Claudia Sheinbaum, primera mujer en la presidencia de México

Con un margen entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, México eligió este domingo 2 de junio a la heredera política de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, como la primera presidenta de México, según los resultados preliminares del conteo rápido del Instituto Nacional Electoral. 

Xóchitl Gálvez, candidata de la oposición (Frente Amplio por México), obtuvo entre el 26,6% y el 28,6% de los votos, mientras que Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, obtuvo entre el 9,9% y el 10,8% del apoyo popular, poniendo fin a sus aspiraciones presidenciales.  

Sheinbaum inició su discurso de victoria destacando el hito que representa que México tenga, por primera vez, una mujer al frente del gobierno: «Como lo he dicho en otras ocasiones, no llego sola. Llegamos todas, con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas», dijo desde la plaza de la Constitución de Ciudad de México, en un discurso en el que prometió respetar la austeridad republicana, la disciplina financiera y fiscal, y la autonomía del Banco de México. 

«Nuestro gobierno será honesto, sin influyentismo, sin corrupción ni impunidad», dijo Sheinbaum. «Somos demócratas y por convicción nunca haríamos un gobierno autoritario ni represor».

Las elecciones de este 2 de junio fueron los comicios más grandes en la historia de México: 20.708 cargos estuvieron en juego, incluida la presidencia y 9 gobernaciones, además de ser la primera vez en la historia mexicana en que la presidencia se debate entre dos mujeres. 

La jornada electoral fue accidentada. Distintos portavoces de la oposición, así como del partido de gobierno, Morena, expresaron victorias en distintos estados del país sin contar con los resultados oficiales del INE, y antes de que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) iniciara el proceso de recopilación, procesamiento y publicación de resultados preliminares de la votación.

La autoridad electoral también confirmó varios incidentes, algunos de ellos violentos, que impidieron la instalación de casillas electorales. No obstante, se instaló el 99.99% de las 170.182 casillas aprobadas para los comicios. 

En las semanas previas a la jornada electoral, más de 22 candidatos fueron asesinados en distintas ciudades del país. También se produjeron tiroteos en el estado de Puebla, en los colegios electorales de Tlapanalá y Coyomeapan, con un saldo de dos personas fallecidas. La consultora Integralia documentó cerca de 250 homicidios políticos al incluir asesores, funcionarios y familiares de políticos o aspirantes a ejercer un cargo público.

Debido a la violencia, incluida la quema de boletas electorales, se suspendieron las elecciones en los municipios de Chicomuselo y Pantelhó, en Chiapas. El Instituto Nacional Electoral (INE) había anunciado que no abriría 222 centros de votación en todo el país debido a la inseguridad en estas zonas de México, pero posteriormente reportó que sólo dos dejaron de abrirse por temas de violencia.  

Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, nació en 1962 y se inició en la política en el año 2000, cuando fue Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal durante el período en que López Obrador servía como Jefe del Distrito. Es licenciada en Física y tiene una maestría y un doctorado en Ingeniería en Energía, por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 2018 fue electa como jefe de Gobierno de Ciudad de México con el 47% de los votos. 

Las propuestas de Claudia Sheinbaum abarcan una estrategia de seguridad de cinco ejes que incluyen consolidar a la Guardia Nacional, reforzar las capacidades de inteligencia e investigación, coordinar las fuerzas policiales y fiscales estatales, así como con la Fiscalía General, y reformar el poder judicial. 

La presidenta electa también aboga por una economía orientada al gasto social, con un salario mínimo más alto para combatir la pobreza y la desigualdad. Propone reformar la ley de aguas, que regula su explotación, uso, aprovechamiento y distribución, para priorizar el consumo humano, y apoya una transición hacia las energías renovables para reducir los gastos en agua, electricidad y gas. 

En el tema migratorio, Sheinbaum sostiene que México ya está contribuyendo a paliar las causas de la migración desde Centroamérica a través de programas como Sembrando Vida, que beneficia a jóvenes de El Salvador y Honduras. Sin embargo, cree que Estados Unidos tiene la capacidad para hacer más en este sentido, y considera que debe invertir en programas similares para llegar a más jóvenes de la región, como una solución más rentable e integral que las políticas disuasorias que hasta ahora han adoptado. 

Durante los seis años de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, México ha experimentado una reducción de los índices de pobreza. Pero a pesar de esta mejora, casi un tercio de la población mexicana actualmente está en situación de pobreza y casi el 40% de los ciudadanos carece de atención sanitaria adecuada. La situación de seguridad del país estuvo presente en la campaña, y tiene una tasa anual de homicidios de 12 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

Cuando López Obrador asumió el cargo, prometió «pacificar» México abordando las causas profundas de la delincuencia y la violencia, en particular la falta de oportunidades para los jóvenes. A pesar de esta promesa, durante su mandato se han registrado aproximadamente 176.000 homicidios, un aumento del 28,20% en comparación con los 137.283 homicidios ocurridos durante la administración previa de Enrique Peña Nieto. 

Por otro lado, el salario mínimo aumentó significativamente durante el mandato de López Obrador, pasando de 88.36 pesos diarios en 2018 a 312.41 pesos diarios en la región fronteriza norte y 207.44 en el resto del país en 2024. Esta política contribuyó a reducir la tasa de pobreza, que pasó del 41.9% en 2018 al 36.3% en 2022. Pero a pesar de estos avances, la economía mexicana no ha crecido con la solidez prometida, y todavía se mantiene con tasas fluctuantes de crecimiento del PIB y sin alcanzar el objetivo del 6% proyectado al término del período del actual presidente. 

La próxima presidenta de México obtendrá réditos económicos, derivados principalmente del nearshoring (transferencia de operaciones de empresas extranjeras a territorio mexicano), y heredará una economía en crecimiento que desde el 2023 ha sido el mayor socio comercial de Estados Unidos, con intercambios bilaterales cercanos a los 900.000 millones de dólares. 

No obstante, también enfrentará una serie de retos internos, como la crisis de energía y agua, el déficit fiscal, la violencia y la expansión del crimen organizado, cuyo manejo, y eventuales resultados, determinarán el curso de su presidencia.