Vida y arte. Homenaje a la rueda

Acción participativa dirigida por Diana López en el Museo Francisco Narváez, Porlamar, Isla de Margarita.

De esa simbiosis emergía la conceptualización de Diana López en la “obra viva” que se generó y presentó en el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, el pasado viernes 18 de agosto, en alianza con la Asociación Civil Enlace Cultural, la Universidad de Margarita y el galerista Henrique Faria, una poderosa sumatoria de voluntades.

Los aspectos donde quiero incidir en la mirada, y es en lo que escuché en mis conversaciones con la artista: su vínculo determinante en la valoración del entorno y su gente; en el uso de colores de venta cotidiana -sin preparaciones especiales- para que fuese directa la conexión entre el espectador y la obra; en la participación activa de los jóvenes del Taller Bermúdez en El Cercado, quienes se involucraron en la acción colaborativa para lograr las pinturas de gran formato, usando una carretilla de carga y una bicicleta -dando así preeminencia a la gente de Margarita y a sus haceres-, esto es de gran valor. Igualmente la intervención de la artista venezolana residenciada en España, Emilia Azcárate, quien se incorporó a la obra, dibujando a partir de un caucho de bicicleta, los círculos amarillos; una sumatoria de personas trabajando en una sinergia impresionante.

Todos los insumos utilizados corresponden a lo que gastronómicamente se denominaría “0 Km”: los encerados, los paños de lona, las pinturas, todo provenía de un radio de más o menos cuatro cuadras alrededor de la ubicación del Museo, hablando esto de la rica disponibilidad del Municipio Mariño y sus comerciantes, de su deseo de hacer.

La participación determinante de los que, para mí son los grandes héroes: el maravilloso equipo de trabajadores del Museo: dispuestos, felices, implicados, ellos son los primeros y grandes colaboradores para que el Museo esté abierto y vivo, para ellos: todos mis aplausos.

Más allá del valor simbólico del “Homenaje a la rueda” y de su inspiración para avanzar, quiero detenerme en el alma de la artista y del profundo significado de cada uno de los aspectos de esta obra: en la presencia de la proporción áurea de la espiral de Fibonacci, presente en la distribución de los paños impresos que se colocaron en la sala principal del museo.

El número áureo, también llamado número de oro, número de Dios, razón extrema y media, divina proporción, origen.

Carolina Lehmann
Directora Museo Francisco Narvaez 2020 – 2022

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