Béisbol

Miguel Cabrera espera una oferta razonable de MLB

Fotografía de David Berding / Getty Images North America | Getty Images via AFP

11/02/2022

Mientras se prepara para la hora de inicio de los Entrenamientos de Primavera, Miguel Cabrera dio su opinión sobre la posición de los jugadores ante el paro patronal que mantiene en suspenso la situación laboral en las Grandes Ligas. En las redes sociales se le ha visto activo, trabajando en el gimnasio donde lleva algunos años preparándose cada pretemporada, para llegar en buena forma. Hasta hace unos años los jugadores trabajaban en el spring training para estar listos para la temporada, ahora llegan listos, para continuar su acondicionamiento junto con todo el equipo.

Hay incertidumbre sobre si arrancarán en la fecha prevista.  El paro es de los dueños, los peloteros están trabajando a la espera de que el conflicto se resuelva en la mesa donde negocian entre MLB  y la Asociación de Peloteros.

—Lo que hay es que tener paciencia, esta es una negociación y las dos partes van a buscar sus beneficios, y estamos en eso. Este es un proceso que incomoda a mucha gente, pero hay que hacerlo, estamos unidos, sabemos qué es lo que queremos y estamos a la espera de la propuesta de las Grandes Ligas.

La organización de las Grandes Ligas tiene un canal de televisión, decenas de periodistas que escriben para su muy seguida y consultada página web, y millones de seguidores en las redes sociales. Esos recursos permiten que MLB comunique sus mensajes con mayor eficiencia que la Asociación de Peloteros de las Grandes Ligas; por ello, sobre todo al principio del paro patronal, la opinión de muchos fanáticos es que se trataba de una “pelea de millonarios”, equiparando el poder económico de los dueños de equipos, con los jugadores. Desconociendo, por ejemplo, que el 60 por ciento de los jugadores gana salario mínimo, que los millonarios en verdad son muy pocos y que las conquistas que defienden han costado mucho al sindicato.

Desde la llegada de Marvin Miller en 1966, los jugadores prácticamente no tenían capacidad de negociar sus salarios y beneficios. Miller, elevado al Salón de la Fama en 2020, cambió la relación entre jugadores y propietario sobre la base de unión, como la gran fortaleza. Hoy en día, como resaltó Miguel Cabrera, estar unidos es muy importante, así como mostrar a los fanáticos la opinión de ellos, los que juegan, por quienes pagan por ver jugar.

—Nunca vamos a estar igual, ellos son los dueños de equipo, son los que tienen el poder. Aquí no estamos peleando los salarios millonarios, no estamos peleando nada de eso. Estamos peleando por los más jóvenes, por seguridad para ellos, por cosas que del primero a sexto año, no las tienen.

No estamos hablando de después que tienen 6 o 7 años en las Grandes Ligas, establecidos, que es cuando viene la agencia libre, o corremos con la suerte de firmar un gran contrato, pero eso somos 1 de 100, no son todos, y en el camino se están perdiendo muchos jugadores porque no les están dando la oportunidad y yo creo que tenemos que cambiar ese sistema, mejorar el juego para que haya mejor espectáculo y eso no es que los dueños estén ganando algo o nosotros; eso más bien es para el futuro, para los jóvenes, nosotros más bien estamos perdiendo, los veteranos. En paro nosotros somos quienes vamos a perder.

Le consultamos sobre la preparación, ya no física, sino también mental, ante la incertidumbre.

—Mentalmente estamos preparados; nos hemos preparado para esto, sabemos que la unión de los peloteros hará avanzar esto. Esperemos que la próxima propuesta de ellos sea algo razonable, algo que podamos sentarnos a analizar y seguir adelante, lo importante es que haya béisbol este año.

La meta de los 3 mil hits en la mira

Mientras los dueños y jugadores no llegan a un acuerdo, los fanáticos esperan la solución para, entre muchas cosas, ver a Miguel Cabrera reiniciar la carrera para alcanzar la meta de los 3 mil hits. Solo 13 inatrapables lo separan de convertirse en el primer jugador de la historia con 3 mil hits, 500 jonrones, más de .300 de promedio y con una triple corona. Los venezolanos, los fanáticos de Detroit y de todo el béisbol desean ver ese logro. Él lo sabe.

—Eso es entendible, los fanáticos son los que pagan las entradas para ver los espectáculos de nosotros, pero estamos pasando por un momento crítico; les pedimos paciencia, que eso no tiene nada que ver con ellos. Esperamos buenos resultados y que sea para el bien del béisbol, para el futuro, para los muchachos que vienen de relevo.

Miguel Cabrera fue homenajeado por la alcaldía de Doral, la ciudad del condado de Miami Dade donde habita la mayoría de los venezolanos que viven en el Sur de Florida. En Doral no se extraña casi nada de la gastronomía venezolana; aunque no vivan en Doral, muchos venezolanos vienen a buscar sus sabores, a visitar amigos, a que les sirvan el café como acostumbran, a los parques, uno de ellos es Miguel, por eso está orgulloso y agradecido por el reconocimiento de esta ciudad que está ligada a Venezuela, por su gente. Además su hijo practica  y juega en un equipo local. A Miguel Cabrera le gusta acompañarlo cuando tiene tiempo.

—Es algo que nos llama; donde están las raíces de nosotros, queremos estar, junto a los venezolanos; ya que no podemos estar en nuestro país, podemos tener este calorcito en Doral.

Para cerrar conversamos de lo que hizo en las vacaciones, antes de comenzar su trabajo de preparación para los entrenamientos de primavera. Estuvo de viaje por Europa, compartió imágenes de su recorrido en su Instagram. Disfruta cada vez que tiene un tiempo libre con la familia.

—Trato de pasar la mayor parte de la temporada muerta con ellos. Fue una experiencia bien bonita, donde conocimos nuevas personas, diferentes cosas que no son de la pelota solamente.

—¿Viste el fútbol, te vimos en el Paris Saint Germain?

—¡Sigo a Messi, así como sigo a Lebron James, donde van ellos voy yo. Soy muy fanático de ellos,  sigo la carrera de ellos, son grandes deportistas, son de admirar y cada vez que pueda verlos, siempre voy a ser su fanático número uno.

Los empleados de la Alcaldía lo esperaban para tomarse fotografías, él accedía amablemente, ahí lo dejamos.


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