Perspectivas

Relaciones entre Venezuela y el Medio Oriente a partir de 1999

Fotografía de FAYEZ NURELDINE | AFP

14/04/2021

Desde la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 1960, Venezuela estableció relaciones diplomáticas y económicas con varios países de la región del Medio Oriente (u Oriente Medio)[1], basadas en un interés compartido: la producción de petróleo[2]. Sin embargo, la intensificación de las relaciones con estos países tan lejos de Venezuela evolucionó hacia dos etapas importantes durante la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI.

La primera etapa responde a la política exterior establecida entre 1958 y 1998, la cual enfatizó principios como los de solidaridad y cooperación con países en desarrollo; el principio de no-intervención; y la defensa y promoción de la democracia entre las naciones. Estos principios caracterizarán la política exterior venezolana condicionada por la situación interna, los criterios contenidos en la Constitución Nacional de 1961, la dinámica internacional de la Guerra Fría y postguerra fría[3]. Durante esta etapa, el Medio Oriente supuso para Venezuela una región importante debido a su política petrolera internacional y su objetivo de defender el fortalecimiento y desarrollo de los países en desarrollo[4].

La segunda etapa se da luego de 1999 bajo el gobierno de Hugo Chávez en donde la cooperación bilateral y multilateral con países de Oriente Medio ocupó un lugar importante para Venezuela por varias razones. Algunas de esas razones son ideologías compartidas; un discurso antiestadounidense; contrarrestar el neoliberalismo y el capitalismo a través de posiciones alineadas en instancias multilaterales; intentos de superar el subdesarrollo; fortalecer las relaciones con grupos de países en desarrollo a través del intercambio Sur-Sur; y establecer relaciones de solidaridad entre los pueblos.

En las siguientes páginas se discute esta segunda etapa de la política exterior venezolana y dos puntos de interés para comprender las relaciones entre la llamada Revolución Bolivariana con países del Medio Oriente. El primer punto son los elementos que subyacen en el estrechamiento de esta relación entre Venezuela y el Medio Oriente. El segundo punto versa sobre cómo esos elementos se concretaron a través de diferentes medios e instrumentos. En esta sección, el análisis se centra en entender qué países han sido importantes para Venezuela, por qué algunos países han sido importantes para Venezuela, y cuáles sectores geoestratégicos han sido importantes en esta relación entre Venezuela y países del Medio Oriente. Finalmente se ofrece una conclusión enfatizando el estado actual de esta relación y las diferencias de la política exterior venezolana de hoy comparada con las anteriores en referencia a la región del Medio Oriente. El análisis que se presenta en este ensayo pretende contribuir a la discusión sobre la importancia que ha tenido el Medio Oriente para la llamada Revolución Bolivariana.

1. Elementos que marcaron las relaciones entre Venezuela y el Medio Oriente a partir de 1999

A partir de 1999, la política exterior de la llamada “Quinta República” o “Revolución Bolivariana”[5] empezará progresivamente una transición hacia un nuevo modelo de política exterior que se concretará luego de 2004[6]. Hugo Chávez moldeará la política exterior venezolana y todas las iniciativas políticas realizadas hacia otras naciones, tanto en el ámbito Latinoamericano como con naciones en regiones geográficas más lejanas. Esto será más evidente luego de su breve destitución del cargo en abril de 2002 y de ganar el referéndum revocatorio en agosto de 2004. Por un lado, las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se harán más conflictivas. Por otro lado, las relaciones de Venezuela con otras naciones en desarrollo se harán más dinámicas y fuertes. Particularmente, los elementos más importantes que definirán la política de Hugo Chávez hacia el Medio Oriente serán (1) los preceptos del socialismo árabe y el movimiento de los no-alineados; (2) la causa palestina; (3) el petróleo; y (4) el antimperialismo.

