Diario Literario
Diario literario 2023, octubre (parte III): Herzog (2), más Rachel Cusk, Rousseau-Hegel-Hölderlin, Jon Fosse, Pavese
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Milán, sábado 7 de octubre de 2023
Herzog
A propósito de la presentación en Milán de su nuevo libro, una “especie de autobiografía”, Ognuno per sé e dio contro tutti (Cada uno por su cuenta y Dios contra todos), Werner Herzog (1942) concedió una entrevista al Corriere della sera. Estas son dos de las opiniones a las preguntas que le hiciera su colega Davide Ferrario:
Es un hecho que el Novecientos fue el siglo en el cual las utopías socio-políticas, fascismo y comunismo produjeron muchas catástrofes, entre ellas el genocidio. Lo que, como alemán, me produce más horror respecto al exterminio de los hebreos es que haya sido un proceso industrial. Otro problema del siglo XX fue el aumento poblacional, que se multiplicó por diez, una catástrofe. Mucha gente requiere el empleo de muchos recursos, sobre todo para las personas que tienen un comportamiento consumístico. Sobre esto no se habla lo suficiente.
Sobre La conquista de lo inútil, su diario, publicado en 2007:
Lena (su esposa) me dijo: “El manuscrito de tu diario está allí, tú te mueres y el diario sobrevivirá hasta que llegue un desconocido y lo publiqué sin entenderlo”. Nunca había pensado en publicarlo, primero porque eran casi mil páginas, escritas en una letra cada vez más pequeña hasta hacerse ilegible. No tengo una explicación para esto y muchas veces me negué a descifrarlo. Hasta que por la insistencia de Lena comencé y todo se hizo comprensible. Así que lo publiqué y estoy contento de haberlo hecho.
Sobre su vocación de escritor:
Creo que soy una voz original. Y pienso que mis libros tendrán una vida más larga que mis películas. Las películas no tienen una vida muy larga de todos modos. En mis libros hay una esencia más intensa y una prosa que no se encuentra en otra parte, comenzando con Senderos de hielo. Por eso creo que van a durar más, y también porque mis libros nunca serán convertidos en películas, no lo permitiré nunca. Son literatura. Leánlos y basta.
Milán, domingo 8 de octubre de 2023
Rosas de otoño
El recalentamiento planetario ha estimulado la aparición de una serie de signos inquietantes en el gran teatro del mundo. Algunos trágicos, muchos dramáticos y algunos acaso gratificantes. Entre los últimos, la floración inesperada de los rosales en el meridiano del continente europeo. Confundidas por las altas temperaturas, las matas de rosas se esmeran en ofrecer muestras de sus flores a destiempo. En el pequeño jardín de mi edificio, rosas color naranja con aromas ahumados, y rosadas con perfumes mentolados y orientales, se han presentado así, sin aviso como un milagro del otoño. En un catálogo especializado encuentro que esta última pertenece a una rara variedad que algún jardinero ingenioso llamó “Autumnal sex variety”. A rose is a rose is a rose is a rose.
Más Rachel Cusk
El segundo libro, Transit, de la trilogía narrativa de Rachel Cusk (1970), es más de lo mismo en el mejor de los sentidos. Como, Outline, el primero del ciclo, se trata de una novela-no-novela. Quiero decir que no se trata de una narración, como Tom Jones o Doña Bárbara, con un desarrollo narrativo, atributo de todas las narraciones desde Homero. En estas dos novelas el famoso desarrollo no existe. No es que no pase nada, pues es mucho lo que pasa; sino que, en general, a los personajes no los relaciona ningún argumento o sentimiento. Ni siquiera se conocen las más de las veces. Y sus destinos no tienen nada en común. No hay la más mínima unidad de acción, ese atributo de una obra literaria, que ya reconocía Aristóteles en la tragedia. Tampoco se propone la autora el desarrollo de personajes “eternos”, como Madame Bovary o Natasha. Todos sus protagonistas son fragmentos de una narración fragmentaria. No obstante, la unidad es uno de los atributos de las dos novelas que llevo leídas de la trilogía. Pero se trata de una unidad que no conoció Aristóteles, por la única razón que una de las pocas cosas del espíritu no inventadas en Grecia fue el romanticismo. Y fueron los románticos alemanes, Friedrich Schlegel en particular, los que ingeniaron la “unidad de sentimiento” para tratar de justificar la grandeza del teatro Shakespeare, que pocas veces, si acaso, tomo en consideración los preceptos aristotélicos. Los personajes de Cusk, burgueses privilegiados por su educación y economías, son todos iguales. Divorciados casi siempre, incapaces de ser adultos, neuróticos, sexualmente minusválidos, frígidos, eurocentristas y de un patético narcisismo. Este feeling compartido es lo que le otorga coherencia a estas novelas escritas con una prosa fluida, tensa, casi metálica y, sin embargo, elegante y eficaz.
