Perspectivas

Macron en China: ¿un giro en las relaciones con Europa?

Fotografía de Thibault Camus | POOL | AFP

16/04/2023

El presidente francés Emmanuel Macron culminó su visita oficial de tres días a China, que inició el 5 de abril junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la cual habría intentado disuadir al presidente chino Xi Jinping de apoyar la invasión rusa de Ucrania, a cambio de fortalecer lazos comerciales entre Europa y el gigante asiático.

La visita a China del jefe de Estado francés es la primera desde la pandemia de covid-19 en 2020, y contó con la presencia de una comitiva de líderes de negocios y empresas como el gigante de aviación Airbus y la empresa energética EDF,  que buscan oportunidades en el mercado chino para hacer sobrepeso a la crisis económica potenciada por la guerra en Ucrania.

En una agenda diplomática que incluyó varias horas de reuniones y banquetes, Macron tenía el objetivo de balancear los potenciales negocios entre Europa y China en relación con los que mantiene el gigante asiático con Rusia.

El mandatario francés enfrentó el reto de extender propuestas diplomáticas a China sin dejar de tomar en cuenta la perspectiva de la presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen, quien a finales de marzo propuso una postura de confrontación con China por sus vínculos con Rusia.

“China ha intensificado su postura militar, pero también sus políticas de desinformación y cohesión económica y comercial. Se trata de una política deliberada, dirigida a otros países para asegurarse de que cumplan”, dijo Ursula von der Leyen el 13 de marzo de 2023 en Bruselas, durante una conferencia del European Policy Center.

En su discurso, la presidenta de la Comisión Europea expresó preocupación por las intenciones de China de volverse el poder predominante en el mundo, y escepticismo respecto al plan chino para la paz entre Rusia y Ucrania.

«Cualquier plan de paz que consolide de hecho las anexiones rusas simplemente no es un plan viable. La forma en que China siga interactuando con la guerra de Putin será un factor determinante para las relaciones UE-China en el futuro», dijo von der Leyen.

Macron ha expresado en el pasado que es esencial restringir el financiamiento chino en industrias estratégicas rusas, así como buscar el compromiso chino de no proveer a Rusia de armas letales. El presidente francés también ha dicho que desea contar con Xi Jinping para jugar un rol más constructivo en la búsqueda de paz en Ucrania.

Pero al mismo tiempo, aboga por una relación estratégica con China, desmarcándose de la política exterior de Estados Unidos que propone contener o aislar la influencia china en el mundo, una postura que resulta agradable para China, que bajo el liderazgo de Xi Jinping busca generar algún tipo de división entre Europa y Estados Unidos a fin de tratar con con la primera de forma independiente.

Antes de su partida, el presidente Macron demostró la unidad occidental conversando con el presidente estadounidense Joe Biden. Ambos líderes expresaron su intención común de interactuar con China y acelerar el fin del conflicto ucraniano. Mientras tanto,  von der Leyen conversó con el presidente Zelensky de Ucrania, afirmando que la UE lucha por una paz justa que defienda la independencia y la integridad territorial de Ucrania.

Tanto los funcionarios estadounidenses como los chinos son conscientes de que la postura de Europa hacia Pekín aún no es definitiva. Esto supone una oportunidad y un riesgo para ambas partes. En los últimos meses, los funcionarios estadounidenses han logrado advertir sobre la voluntad de China de suministrar armas a Rusia y los riesgos de permitir a las empresas tecnológicas chinas un acceso sin restricciones a los mercados europeos. TikTok, propiedad de una empresa china, ha sido vetada en teléfonos públicos y administrativos de varias localidades europeas, incluidas las instituciones de la UE en Bruselas. La presión de EE.UU. también hizo que los Países Bajos aplicaran nuevos controles a la exportación de equipos semiconductores avanzados a China.

Sin embargo, incluso Ursula von der Leyen, quien es exministra de Defensa de Alemania, ha descartado la idea de separar completamente a Europa de la economía china. Desde la perspectiva de Pekín, esta es otra diferencia significativa respecto al entorno comercial hostil impulsado por Estados Unidos.

La importancia de esta reunión diplomática radica en determinar el curso futuro de las relaciones de Europa con China. Si Macron logra obtener algunas concesiones del presidente Xi, en particular sobre Ucrania, podría envalentonar a quienes dentro de Europa abogan por una reanudación de las relaciones económicas con China. Y lo más importante, podría dar lugar a un enfoque hacia China distinto del de Estados Unidos. Si esto ocurriera, sería más difícil para la administración Biden mantener a Europa a bordo en la medida en que quiera cooperar en sus esfuerzos por contener el poder militar y tecnológico de China.

Por otro lado, si el presidente Macron no logra obtener una concesión suficiente por parte de China en relación con la guerra de Ucrania, aunque solo sea en términos retóricos, reforzará la postura de aquellos que dentro de Europa y otros lugares abogan por un enfoque más confrontacional hacia China.

Europa primero: un bloque guiado por sus propios intereses

La visita oficial de Macron, que estuvo marcada por gestos de cercanía por parte del presidente Xi, culminó en una declaración conjunta comprometiéndose a una «asociación estratégica global», en la que ambos líderes elogiaron un «mundo multipolar», término utilizado para referirse a un mundo que no está dominado por Estados Unidos.

