Béisbol

Miguel Cabrera, sin dolor

10/03/2020

Miguel Cabrera. Fotografía de los Tigres de Detroit

“Si Miguel Cabrera se mantiene sano, no veo ninguna razón para que no pueda ser el mejor bateador de todos los tiempos”. Justin Verlander a Jayson Stark (7 de abril 2013).

La primera vez que conversé con él fue en 2003. Acababa de terminar su primera temporada y fue pieza clave en el campeonato de Serie Mundial de los Marlins. En eso días, escribí: “No sé qué tan lejos llegará Miguel Cabrera, pero me dio la impresión de haber hablado con la historia adelantada”.

Pasadas diecisiete temporadas, lo hemos visto protagonizar una historia que va a terminar en el Salón de la Fama, cinco años después de que decida retirarse. Inició su recorrido dando su primer jonrón en las Grandes Ligas ante Al Levine con un hombre en base. Sacó la pelota por el jardín central del Pro Player Stadium y en el terreno quedaron tendidos los Devil Rays de Tampa. 

Ha ganado dos veces el premio como Jugador Más Valioso, una triple corona, cuatro títulos de bateo, siete bates de plata y ha recibido once invitaciones al Juego de las Estrellas. Las veces que tomó un desvío corrigió el rumbo y regresó a la autopista que conduce a Cooperstown. 

A sus 36 años, llegó al Entrenamiento de Primavera exhibiendo una forma física que evidencia el trabajo que hizo con su alimentación y las horas de ejercicios de fuerza y resistencia. 

El periodista venezolano Carlos Guillén que trabaja con los Tigres, nos había indicado: “Está sentado al final a la izquierda”. Ahí estaba cuando llegamos al clubhouse, su jersey con el número 24 colgaba tras él. Estaba listo para salir a calentar y conversaba con Cristina De Nicola de MLB.com

Está notablemente delgado y fuerte, pero sobre todo luce muy satisfecho por eso, alegre, de buen ánimo para alcanzar las metas históricas que están pendientes.

Nos dio unos minutos a Daniel Álvarez y a quien suscribe esta entrevista:

—Es una nueva temporada de retos y es fascinante verte. Eres Miguel Cabrera después de diecisiete temporadas en las Mayores y estás aquí como un novato. Hiciste un trabajo en el off season que refleja ese compromiso que tenías de llegar listo al entrenamiento.

—Bueno sí, traté de llegar en la mejor condición física para evitar las lesiones que he tenido en el pasado. Le pido a Dios que me siga llenando de salud este año, para jugar 150 juegos, esa es la meta. 

—Además de esa meta (yo sé que no te gusta mucho hablar de números) pero estás a veintitrés jonrones de los quinientos, esa es una gran cifra. 

—Durante los tres últimos años he buscado eso, pero las lesiones, la rodilla y los dolores en la espalda no me han dejado jugar al cien por ciento. Trataré de hacerlo este año. Es lo que se está buscando, jugar la mayor cantidad de juegos posibles, tratar de estar lo más sano, y siempre los números van a estar ahí al final.

—Hablamos de la salud y de la forma física, hablemos también de la parte mental ¿cómo estás esta temporada?, con el ánimo que traes, ¿cómo te sientes con eso?

—Pienso que influye mucho la mentalidad, lo positivo que tu puedas estar en el terreno de juego. Gracias a Dios pudieron firmar unas buenas piezas, que tienen experiencia en las Grandes Ligas, y pienso que podemos agarrar mejores turnos, ganar más juegos, competir, que es lo importante.

—Han sido años difíciles, quedando en las últimas posiciones, pero han tenido también un aprendizaje de esos años. ¿Qué tan importante ha sido y para ti personalmente que has estado en lo más alto, has ganado una Serie Mundial, has competido a ese nivel y ahora estás en equipo en reconstrucción?

—Es un proceso bastante difícil. El béisbol los últimos años ha cambiado mucho, y adaptarse como que afecta un poquito más. Seguimos trabajando, seguimos luchando y esperemos que ese tiempo de perder tantos juegos haya pasado y podamos competir más en el terreno de juego. 

—Hablando del béisbol de antes y del béisbol de ahora. Te estoy viendo jugar desde que eras un novato, te he visto jugar con dolor (hemos hablado de eso), ahora es impactante que los muchachos por cualquier molestia van al trainer y ya aparecen en la lista de lesionados y no juegan. ¿Cómo ves tú eso, que has tenido temporadas duras, que has jugado con dolor, pero en el terreno? Por eso has podido tener números, el que no juega no puede tener números.

—¡Exacto! Pero eso no es culpa de ellos, es culpa del sistema que hay ahorita. Ahora protegen mucho a los peloteros, más que antes. Cuando los peloteros tienen dolencias , ya es decisión del manager en conjunto con el gerente, ponerlos en la lista de lesionados. Ahora es más flexible con la lista de diez días, antes eran quince, que eran dos semanas, ahora con diez días ya tú puedes entrar de nuevo. Creo que están experimentando eso y ves a muchos jugadores en la lista de lesionados por diez días.

—Estamos a un año del Clásico, has estado desde el primero en 2006. ¿Te gustaría jugar con Venezuela? 

Si el manager y los encargados me llevan, por supuesto que sí. Sería un gusto para mí representar a mi país. Siempre uno tiene esa puerta abierta, para nosotros siempre ha sido un orgullo.

De los jóvenes emergentes ¿A quién ves como un sustituto? Está Luis Arráez que es una regadera de hits, Ronald Acuña que esta primavera llegó con la meta de ser un 50-50, algo que no ha existido jamás en el béisbol ¿Quién puede ser tu sustituto?

—Tenemos muchos y hay que resaltar dos nombres claves que son: Ronald Acuña y Gleyber Torres. Pienso que son el futuro del béisbol venezolano, ellos son los que van a llevar la batuta durante muchos años. Hay muchos peloteros que podemos mencionar aquí, pero los que más me han impresionado son ellos dos. 

Se nos terminó el tiempo por esta vez. En la temporada 2020 va a ser obligatorio seguir a Miguel Cabrera, para verlo concretar esas cifras históricas que las lesiones han retardado.

Acaparó la atención durante la práctica. Jim Leyland, ex manager de Miguel, se muestra contento: “Está en muy buena forma, haciéndole buen swing a la recta, se ve como el Miguel Cabrera de hace unos años. Dará los veintitrés cuadrangulares que le faltan para los quinientos”. 

El carajito que le dio jonrón a Roger Clemens en la Serie Mundial, ha enfrentado a los lanzadores más estelares de las últimas dos décadas, incluidos los que seguirán aún después de que él no esté activo. Algunos ya están en el Salón de la Fama como Pedro Martínez, Mike Mussina o Mariano Rivera. Hace unos días Gerrit Cole lo retó en el primer turno del juego con una recta a 96 millas por hora y él le respondió sacándola entre el jardín izquierdo y el centro, muy lejos. En el siguiente turno Cole insistió con la recta, pero le agregó dos millas, entonces Miguel insistió sacándola, pero por todo el centro. 

En el primer turno del juego de este lunes contra los Astros, le conectó una línea sólida hacia el jardín derecho a Zack Greinke. 

Se ve cómodo en el plato, sano, sin molestias para correr, sin dolor. Seguro y optimista, Miguel Cabrera tiene razones para hablar con emoción del futuro, su historia no ha terminado.

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