Milán, lunes 9 de octubre de 2023
Los románticos alemanes y Rousseau
Uno de los libros más excitantes que he leído es la Fenomenología del espíritu, y uno de los más fascinantes es Reveries d’un promeneur solitaire (Ensoñaciones de un caminante solitario). La lectura sin prisas de la biografía que Jürgen Kauben le dedica a Hegel, me ha servido para recordar la conspicua gravitación de la obra de Rousseau sobre los espíritus fundadores el romanticismo alemán, que es es lo mismo que decir sobre los fundadores de la modernidad. Con padres fundadores como estos no se podía exigir demasiado al siglo XX, que no podía ser sino genocida, esquizofrénico, delirante (Lenin, Hitler, Mussolini, Mao, Chiang, Nixon, Castro, Perón, Chávez). No exagera, como demostró el profesor Irving Babbit en su ensayo irrefutado (Rousseau & Romanticism), aquel que atribuye a Rousseau todos los males de la sociedad moderna, cuyo pensamiento fue el desarrollo de las intuiciones de Hegel en su Fenomenología, Jürgen Kaube. “Su héroe era Jean Jacques Rousseau, en el Emilio, el contrato socal, las Confesiones, y en otras obras donde predominan sentimientos análogos con los cuales se liberaba de ciertos esquemas, o como decía el mismo Hegel, de las cadenas”, escribió un contemporáneo de Hegel, un comentario que sólo se explica en aquel mundo fascinante, pródigo en utopías, que fue el romanticismo en Alemania. Un mundo condicionado por las ideas de un ginebrino genial y paranoico. Cómo puede ser modelo de nada alguien que comience un libro con estas célebres líneas: Me voici donc sur la terre, n’ayant plus de frère, de prochain, d’ami, de société que moi même (“Aquí estoy pues en la tierra sin otro hermano, vecino, amigo o sociedad que no sea yo mismo” De todo lo que se escribió sobre Rousseau nada más inquietante que el poema que le dedicó Hölderlin, cuyas primeras líneas reproduzco en esta traducción que espero mejorar un buen día:
Rousseau
¡Cuán efímero es el día que vivimos,
llegaste y fuiste sorprendido. Ahora
es de noche, duerme donde el lejano
infinito se desplaza sobre el tiempo
de la gente y las deja libres. Muchos
pueden ser responsables de su época
y un dios los coloca ante lo abierto,
pero tú te quedas en las afueras,
molesto como una sombra incapaz de amarlos.
Milán, martes 10 de octubre de 2023
Jon Fosse
Desconocía la popularidad del premio Nobel noruego entre los lectores de habla castellana. Apenas se hizo pública la decisión, me comenzó a llegar, va internet, una cantidad considerable de sus obras, novelas, teatro y por último una selección de sus poesías completas que serán publicadas en breve por la editorial Sexto Piso. Desafortunadamente no conozco el nombre del autor de las traducciones, de las cuales incluyo tres piezas en este diario literario.
