Diario Literario

Diario literario 2023, mayo (parte II): el último Heaney, Hamlet y Schubert, otoño en primavera, Schumann

Gustave Caillebotte. Bord de canal, près de Naples. 1872

13/05/2023

Milán, lunes 8 de mayo de 2023

Visita de Carlos Castro el fin de semana, quien se apareció con regalos que hubiesen complacido a Sócrates, aceite de oliva, vino y un buen libro. Carlos fue mi estudiante en la Escuela de Letras, de donde egresó para ir a Dublín a hacer un postgrado en Trinity College. Allí conocería a Ana, y luego ambos se vendrían a enseñar a Turín. La familia de Ana proviene de las cercanías de Imperia, el corazón de Liguria, en cuyas pendientes se produce uno de los tres mejores aceites de oliva de Italia, que es como decir de todo el mundo. El vino es un brillante Barbaresco (Graso Fratelli) una de las joyas de la enología europea. Y, en fin, el libro, fiel a sus afinidades gaélicas, es Lines Of Vision. Irish Writers on Art, coordinado por Janet McLean (del mismo Trinity College y Courtauld Institute)  y bellamente editado por Thames&Hudson. Se trata de un estupendo y ejemplar proyecto, en el cual los más representativos escritores irlandeses estuvieron dispuestos a colaborar. A cada uno se le pidió que escogiera una pintura de la National Gallery de Dublin, y que escribiera algo sobre esa obra en particular, poesía ensayo, ficción. Son muy pocos los que faltan, pero son todos los que están. Seamus Heaney escogió una melancólica tela, casi desconocida, del impresionista  Gustave Caillebote, y le dedicó estas líneas, llenas de nostalgia, escritas diez días antes de su muerte. Mi traducción, que no tiene perdón de Dios, que sirva, al menos, para expresar, una vez más, mi admiración por el bardo irlandés. Una admiración que comparto desde siempre con Carlos Castro.

 

ORILLAS DE UN CANAL. EN LAS AFUERAS DE NÁPOLES

 

Di, “Canal” y allí esta esa última vocal

remolcando el silencio, demorando el tiempo

a paso de hombre, un sendero, un brillo lavado

de viviendas en el horizonte. El mundo no se mueve.

El atrofiado concreto se burla de la perspectiva.

El agua dice: “Aquí, mi lugar es en el sueño,

un sitio tranquilo. Como una somnolienta corriente,

con lluvia o un pálido sol. Soy pacífica.

Extendida hasta perderse de vista, la apacible tierra de cultivo.

El cielo en realidad no alumbra ni está nublado.

Conozco la suave humedad de esa arcilla,

la frescura a lo largo de estas orillas,

la ralladura de la hierba en los bordes,

el sendero, no angosto, pero aún recto,

donde el alma puede ocuparse de sí misma

o puede extraviarse más lejos.

 

El mismo poema en el inglés obediente de Heaney, sometido, a su manera, a las exigencias del pentámetro yámbico:

Say ‘canal and there’s that final vowel
Towing silence with it, slowing time
To a walking pace, a path, a whitewashed gleam
Of dwellings at the skyline. World stands still.
The stunted concrete mocks the classical.
Water says, My place here is in dream,
In quiet good standing. Like a sleeping stream,
Come rain or sullen shine I’m peaceable.’
Stretched to the horizon, placid ploughland,
The sky not truly bright or overcast:
I know that clay, the damp and dirt of it,
The coolth along the bank, the grassy zest
Of verges, the path not narrow but still straight
Where soul could mind itself or stray beyond.

Grabado de una pintura de Horace Fisher. Hamlet y Horacio conversando con el sepulturero. 1887

Milán, miércoles 10 de mayo de 2023

Sigo creyendo que el Nocturno para Trio con piano D.897 atribuido a Schubert fue, en realidad, escrito por Hamlet para describir la experiencia horrible de contemplar un anónimo cortejo fúnebre dirigiéndose a un cementerio perdido en las afueras de Elsinore. Reservado a los excluidos del camposanto normal por la peor de las transgresiones, la biothanatos, llanamente conocida como suicidio. Todo suicidio, más que condena, para el alma sensible estimula una especie de respeto metafísico. El príncipe quiere saber el nombre de aquel infeliz que tuvo la fuerza moral que nunca tuvo él; incapaz de matar, como sí lo era Fortinbras su döppelgänger; y de matarse, como el personaje de la procesión. Al ser puesto en conocimiento, por el artesano constructor del túnel para Hades, que se trataba de Ofelia, siente Hamlet que nunca se había sentido tan miserable en su vida no ayuna de miserias. Así, después de la conocida discusión con el que se esperaba fuera su cuñado, regresa a sus habitaciones en palacio y, convencido, de que la palabra no era suficiente, como casi nunca lo es, escribió este Nocturno donde, de manera transparente y oscura, expresa su amor y su dolor. Mucho tiempo después, en Viena, un tardío Schubert recibió de alguna manera la partitura y le dio su forma actual de Trío para piano.

Milán, jueves 11 de mayo de 2023

FICIONES Y CONFESIONES

 

PANCHO (2). PARA CELEBRAR UNA INFANCIA

 

El apellido de Pancho, el propietario del bar y fuente de soda

de la vieja estación trenes de Valencia, era reloj alemán, locomotora sin dientes,

chorros de humo contento, queso de mano fresco,

whiskeys en la barra y periódicos con música de rocola,

viajeros del otro lado del mapa de la escuela, paraguas de Hamburgo,

cigarrillos Player’s de salvavidas y marinerito inglés. Y, por encima

de su cabeza, los árboles más altos que un tropical Everést. Pancho era un brujo

bueno, que nos reservaba, a mí y mis hermanas, los comics más nuevos.

Pancho nunca hablaba, su corbata negra era un pasaporte de llegada sin salida.

En la foto, su rostro integrado y desgarrado, pemones de la Guajira sacrificados,

africanos de Nueva Guinea sin rescate secuestrados,

y algún extremeño desflorador y renegado. Pancho es uno más en mi cabeza,

que es una totuma llena de fantasmas y protozoarios almidonados.

Por el cielo viaja Pancho

en su caballo de hierro,

fuera del mundo epiléptico.

Yo lo sigo con mi padre, los dos

montados en mi trencito eléctrico.

Vista de Milán desde el techo de la catedral. Fotografía de magro_kr | Flickr

Milán, viernes 12 de mayo de 2023

Primavera en otoño

La ciudad amaneció con un clima trastocado. ¿Dónde está el sol de otros días? ¿El sol de mayo de Machado? ¿Qué se hicieron los azules y rosados, por este cielo gris desplazado? No obstante, disfruto la belleza de este día intercambiado. No deja de ser buena ayuda escuchar, en Radio France, al legendario Fritz Wunderlich cantando, con su voz de dioses, Diechterliebe, el melancólico Opus 48 de Schumann, que incluye la conmovida canción, “Im Wunderschönen Monat Mai”. Después, hablando de lo mismo Mouloudji, “En jour tu verras”.


ARTÍCULOS MÁS RECIENTES DEL AUTOR

Suscríbete al boletín

No te pierdas la información más importante de PRODAVINCI en tu buzón de correo