La visita también trajo noticias favorables para las empresas europeas, tras la promesa de construir centrales nucleares civiles, pasar a economías neutras en carbono, comercializar los aviones Airbus de Europa y mejorar las exportaciones de carne de cerdo.

La reunión diplomática produjo un rotundo rechazo del enfoque de «desacoplamiento» económico preferido por Estados Unidos, que implica amplios controles de las exportaciones y la reorganización de las cadenas de suministro para disminuir los riesgos de seguridad.

En la reunión se manejaron cuidadosamente las perspectivas europea y china sobre el conflicto ucraniano, aunque sin alcanzar ningún avance significativo. Notablemente se evitó cualquier debate sobre la posible amenaza de China a Taiwán.

«¿Tenemos [los europeos] interés en acelerar en el tema de Taiwán? No. Lo peor sería pensar que los europeos debemos ser seguidores en este tema y adaptarnos a un ritmo americano y a una sobrerreacción china», dijo Macron al medio francés Les Echos.

El cambio de enfoque de Macron respecto de las relaciones UE-China significa el inicio de una nueva asociación comercial, lo que implica que la lucha para proteger las instituciones liberales posteriores a la Segunda Guerra Mundial de los ataques de Moscú y Pekín será polifacética y sofisticada. Sin embargo, no todos los aliados de Estados Unidos ven esto de la misma manera.

Durante su vuelo de regreso a Francia, el presidente Macron reiteró en entrevista con medios franceses su concepto favorito de «autonomía estratégica» para Europa, en la que Francia desempeñaría sin duda un papel protagónico. Su objetivo es transformar la Unión Europea en una «tercera superpotencia». Según el presidente, el «mayor riesgo» para Europa sería «involucrarnos en crisis que no son las nuestras, lo que nos impediría construir nuestra autonomía estratégica».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mantiene puntos de roce con el mandatario chino. Von der Leyen declaró que le había dicho a Xi Jinping durante su reunión del jueves en Pekín que «la estabilidad en el estrecho de Taiwán es de crucial importancia». Añadió que «la amenaza del uso de la fuerza para alterar el statu quo es inaceptable».

Por su parte, la economía china busca recuperar niveles previos de crecimiento que experimentaron desaceleración como consecuencia de su política de cero-covid, para hacer frente a la propagación del Sars-CoV-2 en China.

Para alcanzar el objetivo de lograr un crecimiento del 5% este año, por encima del 3% que se alcanzó en 2022, el presidente Xi debe mantener e intensificar las inversiones y el comercio con Europa, lo que sería posible luego de los acuerdos establecidos durante la visita del presidente francés.

¿Qué significan los lazos Macron-Xi para la seguridad transatlántica?

El presidente Macron aceptó algunos de los términos propuestos por China en su plan de 12 puntos para resolver la crisis de Ucrania, publicado en febrero y rechazado por Estados Unidos. Estos términos incluían la importancia de una arquitectura de seguridad europea equilibrada y sostenible y la necesidad de evitar la «confrontación de bloques», que China considera un reflejo de una «mentalidad de Guerra Fría».

La idea de necesitar una nueva arquitectura de seguridad europea que sea equilibrada y sostenible, como se menciona en la propuesta de 12 puntos de China para resolver la crisis de Ucrania, podría considerarse un desafío a la OTAN, que actualmente sirve de base de seguridad de Europa.

Macron y von der Leyen consiguieron que Xi hiciera el compromiso de hablar con Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, en un momento indeterminado, pero Xi no prometió presionar a Putin para poner fin a la guerra.

Queda por ver si el compromiso de Xi de hablar con Zelensky es genuino y si China puede realmente desempeñar un papel en la resolución del conflicto en Ucrania. Rusia ha declarado recientemente que no es el momento adecuado para tales conversaciones. Además, la estrecha relación de Xi con Putin, con quien ha mantenido más de 20 conversaciones en los últimos cinco años, pone de relieve el énfasis de China en su asociación con Rusia como prioridad estratégica, incluso si ello significa oponerse a occidente.

La visita conjunta de Macron y von der Leyen pretendió evitar cualquier intento chino de explotar las divisiones dentro de Europa, y algunos analistas especulan con la posibilidad de que este sea un objetivo chino, ya que pretende atraer a ciertas partes de Europa para que se alejen de la órbita estadounidense.

Sin embargo, dado que los distintos Estados miembros mantienen diferentes grados de relación con China, la UE aún no ha alcanzado un consenso claro sobre cómo tratar al gobierno de Xi. Algunos estados miembros, como Francia y Alemania, dan prioridad a preservar los lazos comerciales, mientras que otros, en particular las naciones del antiguo bloque soviético que recelan de las ambiciones territoriales de Rusia tras Ucrania, han mostrado aprobación por una postura más dura contra China, y advierten que el país asiático puede utilizar su asociación con Rusia para influir en Europa.

Mario Esteban, analista del Real Instituto Elcano, argumentó que el concepto de una tercera vía europea es complejo porque la seguridad de la UE depende actualmente de Estados Unidos.

«Es evidente que nuestros valores y nuestros intereses no son los mismos que los de Estados Unidos, pero están más cerca de Estados Unidos que de China”, dijo Esteban. “No creo que debamos seguir ciegamente a Estados Unidos, pero hablar aquí de neutralidad o equidistancia no me parece muy realista, porque ni nuestros valores ni nuestros intereses son equidistantes de Washington y Pekín».


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