El socialismo árabe y el movimiento de los no-alineados

Entre algunas de las variables a tener en consideración cuando se evalúa la relación del gobierno de Hugo Chávez con gran parte de los países del mundo islámico encontramos las ideologías y la promoción de líderes que predominaron la escena regional árabe en la mitad del siglo XX., como por ejemplo Gamal Abdel Nasser y su proyecto de socialismo árabe en Egipto.

En referencia a Egipto, Juan Pablo Pérez Alfonzo, venezolano fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), recordó en 1966[7] la firmeza con la cual Gamal Abdel Nasser se opuso al poder de Inglaterra y otros países luego de la nacionalización del Canal de Suez, y cómo Egipto fue capaz de demostrar a otros países en desarrollo su poder de tener control sobre sus propios recursos. El ejemplo de Nasser serviría en Latinoamérica, según Pérez Alfonzo, para trabajar la posibilidad de las naciones en desarrollo de liberarse económicamente de los centros de poder, como Estados Unidos, Europa Occidental, y la Unión Soviética.

La noción de socialismo se visualizaba como una práctica socioeconómica perfectamente compatible con el islam. Sin embargo, y paralelo a esta opción, estaría el camino revolucionario el cual se cristalizaría en la Carta Nacional Argelina de 1964 o en el Programa de Trípoli de 1962, abordando no sólo la asunción del socialismo, sino también el compromiso de dejar atrás la opción del reformismo para comprometerse con la revolución social.

Durante la década de los años 60, se conformará el movimiento de países no alineados (MNOAL o MNA). Este movimiento buscará establecer una posición distinta a la de los Estados Unidos y la Unión Soviética, al tiempo de buscar ser considerados como actores relevantes de la comunidad internacional[8]. Sin embargo, en la década de los años 90, el movimiento debió enfrentar un mundo unipolar en el cual Estados Unidos y el modelo capitalista fueron el motor para reimpulsar y analizar el papel del movimiento.

A partir de 1999, Chávez revivirá la conexión histórica entre el mundo árabe y Latinoamérica, al igual que los ideales del socialismo árabe de Nasser y la reactivación de las relaciones entre Venezuela y otros países del eje Sur-Sur. Tan sólo en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2000-2007)[9] creado en los primeros años del gobierno de Chávez se estipula

El fortalecimiento de las relaciones entre los países latinoamericanos, africanos y asiáticos será posible en la medida en que los organismos de consulta y concertación, tales como el Grupo de los 15, el Grupo de los 77, el Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de Río perfeccionen sus mecanismos de actuación. Venezuela dará un decidido apoyo para que esto sea posible.

Es a partir de entonces que se verá a Chávez tener un protagonismo mayor en la escena internacional y un acercamiento a los países en desarrollo tanto en Medio Oriente como en África y Latinoamérica. En 2002, Hugo Chávez asumirá la presidencia del Grupo de los 77; manifestará su solidaridad con países como Irak e Irán ante instancias multilaterales como la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas; y rechazará las sanciones contra Irán por su programa nuclear. Esas alianzas y el activismo de Hugo Chávez con países del MNOAL entre 1999 y 2013, le procurarán a Nicolás Maduro la presidencia de la organización durante la cumbre del movimiento que se realizó en Venezuela en 2016.

La Causa Palestina

La historia del conflicto entre palestinos e israelíes conllevaría muchas páginas y un ensayo adicional para comprender los matices y posiciones de cada parte en conflicto. Con el tiempo una solución pacífica y práctica al conflicto se ha imposibilitado por diversas razones. Lo cierto es que la dificultad de crear (y reconocer) un Estado Palestino es lo que ha llevado a países como Venezuela a aliarse y defender la causa árabe-palestina. Ya desde la década de los años 1990, varios gobiernos latinoamericanos decidieron normalizar sus relaciones tanto con Israel como con Palestina. Pero no será hasta los años 2000 que Venezuela usará abiertamente la causa palestina como un elemento de su política exterior para contrarrestar su relación con Estados Unidos y acercarse a aliados importantes en el Medio Oriente.

