Actualidad

Madrid en “contención reforzada”

Fotografía de OSCAR DEL POZO | AFP

10/03/2020

El lunes 9, antes de que el ministro de sanidad y la presidenta de la Comunidad de Madrid ofrecieran su rueda de prensa, los supermercados comenzaban a abarrotarse para experimentar lo que los venezolanos llamamos “compras nerviosas”.

–Son las 7 de la tarde y estamos reponiendo productos en las estanterías comentaba la trabajadora de una cadena de alimentación. Carne, pollo y papel higiénico fue lo primero que desapareció de los anaqueles.  

Al mediodía del lunes, el director del Centro de Coordinación y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, hacía su acostumbrada rueda de prensa, pero esta vez, con un inusual apuro que disparó alertas, en contra de la tranquilidad que la semana anterior proyectaba para generar la percepción de control. “Esta vez será corta”, dijo al comienzo, y es que ya estaba planteada una reunión del Ministerio de Sanidad, con la presidenta y el gabinete de la Comunidad de Madrid. 

El crecimiento de la cifra de contagiados en Madrid había dado un significativo salto del sábado al lunes. “Y las cifras de hoy, son las de los contagiados examinados hace 4 ó 5 días”. La frase de Simón abría un entendimiento de lo que estaba por venir.

Fotografía de Axa Milá de La Roca

Comenzaron las dudas. ¿Por qué no se suspendió la marcha del día de la mujer, a la que la ministra de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España, Isabel Celaa, asistió con guantes protectores? ¿Por qué, conociendo el proceso en Italia, no se tomaron acciones más oportunas y enérgicas? La intuición social estaba activada. Venían medidas, ¿tardías? La contención pasaba al nivel de “contención reforzada”.

El miedo emergió, y este martes, caras tapadas con mascarillas y carritos de compra se observaban en las aceras de los barrios vecinales de Madrid.

Los supermercados lucían abarrotados, con colas que salían de los establecimientos. Los vecinos hablaban de acera a acera. “Ya no queda nada de carne, ni pan”, decía una mujer con tres bolsas repletas, a su vecino que regresaba del trabajo al mediodía: “¿Pero qué somos?”, preguntaba con asombro. “¿Somos locos? ¿Somos tontos?”, al tiempo que llegaba una ambulancia y se detenía frente a un edificio pequeño. Todos aguardaron curiosos, hasta que salieron los paramédicos tomando por los brazos a un abuelito, ataviados con los trajes recomendados para evitar el contagio del coronavirus.

Aunque la imagen no confirmaba nada, la sospecha de un contagio cercano, provocó miradas nerviosas. Fue como una escena de película en la que los esbirros entran, se llevan a un conocido, y todos quedan con el miedo a ser el siguiente. 

Para evitar contagios mayores en los centros de salud, España habilitó un número telefónico, donde se informan los síntomas y si se acercan a los del virus, el servicio de paramédicos acude a la vivienda para evaluar la situación y realizar las pruebas de descarte o confirmación. Aunque ha habido muchas quejas sobre el servicio por la tardanza de las respuestas, hay respuestas.

Fotografía de Axa Milá de La Roca

Este martes fue el primer día en escenario de “contención reforzada”. Aún no se sabe si habrá medidas especiales para los usuarios del metro o autobuses, donde se mueve gran parte de los habitantes y visitantes de Madrid. No hubo cifras de contaminados, ni estuvo Fernando Simón en rueda de prensa. La asumieron el ministro de Sanidad, Salvador Illa y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. 

Reconfirmaron la suspensión de las clases en las comunidades más afectadas de Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida, y sumaron el anuncio de la suspensión de todos los actos de más de 1000 personas. También suspendieron, durante un mes, los viajes de las personas mayores, para evitar los desplazamientos en la «población más frágil», y quizás la más drástica de las medidas hasta el momento: anunciaron la suspensión de los vuelos directo desde Italia hacia España, a partir de las 12 de la madrugada de este martes.

Los ministros fueron enfáticos en alabar el sistema nacional de distribución de alimentos. “No hay problema de abastecimiento”, seguido de: “mantengamos la calma”. 

Al final de la tarde, en rueda de prensa, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ordenaron el cierre, durante quince días, de bibliotecas, teatros, centros culturales, polideportivos municipales, el planetario, escuelas de danza y música, escuelas municipales infantiles, así como actividades para niños, jóvenes y mayores en los museos municipales, y programas de deporte en la calle.


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