Babe Ruth, Sultán de los jonrones y los sobrenombres

Hace unos 20 años dejé de hablar del Babe, por la sencilla razón de que me di cuenta de que quienes nunca lo vieron jugar, no me creían.
Tommy Holmes, escritor; Career Excellence Award, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown (1979)

 

Cuando Miguel Cabrera dejó atrás a Babe Ruth en hits conectados, en la pizarra de Comerica Park apareció la información con la foto de “El Bambino” y la cantidad de hits que acumuló en su carrera en las Grandes Ligas: 2.873.

Miguel se llevó las manos a la cabeza.

Debe ser increíble para un pelotero, de cualquier tiempo, superar en un departamento ofensivo a quien es, sin duda, el más legendario de todos los jugadores de béisbol de la historia.

Cuando iniciamos la serie de las historias de los grandes jugadores que Miguel Cabrera fue desplazando, comenzamos con Frankie Frisch y Zack Wheat, porque no sabía quienes habían sido. Antes de ellos, estuvieron Omar Vizquel, con quien estudié en bachillerato y cuya carrera vi desde el primer día, y Ruth, una figura cuya leyenda había leído y visto en el cine y la televisión.

Esta serie no estaría completa sin Babe Ruth.

Su vida ha sido contada en documentales, libros, cuentos infantiles, películas, semblanzas largas y breves y en barajitas. No deja de ser una información de las páginas dedicadas al béisbol, todos los días del año. Siempre hay un motivo para recordarlo y siempre es atractivo como personaje, siempre alguien está conociéndolo por primera vez. El buscador de Google encuentra más de 1 millón 200 mil artículos que lo mencionan.

Aunque muchos de sus récords fueron superados, su huella y su legado siguen intactos.

Comencemos por el principio.

George Herman Ruth nació el 6 de febrero de 1895. Hijo de George Ruth y Catherine. El bebé vino al mundo en la casa de sus abuelos maternos, en el 216 Emory Street, en Baltimore, Maryland. Cuenta Allan Wood, en su semblanza para la Sociedad Americana de Investigación del Béisbol:

“Con su padre trabajando muchas horas en su salón y su madre a menudo con mala salud, el pequeño George (como se le conocía) pasaba sus días sin supervisión en las calles y muelles, frente al mar, cometiendo pequeños robos y vandalismo. En el bar de su padre robaba dinero de la caja, vaciaba las últimas gotas de los vasos de cerveza que dejaban en las mesas y le gustaba mascar tabaco. Tenía sólo seis años”.

Él mismo reconocería en una entrevista, años después, que “de no haber sido por el béisbol, estaría preso o muerto”.

Era “incorregible”, al menos eso dijeron sus padres a un juez en Baltimore, en una oportunidad en la que fue atrapado en una pillería. Fue entonces, como cuenta la historia que narra Alan Wood, cuando se encontró con el hombre que cambió para siempre su vida, y sin saberlo, al béisbol:

“Poco después de su séptimo cumpleaños, los Ruth solicitation a los tribunales de Baltimore que declararan al pequeño George ‘incorregible’. Lo enviaron a vivir a la Escuela Industrial St. Mary, en las afueras de la ciudad. La estancia inicial del niño duró sólo cuatro semanas antes de que sus padres lo llevaran a casa para el primero de varios intentos de reconciliación; su residencia de largo plazo en St. Mary en realidad comenzó en 1904. Pero fue durante esa primera estancia en la que George conoció al hermano Mathias”.

Mathias fue determinante en la historia de Ruth. Identificó, desde que el niño llegó a su tutela, que Ruth tenía un talento natural y excepcional para jugar béisbol. En todas las películas y documentales sobre la vida del jonronero, el hermano Mathias aparece como su gran mentor.

Entrevistado sobre sus años en St. Mary, Ruth le dio al hermano Mathias la importancia que tuvo en su vida, como jugador y como hombre: “Me enseñó a leer y escribir y me enseñó la diferencia entre el bien y el mal. Era el padre que necesitaba y el hombre más grande que he conocido”.