Sobre este particular, Hugo Chávez decidió ser anfitrión y promotor de las relaciones y cooperaciones de la Autoridad Nacional Palestina en el país y en América Latina, en detrimento, paralelamente, de las relaciones con el Estado de Israel[10]. Esta defensa de la causa Palestina llevará a Venezuela a partir de 2004 a experimentar incidentes antisemitas[11] que se iniciaron con el hostigamiento a personas de la comunidad judía en Venezuela. A nivel internacional, Chávez condenará, las actuaciones de Israel y Estados Unidos, y fortalecerá su compromiso con Palestina a partir de 2009 durante el conflicto en la Franja de Gaza. Por ejemplo, Chávez acusará a Israel de genocidio en la Franja de Gaza. Ese mismo año de 2009, Israel y Venezuela romperán relaciones diplomáticas y Venezuela establecerá relaciones diplomáticas con Palestina en abril. Entre 2008 y 2013, Venezuela junto a más de quince países latinoamericanos reconocerán a Palestina como estado.

El Petróleo

La estrategia de asegurar grandes entradas de dinero por concepto del petróleo fue fundamental en la política exterior venezolana, no sólo por el capital político que le generó al gobierno a nivel internacional, sino también, las grandes ganancias que redundaron en asegurar los programas o misiones sociales a nivel doméstico. En el Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2013, la OPEP constituye un punto de interés para la geopolítica internacional del gobierno, acentuando los objetivos de reforzar los vínculos con países de la organización, incrementar el intercambio comercial y tecnológico con la región del Medio Oriente e incrementar las relaciones con otros países que exportan petróleo[12]. Es así como Chávez emprendió una gira presidencial en el 2000 por al menos 9 países miembros de la OPEP para intercambiar ideas y buscar apoyo para que la OPEP asumiera un rol más político.

Sin embargo, la idea de catapultar a Venezuela como un país-potencia energética con influencia mundial, sustentado en las reservas energéticas que posee el país, fue una idea sólo visible en el contexto de la integración latinoamericana y caribeña, sin que las alianzas con algunos países en el Medio Oriente y África hayan servido verdaderamente para tal fin. Lo que sí se impulsó con países como Irán o Libia, fue la consolidación de posturas comunes en organismos internacionales y el intento fracasado de crear instancias paralelas que permitieran romper con ciertos núcleos hegemónicos, incluyendo la OPEP. Igualmente, la idea de Chávez de politizar la OPEP no se concretaría debido al rechazo de otros miembros de la organización como Arabia Saudita.

El Antiimperialismo

La estructura de la política exterior de Chávez con el Medio Oriente se centró en gran medida en la crítica del modelo de globalización neoliberal, el sistema capitalista, la estructura internacional unipolar y el papel que juega los Estados Unidos en el sistema internacional[13]. Sin embargo, las ideas antiimperialistas no son nuevas ni nacieron con Hugo Chávez. Para mediados de 1950, países como Egipto lideraron un frente anti-Occidental, rechazando sus aliados como por ejemplo Israel, al tiempo que respaldaban la causa palestina y el nacionalismo árabe.

Sería luego de la caída del muro de Berlín y el debilitamiento de la hegemonía unipolar de los Estados Unidos a principios de los 2000 que resurgieron voces críticas y las doctrinas y símbolos antiimperialistas. Esto incluyó varios gobiernos de izquierda en Latinoamérica[14] y regímenes en el Medio Oriente. Durante esta etapa, el gobierno de Chávez se alió con gobernantes ideológicamente cercanos y comenzó a criticar no sólo la posición de Estados Unidos en la esfera global, sino también estados como Israel. Esto fue un contraste importante a la política exterior previa a 1998 dado que Venezuela, inicialmente, sería uno de los países que favoreció la creación del Estado Israel y luego pasó a mantener una posición de imparcialidad en instancias multilaterales como las Naciones Unidas en referencia al conflicto Israel-Palestina. El gobierno de Chávez no fue el único en rechazar las posturas y existencia de Israel. El presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad (2005-2013) amenazará la integridad territorial de Israel y pondrá en duda la veracidad del Holocausto.

