#Confesiones // “Mi papá siempre quiso más a sus otros dos hijos que a mí”

14/03/2022

Esta serie de Roberto Mata (titulada #Confesiones y que es parte de la investigación creativa fotográfica/periodística que ha adelantado en su cuenta en Instagram) se compone de confesiones que retratados resguardados en el anonimato le hacen al fotógrafo. De esta manera, las singularidades que definen al retrato de una persona no residen en las facciones del rostro sino en el secreto que confiesan antes de permitir que su persona sea registrada a través de una técnica de no-retrato, de ocultamiento del rostro pero revelación de algo mucho más íntimo y secreto. A continuación podrá leer la nueva entrega de esta serie exclusiva para Prodavinci.

Retrato realizado por Roberto Mata

“Mi papá siempre quiso más a sus otros dos hijos que a mí.

Eran más inteligentes, intelectuales y les iba muy bien en el colegio. A mí me iba pésimo. Él medía a sus hijos sólo por las notas. Siempre me recalcó lo inteligente que eran ellos y para lo poco que servía yo. Nunca hice nada bueno para él.

Ahora está enfermo y depende de mí, aunque él preferiría que lo cuidaran mis hermanos.

Yo para él soy una persona bruta, a pesar de que hablo cuatro idiomas e hice un máster. Todavía lo veo como una niña de diez años con el corazón roto. Nunca tuve su aprobación y la sigo esperando. A mi mamá la afecta como es él conmigo, pero lo protege y me pide que lo ignore, que entienda que ésa es su manera.

De mi padre tengo la responsabilidad que se tiene ante el compromiso y también soy tan dura conmigo misma como lo es él conmigo.

Soy educadora y hago un esfuerzo enorme por no repetir lo que recibí.

En el colegio fui mediocre, en la universidad fui la mejor de la facultad y mis profesores me daban trabajo en sus oficinas.

Una vez hicimos un viaje familiar a París. Yo hablo francés y estaba conversando con el taxista sobre la dirección a la que íbamos y mi papá le dijo a mi hermano que verificara si yo daba la dirección correctamente. Mi hermano le respondió: ‘Papi, yo no hablo una pizca de francés y mi hermana hizo un máster en francés’.

No me gusta que me tomen fotos porque se supone que dañé las fotos familiares por muecas que hice a la cámara a los cinco años. En mi matrimonio no hubo fotógrafo. No hay fotos mías.

Un día me dijo: ‘Tú vas a ser pobre toda la vida. Tu vida va a ser un desastre y tus hijos un fiasco, como tú’. Cuando mi hijo obtuvo bajas calificaciones en el colegio me lo recordó. Le dije: ‘Ni soy pobre, ni mi vida es un desastre ni mis hijos son un fiasco. Con mis hijos no te metas, este ciclo se acaba conmigo´.

Se va a morir sin disculparse”.

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Este artículo fue publicado originalmente en Prodavinci el 31 de marzo de 2016


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