Recordaba de manera especial la primera vez que vio a Mathias en el patio jugando béisbol, lanzando pelotas a los otros muchachos y bateando: “Creo que nací como bateador el primer día que lo vi batear una pelota de béisbol”.

También Mathias se impresionó con él y su fuerza descomunal. En el equipo de la escuela jugó casi todas las posiciones: lanzó, fue catcher, jugó en los jardines y en primera base. Lo más divertido era batear. Era divertido para él y para sus compañeros.

En 1913 comenzó la experiencia de Ruth como jugador de béisbol. Le permitieron lanzar con equipos locales amateurs y semiprofesionales los fines de semana. Lo que hacía con el bate era tan impresionante que llegó a los oídos de Jack Dunn, quien fichó a Ruth para su club de ligas menores Baltimore Orioles en febrero siguiente.

Dunn había sido jugador profesional. Fue un lanzador derecho que jugó a finales del siglo XIX y principios del XX. Cuando terminaron sus días activos en el béisbol, continuó dirigiendo y luego compró la franquicia Baltimore Orioles a su ex jefe en Brooklyn, Ned Hanlon. Durante ese tiempo se ganó la notoriedad al contratar a un lanzador zurdo desconocido llamado George Ruth.

Lo que pasó después está en los libros del béisbol que cuentan historias de las leyendas del juego. En los libros de récords, en los archivos del Congreso, en miles de crónicas, en boxscores y en la memoria de quienes lo vieron.

Ruth está en todas partes.

El Babe comenzó como lanzador y toletero de gran poder. Las habilidades en los dos roles de Shohei Ohtani, el japonés que ha sido llamado también “El unicornio del béisbol”, una figura mitológica, irreal, hace recordar lo que hizo Ruth. Es el único con quien puede ser comparado.

Se le conoce también por sus múltiples apodos. Prolífico en batazos, también lo fue en apelativos.

The Sandlot es un clásico del cine del béisbol, que cuenta la historia de unos niños que necesitan rescatar una pelota autografiada por Babe Ruth.

Uno de ellos tomó una pelota de colección de su padrastro para jugar con sus amigos, sin tener idea de quién había sido Babe Ruth. Los chiquillos juegan en un terreno que da al patio de una casa donde un enorme mastín “devora” pelotas y los muchachitos le tienen terror a él y a su dueño. La bola especial es bateada de jonrón, cayendo en el temible lugar. Cuando el jovencito revela a sus compañeros que tiene la firma de Babe Ruth, ellos lo increpan por haberse atrevido a jugar con esa pelota. Entonces, ocurre una de las escenas mas memorables, cuando él les pregunta: “¿Quién es ella?”, creyendo que Ruth era el nombre de una mujer. Sorprendidos, incrédulos por estar con alguien que no sabe quién fue Babe Ruth, recitan 6 sobrenombres de los muchos que tuvo.

Vale el tiempo ver su documental, las películas de su vida, particularmente The Babe, con John Goodman, una historia bien contada y documentada, esa que mencioné, The Sandlot, y todas en las que aparezca.

En mi investigación en varios portales, artículos y semblanzas, citados al final, hallé 25 alias. Estas formas no solo describen o intentan describir a George Herman Ruth, también nos dan cuenta de la creatividad, el ingenio que tenían aquellos escritores que inventaron esas figuras literarias, apelando a la historia universal, la geografía, la mitología, las relaciones de poder y hasta las artes, para dar una idea a sus lectores de lo que estaban viendo. Es fascinante.

Buscaban no repetirse. Una tarea difícil con un ser humano que hacía cosas que nadie más había hecho. Parece exagerado y es posible que se hayan quedado cortos. Por el béisbol habían desfilado estrellas increíbles, pero Ruth superó a todos. Además tenía un carisma que aun hoy sobresale en los films y en sus fotos en blanco y negro.