3 poemas de Jon Fosse
el perpetuo callar del
perro entre
el significado que se va
y vuelve
se va y vuelve se
transforma
y está ahí
en el ir y venir del
significado
como el ir y venir de Dios
en un texto
invisible como los deslices
del texto
como los abatidos trajines del
perro
como el ir y venir del canto de
un ángel
I
también ti
como la lluvia sobre hojas
secas
desapareces
cuando yo
te atraigo hacia mí
mientras me alejo
II
pero el pelo mucho más
largo
rozaban
de manera fortuita
los dedos el uno del otro
(perro y ángel, perro y ángel)
de Los movimientos del perro (1990)
¿Quién escribe?
¿quién escribe? ¿escribo yo
o hay algo en mí que escribe y
que
escribe mi texto
a través de mí? quizá sea yo
quien escribe
si soy yo quien escribe
es un yo que cada vez es
distinto porque
en los movimientos del texto
siempre hay
un yo que escribe y este yo no
soy yo
o quizá lo sea
pero es un yo tan distinto de
una vez a otra
que no puedo ser yo
si soy yo quien escribe
yo es todos estos yoes
distinto
que aun así en cada texto son
un yo claro porque
es así: si quiero escribir
y estar cerca de lo que no es
tiene que haber un yo claro
o perceptible en toda su falta
de claridad
y este yo sólo está presente
precisamente en lo que se
escribe o se ha escrito
luego desaparece
y cada texto tiene su propio yo
y sin este yo el texto pierde su
movimiento
y dirección
este yo es tan distinto que aun así
es tan perceptible
este yo distinto que el texto
crea y
que crea texto y
es un algo y quizá sea este ago
lo que narra el texto
de Perro y ángel (1992)
Barbaresco, miércoles 11 de octubre de 2023
La luna e i falò
Como estas que veo desde la terraza del hotel, son las colinas que recorrió Pavese en su adolescencia y juventud que son el paisaje de sus mejores narraciones. Piemonte es una de las regiones más pobres de Italia. Sus tierras son áridas y polvorientas, pobre en mieces y no aptas para el cultivo ni ricas en pasto para la cría de ganado. Fue protagonista de grandes movimientos migratorios que llevó a lo mejor de su población a países lejanos como Brasil, Argentina y, menos, Venezuela. Su única riqueza, y es relativa, es la de estupendos vinos tintos, o blancos y dulces como el moscato. En su novela La luna e i falò, Pavese se refiere a esta pobreza en los que es uno de los inicios más tristes de la narrativa contemporánea. En su poesía, la geografía piemontesa es un escenario reiterado:
Encuentro
Estas duras colinas que hicieron mi cuerpo
y lo sacuden con tantos recuerdos, me mostraron
el prodigio de aquella que ignora que vivo por ellos
aunque sigo sin entenderla.
La encontré una noche, una mancha más clara
bajo ambiguas estrellas, en la oscuridad del verano.
Alrededor la fragancia de estas colinas,
más profunda que la sombra, y de pronto sonó,
como si saliera de estas colinas, una voz limpia
y áspera a la vez, la voz de un tiempo perdido.
Barbaresco, jueves 12 de octubre de 2023
Vine con mi hermano, Daniel Oliveros, por primera vez a esta región en 1996 y desde entonces lo hemos seguido haciendo por lo menos una vez al año. Ya en octubre se sentía el duro clima piemontés, con su frio cortante y sus noches de sólida oscuridad. El olor del sarmiento de las fogatas (las “faló” de Pavese) se sentía en el aire de las colinas. Tiempo de niebla preferido por la uva que no de balde llaman “nebbiolo”. Ya hace diez años comenzamos a apreciar el cambio del clima, menos frío y menos neblina. Este año el calor ha hecho de Piemonte un paisaje tropical, con sus calores y quemante sol. Las uvas sufren y los vinos ya no son los mismos, cargados de alcohol y acidez. Mi borsalino ya no es necesario, y en su lugar me cubro con un panamá. Un otoño tan caliente nunca se lo imagino mi querido Pavese.
Alejandro Oliveros
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