Béisbol

Ganó Magallanes, aquella vez también

12/12/2021

Fotografía de Henry Delgado | Prensa Leones

“Está ganando el Magallanes”

Felo Ramírez

Como para que duela más, Magallanes ganó en el Universitario con pizarra de 10-6 y para hacer más colorida su victoria, confeccionaron una jugada de tripleplay, cuando parecía que los Leones podían irse arriba con las bases congestionadas. Además, vale decir, con una combinación poco usual, por la vía 5-5 / 5-4 / 4-3.

La serie particular de esta temporada ya es de ellos (5-2), para continuar dominando la cuenta definitiva entre los dos.

Una semana que finaliza bien en el balance de victorias y derrotas de los Leones, luego de recibir una ración de arepas turcas, dejarlos en el terreno y sufrir la mortal jugada de tripleplay que acabó temprano con la ilusión de ganar en casa ante las 5.874 personas presentes en el parque de Los Chaguaramos.

Entre los dos hay tantos innings como historias, y si bien es cierto que este Magallanes no es la misma franquicia con la que se inició la enconada hostilidad entre caraquistas y magallaneros (aquel Magallanes desapareció en 1933 y el Royal dejó de existir en 1935), la rivalidad  quedó arraigada, hasta el sol de hoy. El abolengo del enfrentamiento precede a la creación de la LVBP.

Cuando en 1942 surgió el Cervecería, repitiendo la fórmula del “purocriollismo” en el béisbol de primera división, los seguidores del Royal lo asumieron como sus herederos legítimos y con la reaparición del Magallanes, regresó la rivalidad.

Ese año la compañía Cervecería Caracas compró a la Cervecera Princesa incluyendo a su exitoso equipo de béisbol. El Princesa jugó por última vez con ese nombre el domingo 3 de mayo, después fue Cervecería. Solo cambió la sede y el mote, porque la nómina se mantuvo.

Existía el temor en la afición a que la jugada económica desestimara el béisbol, sin embargo, el anuncio de la compra del Estadio de San Agustín, despejó la duda. El béisbol continuaría como parte del negocio.

Con la rivalidad sentida como si en efecto se tratara de los mismos equipos, Caracas y Magallanes se vieron las caras por primera vez en el estadio de San Agustín.

El 31 de octubre de 1942, “El Muchachote de Barlovento”, Vidal López, extraordinario pelotero que era capaz de batear y pitchear, pintó de blanco al Cervecería y conectó dos dobletes para ayudarse. El Magallanes ganó 4-0  el juego que inauguró la rivalidad más arraigada de nuestra pelota.

Semanas después, el 27 de diciembre de 1942, con Vidal López ahora uniformado con el Cervecería, el Caracas derrotó a sus archienemigos 3-0 en el primer juego oficial entre ellos, en el torneo de primera división.

Los magallaneros insisten en recordar el juego del 31 de octubre para subrayar que fueron los primeros que ganaron, pero de inmediato los caraquistas responden con el juego de meses más tarde, que a decir verdad fue el primero “oficial”.

Magallanes alineó a Luis Aparicio “El Grande” en el campo corto, Francisco Correa en segunda base, Jesús “Chucho” Ramos en el jardín derecho, Alejandro Oms en el centro, Domingo Barboza en tercera, César Núñez era el receptor, Pablo Uzcátegui el jardinero izquierdo, Juan Requena el inicialista y Plácido Bernal era el lanzador. En el noveno entró Balbino Hinojosa a defender la pradera izquierda.

La alineación del Cervecería comenzaba con Jesús Pérez en el jardín derecho, Luis Romero Petit en tercera, José Antonio Casanova en el campocorto, Vidal López como cuarto bate y lanzador, Héctor Benítez “Redondo” en el jardín izquierdo, Antonio Briñez en primera, en segunda José García, el catcher era Enrique Fonseca “El Conejo”, Félix Machado en el center y además relevaron “El Dumbo” Ramón Fernández y Julio Bracho.

Aquel campeonato de béisbol amateur de Primera División de sólo 12 cotejos, lo ganó el Caracas al salir ganador en 9 de ellos. En segundo puesto se ubicaron los Bucaneros (7 y 4) y un empate, tercero el Venezuela (5 y 7) y por último el O.S.P con sólo dos triunfos, nueve derrotas y un empate.

Aunque algunos de los jugadores cobraban por el resultado de la taquilla, aún no se hablaba de pelota profesional, como ocurrió a partir de 1946, cuando quedó fundada la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con prácticamente los mismos equipos, a excepción del O.S.P que dio paso al Vargas, ganadores del campeonato inaugural de nuestra pelota rentada.

Eran años de aprendizaje, tanto para los peloteros como para directivos y afición, pero ya la rivalidad había quedado establecida para siempre. Desde entonces y hasta nuestros días, para despecho de muchos, un Caracas-Magallanes es el mejor ejemplo de la sana rivalidad deportiva.

En días de polarización, un juego entre los llamados “eternos rivales” nos reitera siempre que es posible ser adversarios, sin ser enemigos. Disfrutando estar el uno en contra del otro, y por y para el otro.

Dice el “Chivita” Lezama que parece un matrimonio.


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