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Hace unos días publicaron la lista de peloteros de la época moderna del beisbol (1970-1987) con opción de acceder al Salón de la Fama. Entre los candidatos estaba Luis Tiant, el pitcher que se reinventó al recuperarse de una lesión en el brazo para convertirse en artista de los envíos lentos, luego de haber brillado en la Gran Carpa como lanzador de poder.
La noticia nos hizo evocar imágenes de aquella mañana dominical del 14 de noviembre de 1971. En enero de ese año, Tiant había recibido un dramático jonrón del emergente y novato Robert Marcano y los Leones del Caracas quedaron en el terreno, eliminados en el tercer juego de la serie semifinal por los Tiburones de La Guaira.
La directiva del Caracas consideró que Tiant estaba acabado como pitcher y no lo firmó para la siguiente temporada. Pedro Padrón Panza, viejo zorro del beisbol, siguió el desempeño de Tiant con los Medias Rojas de Boston durante el verano de 1971, y aunque sus estadísticas eran 1 ganado y 7 perdidos con 4.85 de efectividad, Padrón decidió traerlo para sus Tiburones.
Parecía que los mejores días de Tiant habían quedado atrás con los 21 triunfos, 19 juegos completos, 9 blanqueos y su efectividad de 1.60, mientras jugaba para los Indios de Cleveland en 1968. O con su marca de 12 ganados y 6 perdidos, 11 juegos completos, 157.1 innings lanzados, 117 hits permitidos y efectividad de 1.83 en 23 juegos con los Leones del Caracas en la temporada 1966-67.
Ese domingo, La Guaira fue visitador. Por el Caracas abrió Barry Lersch y la pizarra se mantuvo en blanco por tres episodios. En el cuarto acto, los litoralenses marcaron su primera carrera. En el tercer episodio, el antesalista Robert Marcano se había lanzado de cabeza para tomar en la malla del guante una línea bajita de Lersch que amenazaba con seguir hacia el jardín izquierdo.
A medida que avanzaba el juego se escuchaba menos ruido proveniente de la tribuna en la transmisión radiofónica, el estadio parecía un camposanto a medianoche, el narrador decía que se respiraba un ambiente muy tenso que apenas se vulneraba con algunos gritos apagados, como cuando Victor Davalillo despachó una línea trepidante a manos del jardinero derecho Antonio Correa en el séptimo inning.
La tranquilidad de Tiant era pasmosa, su enfoque impenetrable. El último batazo comprometedor fue un roletazo candente de César Tovar hacia la derecha de Tiant que fue detenido a medias por el pitcher, quien se repuso y metió un riflazo a primera para completar el out.
Quizás el momento cumbre de ese juego ocurrió cuando al regresar al dugout luego de dominar a los Leones en el octavo episodio, Tiant se pasó el dedo índice por el cuello mientras miraba hacia la banca y la tribuna caraquistas. Eso incrementó aún más la emoción del juego. La expectativa por ver lo que ocurriría en el cierre del noveno episodio.
Los Tiburones respaldaron a Tiant con jonrón de Marcano, doble impulsor de Lou Piniella y otro imparable remolcador de Oswaldo Blanco.
Davalillo entregó el out veintisiete con rodado por primera base que desató la algarabía en la tribuna de la derecha. En ese entonces no había samba, pero se escuchaba clarita la voz de Pepe El Gritón y la corneta del “Alma Llanera”. Tiant fue rodeado por los abrazos de sus compañeros de equipo. La venganza estaba consumada. Había dejado sin hits ni carreras al equipo que lo había desechado en enero de ese 1971. En nueve episodios solo permitió que se le embasara dos veces por boleto. Ponchó a 7 bateadores rivales.
Luego vendría la temporada de 1972 con los Medias Rojas de Boston en la cual Tiant regresaría como el ave Fénix con marca de 15-6, 12 juegos completos, 6 blanqueos y lideró la Liga Americana en efectividad con 1.91 en 179 innings lanzados.
El juego que recordamos de esa época ocurrió el martes 4 de septiembre de 1973 en Fenway Park ante los Orioles de Baltimore y Jim Palmer.
En el primer inning Al Bumbry se embasó, robó la intermedia y, luego de retirar a Rich Coggins con elevado en foul a la mascota de Carlton Fisk, y a Paul Blair con rodado por el montículo, Tiant recibió doble de Boog Powell para adelantar a los Orioles.
En el cierre de esa entrada, Tommy Harper dio sencillo a la izquierda, Luis Aparicio lo adelantó a segunda con roletazo por la intermedia. Reggie Smith negoció boleto. Carl Yastrzemski despachó imparable que remolcó a Harper.
La mayor amenaza de Boston ante Palmer ocurrió en el quinto inning cuando Harper abrió con doble al centro, Aparicio siguió con imparable por la inicial, pero luego Palmer dominó a Smith, Yastrzemski y Fisk. Desde el sexto hasta el úndécimo inning, Palmer retiró 17 bateadores en fila.
Por su parte, Tiant se sobrepuso a un doble de Bobby Grich para iniciar el décimo inning, luego Mark Belanger se embasó con toque, y Bumbry se embasó por error de Aparicio para llenar las bases. Tiant obligó a Coggins a roletear por primera base y Cooper inició una doble matanza con Carlton Fisk. Luego dominó a Blair con roletazo por tercera.
Luis Tiant retiró los últimos nueve bateadores de los Orioles en fila.
En el cierre del duodécimo episodio, Ben Oglivie se la desapareció por el monstruo verde a Palmer. Boston 2 – Baltimore 1.
Pero quizás el juego que más ilustra la clase de pitcher que era Tiant, fue el cuarto de la Serie Mundial de 1975 ante los Rojos de Cincinnati, como lo dice Peter Gammons en una de las entrevistas del documental The Lost Son of Havana. Sin lo mejor de su repertorio que le permitió blanquear a la Gran Maquinaria Roja en el primer juego, el nacido en Marianao pudo dominar a fuerza de maña e inteligencia. Desde la tribuna le observaba Luis Tiant padre, a quien, de acuerdo a la película The Lost Son of Havana su hijo le había dicho mientras practicaba de adolescente que iba a ser mejor que él.
“Aquella noche fue la de la voluntad de un hombre contra la grandeza de un equipo, y por esa vez pudo más la voluntad”, declaró Gammons en la citada entrevista.
Steve Garvey, Tommy John, Don Mattingly, Marvin Miller, Jack Morris, Dale Murphy, Dave Parker, Ted Simmons, Alan Trammell y Luis Tiant, son los nueve peloteros de la época moderna (1970-1987) que están siendo evaluados por un comité de 16 miembros. De este grupo solo ingresarán al salón, quienes obtengan el 75 por ciento de los votos. Los seguidores de Tiant esperan con ansiedad el día 10 de diciembre cuando se llevará a cabo la tan ansiada elección.
Alfonso L. Tusa
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