No hay un jugador con tantas maneras de llamarle: El “Babe” es el apodo más conocido de Ruth, luego estaría “El Bambino”, pero también está “El Gran Bambino”. Significa “Niño” en italiano y se dice que fue un fanático inmigrante italiano que iba al béisbol en Nueva York quien comenzó a llamarle de esa forma. Agregarle “Gran” elevó su dimensión.

The Caliph of Clout: un califa, según el DRAE, es “entre los musulmanes, jefe supremo, sucesor de Mahoma, que ejerce la suprema potestad en materia religiosa, civil y militar”. Un califa de la influencia es la mayor y más grande autoridad con el bate, capaz de cambiar un juego, de definirlo con un batazo.

El Sultán de Swat: un sultán es un jerarca, un gobernante en países musulmanes. Son muy ricos. Ser “El Sultán de Swat” era como ser el emperador de los batazos. Describía su fuerza, superioridad y la comodidad con la que imperaba con su bate.

The Sultan of Sock: el sultán del calcetín, de nuevo una variación de su imperio de poder.

The Home Run Sultan: parecido a ser sultán, califa o rey, para resumir en una frase que no existía nadie mejor como bateador de cuadrangulares.

The Wazir of Wham: es muy intersante, porque la palabra Wazir de nuevo alude a una posición jerárquica poderosa del Medio Oriente, el visir, al lado de Wham, que en inglés es una expresión onomatopéyica de golpe.

The Rajah of Rap: un rajá es un soberano en la India, así que esto era “El soberano del golpe”; para referirse a su fuerza insuperable.

The Maharajah of Mash: marajá es un príncipe en la India, así que es otra palabra que lo vincula con la élite, en este caso es “el príncipe de la pasta”. El “mero mero”, dirían los mexicanos.

Colossus of Clout: la traducción es “Coloso de la influencia”, pero quiere decir mucho más. Un coloso es una estatua enorme, muchísimo más grande que la figura original; también es una persona extraordinaria, sobresaliente.

The Colossus of the Diamond: el “Coloso del Diamante” da la idea de que en un campo de béisbol no había nadie más grande que él.

The Behemoth of Bust: la traducción es como “El Gigante del Busto”. Fue una forma diferente para comentar sus enormes batazos.

The Big Fellow: con este sobrenombre se destaca no sólo el tamaño físico de Ruth, también se refiere a que fue un buen compañero.

The Big Bully: con su presencia intimidaba a los lanzadores contrarios. El mote se refiere a su poder de acabar con cualquier lanzador.

The Big Kid: fue una manera de describir a un jugador muy grande en tamaño, que siempre jugó para divertirse.

The Big Bam: un apodo que combina su poder y su nombre.

The Bambino of Baseball: le da su lugar preponderante en la historia del béisbol. “El Bambino del Béisbol” porque es el único “Bambino”, no hay otro.

The Mammoth of Maul: es la enormidad de su figura lo que delinea esto: “El Mamut del mazo”.

The Mauling Mastodon: “El mastodonte maltratador”. No hay mucho más que decir, destruía a los lanzadores rivales con sus batazos.

The Mauling Monarch: “El monarca del maltrato”. De nuevo esa palabra para decir que era letal.

The King of Crash: “El rey del choque”, casi es posible escuchar las ventanas rotas por Ruth. Poseía una fuerza casi telúrica con un bate en sus manos y ese crash podría referirse a la “destrucción” que causaba.

The King of Swat: Es un apodo similar al anterior, otra manera de dibujar la figura de Ruth. Nadie estaba por encima del rey.

The Home Run King: “Rey del jonrón”. Nadie en su tiempo, ningún otro jugador, fue capaz de batear los jonrones que dio Babe Ruth.

Sus compañeros también le llamaron “Jidge”. Una forma cariñosa, no tiene traducción.

Deduzco que los motes que aluden a jerarcas del Medio Oriente tienen que ver con la popularidad de las películas de cine mudo, algunas protagonizadas por Rodolfo Valentino, quien encarnaba a personajes de aquellas tierras.

Del viejo Yankee Stadium se decía “La casa que construyó Babe Ruth”. Así de importante fue su historia para los Bombarderos del Bronx, como si el estadio hubiera sido edificado con sus batazos gigantescos.

