información más importante de PRODAVINCI en tu buzón de correo