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Cinco claves de la sucesión de Raúl Castro en Cuba

28/03/2018

El próximo 19 de abril, Raúl Castro dejará de gobernar Cuba. Con su salida del Consejo de Estados y de Ministros, por primera vez en más de medio siglo un Castro no estará al frente de la isla. ¿Pero realmente se aleja del poder?¿Quién ocupará su cargo?

LA HABANA, Cuba.- En Cuba aflora la incertidumbre. Dentro de un mes, la isla será gobernada, por primera vez en casi 60 años, por alguien que no tendrá el apellido Castro.

A sus 86 años y tras dos mandatos de cinco años de gobierno, Raúl Castro dejará su asiento como Presidente del Consejo de Estado y de Ministros el próximo 19 de abril, pero seguirá fungiendo como el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Estas son las claves del paso de mando:

1. ¿Cómo se elegirá al sucesor de Raúl Castro?

El sucesor de Raúl Castro será designado por los 605 miembros de la Asamblea Nacional de Poder Popular de Cuba en una reunión a puerta cerrada y en votación secreta. Ellos serán los encargados de elegir al presidente del Consejo de Estado y de Ministros y a su respectivo gabinete.

Los miembros de esa asamblea se ratificaron el pasado 11 de marzo. Pero pese a que 8 millones de cubanos estaban convocados a las urnas, la única posibilidad de los ciudadanos era dar el visto bueno a los 605 aspirantes elegidos por el PCC, el único partido oficial que existe en la isla.

En Cuba no existe el pluripartidismo. Todas las propuestas electorales emergen desde dentro de las filas del Partido Comunista. Los candidatos no pueden desarrollar campañas políticas ni declarar promesas a cumplir. Para ser seleccionado, el único aval que respalda los votos son la hoja de servicios profesionales de cada cual a lo largo de los años y los méritos alcanzados en ese tiempo. Los candidatos a la Asamblea Nacional surgen desde las circunscripciones locales. Esos seleccionados pasan después un escalón más arriba donde se eligen a los candidatos finales a las asambleas municipales.

En teoría, cualquier cubano podría llegar a ser propuesto para entrar en las boletas. Sin embargo, en esta etapa, la seguridad del Estado cubano desarrolló una estrategia de persecución y desprestigio para evitar que miembros de grupos opositores llegaran a inscribirse y pelearan por una candidatura.

La segunda etapa de ese proceso comprende elecciones parciales a nivel de la asamblea municipal. De ahí salen los candidatos a integrar el puesto siguiente de gobierno que es la asamblea provincial. Y en la tercera y última instancia, los diputados provinciales eligen a los que integrarán los 605 asientos del Parlamento cubano y que finalmente decidirán quién será el próximo gobernante.

2. ¿Qué papel pasará a tener Raúl Castro y quién mandará en Cuba?

Raúl Castro abandonará sus funciones de gobierno en abril, pero hasta 2021 seguirá siendo el primer secretario del PCC y eso significa que no se retira de la vida política cubana. A los efectos legales y prácticos, seguirá al frente de la nación. Solo se quitará de encima los protocolos gubernamentales y la burocracia institucional.

El verdadero poder del país y las grandes decisiones y estrategias políticas que se trazan en Cuba son autorizadas y llevadas a cabo por el PCC. El artículo 5 de la Constitución de la República define al Partido Comunista como “la vanguardia organizada de la nación cubana, fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”.

En abril de 2018, por segunda vez después de 1959, en Cuba no coincidirá que el primer secretario del PCC sea el Presidente del Consejo de Estado y de Ministro. La vez anterior sucedió en 2006 cuando Fidel Castro cayó gravemente enfermo y delegó sus funciones al frente del país a su hermano Raúl, que no asumió el poder político del partido hasta las elecciones de 2008.

3. ¿Qué legado deja Raúl Castro tras diez años gobernando?

Raúl Castro gobierna Cuba de manera oficial desde 2008, cuando su hermano Fidel le legó la jefatura de Estado que había ocupado por 49 años obligado por su salud, y se centró en llevar a cabo una serie de reformas para tratar de aliviar la debilitada economía de la isla.

Cuando en julio de 2006 Raúl Castro asumió de manera interina el poder, determinó que el principal objetivo económico era solventar los desequilibrios acumulados en los años 90 en el llamado “período especial”, tras la desaparición de la Unión Soviética.

Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONEI), la economía cubana cerró en 2006 con un índice histórico de crecimiento de 12.5 %, cifra similar a la del incremento del producto interno bruto (PIB).

Con la puesta en funcionamiento de los primeros planes económicos, e impulsado por un incremento de la inversión en torno a 22%, en 2007 se vio un repunte del volumen exportado de bienes y servicios de 8% y un descenso del volumen importado de bienes y servicios de 1%.

Castro dejó que los cubanos pudieran acceder a los hoteles de su país, permitió que comenzaran a importar electrodomésticos desde el exterior y les abrió una brecha para que pudieran comprarse y vender un auto o un domicilio. Todo ello había sido denegado por su hermano con anterioridad.

Luego flexibilizó los trámites migratorios y los cubanos pudieron salir de la isla por primera vez. Además, amplió la presencia de la propiedad privada y, aunque limitado, los ciudadanos tuvieron acceso a internet.

Pero la mayor jugada política, por la cual se recordará al gobierno de Raúl Castro, será el deshielo de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Después de años de guerra fría, junto al presidente estadounidense Barack Obama, dio luz verde a un diálogo entre las dos naciones en busca del fin de históricas confrontaciones políticas.

En estos 10 años de mandato de Raúl Castro, Cuba logró renegociar su deuda con 14 países del Club de París, congelada desde los 1980, con una condonación de 8,500 millones de dólares. Y también inauguró el puerto del Mariel, una zona franca llamada a convertirse en el principal polo industrial de Cuba.

En abril próximo, Castro saldrá del poder por su propia voluntad. Él lideró la propuesta, que finalmente el Partido Comunista de Cuba aprobó, para limitar los límites de mandatos políticos de gobierno en el país y quedó estipulado que cada dirigente tendrá acceso como máximo a dos mandatos de cinco años.

4. ¿Quién podría ser el sucesor de Raúl Castro?

Hay tres rostros que destacan.

Díaz Canel es el nombre que aparece en todas las quinielas como probable sucesor de Castro. Adalberto Roque/AFP/Getty Images

Uno es el de Miguel Díaz-Canel, quien suena con mayor fuerza para relevar a Raúl Castro. Este exprofesor universitario ejerce actualmente de primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Es el primer dirigente político de la isla que nació después del triunfo de la Revolución y ha ocupado ese cargo.

Bruno Rodríguez Parrilla es otro de los nombres de los que se habla. Es el Ministro de Relaciones Exteriores y miembro del buró político del PCC. Varios politólogos aseveran que será promovido luego de las elecciones.

Aunque sus 87 años pueden ser vistos como un impedimento, José Ramón Machado Ventura es otro de los hombres que suenan como posibles sucesores de Raúl Castro. Es médico e integra la llamada generación histórica de la revolución que llegó al poder a través de la lucha armada a finales de la década de 1950. Machado fue el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de 2008 a 2013 y además fue Ministro de Salud de 1960 a 1968.

5. ¿Será el próximo gobernante el primer líder que no tenga el apellido Castro desde la revolución?

Cuando en 1959 el ejército rebelde de Fidel Castro tomó el poder, Cuba era gobernada por Fulgencio Batista, quien huyó de la isla ante el ascenso de las tropas insurgentes. Al salir Batista, su vicepresidente, Anselmo Alliegro asumió la presidencia interina de la república.

Ese cargo solo le duró un día, pues renunció alegando que no estaba a favor de lo que promovía el movimiento de Castro. La presidencia cayó de manera provisional en Manuel Urrutia hasta el 2 de enero de 1959 hasta el 17 de julio de ese mismo año. Urrutia también terminó renunciando a su cargo por encontronazos políticos con Fidel Castro.

Fidel Castro, que desde la conformación del nuevo gobierno había ocupado el cargo de primer ministro, estaba amparado y respaldado por “la ley fundamental de 1959”, creada por el movimiento que él lideró y que le confería más poder político que al presidente.

Tras la renuncia de Manuel Urrutia, Osvaldo Dorticós asumió el cargo vacante desde el 17 de julio de 1959 hasta el 2 de diciembre de 1976. Ese año entró en vigor la actual constitución de la república, que eliminó el cargo de presidente de la República” y estableció el máximo poder del Estado en un órgano colegiado y electo por la Asamblea Nacional. Dorticós, el último presidente de Cuba que no llevó por apellido Castro, se suicidó en 1983.

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Este texto fue publicado originalmente en Univisión Noticias.


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