En la página web oficial de Babe Ruth, lo primero que se lee es esta mini biografía. Ruth en pocas palabras:

Babe Ruth: el icono del béisbol más grande que cambió el juego para siempre con su swing legendario y su colorida personalidad.

George Herman Ruth Jr. (1895-1948), comúnmente conocido como Babe Ruth, fue el mejor jugador de béisbol en la historia de este deporte. Jugó para los Medias Rojas de Boston, los Yankees de Nueva York y los Bravos de Boston en una carrera que se desarrolló entre 1914 y 1935.

Ruth es quizás mejor conocido por su prodigioso poder. Estableció numerosos récords durante su carrera, incluido el récord de más jonrones en una temporada (60 en 1927), que se mantuvo hasta 1961. También ostentó el récord de jonrones de su carrera (714), que duró hasta 1974.

Además de su destreza como bateador, Ruth también fue un lanzador hábil al principio de su carrera, y ayudó a llevar a los Medias Rojas a tres campeonatos de Serie Mundial antes de ser transferido a los Yankees en 1919. Con los Yankees ganó cuatro títulos más de Serie Mundial y se convirtió en un ícono cultural, conocido como “El Sultán de Swat” y “El Bambino”.

Fuera del campo, Ruth era conocido por su personalidad extraordinaria y su amor por la buena vida. Ruth era amado por los fanáticos y sigue siendo un titán de la historia del deporte estadounidense.

Es parte de la Primera Clase de miembros del Salón de la Fama de Cooperstown, exaltado el 12 junio de 1939. Este fue su discurso.

Gracias, damas y caballeros. Espero que algún día algunos de los jóvenes que ingresan al juego sepan lo que se siente al ser elegido en el Salón de la Fama. Sé que los viejos estaban hablando de ello, algunos pertenecen aquí mucho antes de mi tiempo. Ellos se pusieron manos a la obra, yo trabajé duro y lo logré. Y espero que la próxima generación, los jóvenes de hoy, trabajen duro y también lleguen aquí.

Y como dice mi viejo amigo Cy Young: “Espero que pasen otros cien años y que los próximos cien años sean los mejores”. Sabes que para mí esto es como un aniversario, porque ayer hace veinticinco años lancé mi primer juego de béisbol en Boston, para los Boston Red Sox.

Así que para mí también parece un aniversario y seguramente estoy contento y es un placer venir aquí y ser elegido también en el Salón de la Fama.

Gracias.

Fue escogido con 215 de 226 votos posibles, segundo detrás de Ty Cobb.

Hay centenares de citas dichas por Babe Ruth, reflexiones y opiniones extraídas de las innumerables entrevistas que dio. De todas, esta ilustra en grande lo que fue su historia y es un buen consejo: “No dejes que el miedo a poncharte se interponga en tu camino”.

De él dijo Ted Williams: “El nombre más grandioso de la historia de los deportes en Estados Unidos de América es Babe Ruth, un bateador”.

Murió el 16 de agosto de 1948 en la ciudad de Nueva York, donde sigue siendo adorado y venerado por los fanáticos del béisbol de todo el mundo. Réplicas de su camisa con el número 3 siguen vendiéndose en las tiendas de los Yankees, todos los días.

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Referencias:

https://www.mlb.com/player/babe-ruth-121578

https://sabr.org/bioproj/person/babe-ruth/

https://www.baseball-reference.com/players/d/dunnja01.shtml

https://sabr.org/bioproj/person/jack-dunn/

https://www.baseball-almanac.com/players/player.php?p=ruthba01

https://baberuth.com

https://baseballhall.org/hall-of-famers/ruth-babe

https://www.youtube.com/watch?v=dgEdMldQLT0

https://www.youtube.com/watch?v=zlCjRlUfVH4

https://www.youtube.com/watch?v=SkqSb1e6dgQ

https://www.youtube.com/watch?v=juXygTWCkkg

https://www.amazon.com/Babe-John-Goodman/dp/B00009AOAX