Basado en este elemento antimperialista, el gobierno de Hugo Chávez usará frecuentes confrontaciones tanto retóricas como prácticas hacia los Estados Unidos, particularmente luego de 2003[15]. Por ejemplo, rechazar la oferta ofrecida por el entonces presidente Bill Clinton de ayudar durante las inundaciones de diciembre de 1999 en el estado Vargas; el rechazo del proyecto de ALCA promovido por Estados Unidos en la Cumbre de las Américas en Quebec (2001); rechazar el vuelo de aviones norteamericanos en espacio aéreo venezolano y la posibilidad de establecer una base estadounidense en la frontera con Colombia; catalogar al entonces presidente estadounidense, George W. Bush, como terrorista; y finalmente expulsar diplomáticos y agregados militares estadounidense de suelo venezolano.

2. Medios e instrumentos de la política exterior de Venezuela hacia el Medio Oriente

Luego de discutir los elementos fundamentales que subyacen en la política exterior venezolana hacia el Medio Oriente luego de 1999, ahora se discuten los instrumentos que el gobierno venezolano ha usado tanto a nivel intergubernamental como subnacional en la región del Medio Oriente. Estos instrumentos han sido, primordialmente, la diplomacia y el petróleo. En esta sección, se limitará el análisis en relación con los aliados más importantes de Venezuela en el Medio Oriente como lo son Irán, Líbano, Palestina, y Siria.

Entre las primeras avanzadas internacionales del gobierno de Hugo Chávez en enfrentar la posición internacional de Estados Unidos se dio la visita presidencial a Irak en agosto del 2000.. Este acercamiento al gobierno de Saddam Hussein no prosperó debido a los atentados de septiembre de 2001, la guerra contra el terrorismo emprendida por el entonces presidente estadounidense George W. Bush, y la posterior invasión a Irak en marzo de 2003.

Irán

En la década de 1970, Venezuela e Irán establecieron embajadores y una relación bilateral que tuvo altas y bajas. No será hasta fines de la presidencia de Muhammad Jatami que Irán buscó acercamientos con Venezuela[16], al igual que con otros países de América Latina[17]. Con el triunfo de Hugo Chávez en el referéndum de 2004 y la llegada de Mahmoud Ahmadinejad en 2005 estos acercamientos diplomáticos reforzaron la alianza entre Irán y Venezuela[18] creciendo en dos ámbitos.

Por un lado, en el ámbito bilateral, se usaron instrumentos como la diplomacia y el petróleo para concretar acuerdos de cooperación entre los que resaltan la creación del banco conjunto iraní-venezolano en 2010 con un capital inicial de $200 millones; creación de una compañía petrolera binacional VENIROC; la creación de la empresa binacional VENIRAUTO -la cual fabricaría modelos de carro Centauro y Turpial en suelo venezolano-; creación de una fábrica de tractores Veniran Tractor; concesiones de minas de oro; ruta comercial entre Caracas y Teherán; entre otros[19].

Por otro lado, en el ámbito multilateral, Irán y Venezuela establecieron a partir del año 2005 un frente común y de alianza. Ejemplo de ello es en 2006, cuando durante una sesión en la Agencia Internacional de Energía Atómica, Venezuela fue uno de los países que se opuso a la resolución contra el programa nuclear de Irán. Igualmente, Venezuela rechazó la imposición de sanciones contra Irán debido a su programa nuclear.

El gobierno de Nicolás Maduro (2013-) ha mantenido varios encuentros y ha reforzado varios acuerdos de cooperación con Irán. Sin embargo, lo más resaltante de esta relación no será la continuación y seguimiento de los acuerdos firmados durante el gobierno de Chávez sino la ayuda que Irán extenderá a Venezuela mientras ambos países han sido sancionados económicamente por Estados Unidos[20]. En el 2020, Irán envió a Venezuela gasolina -desafiando sanciones estadounidenses, repuestos y expertos para reparar una refinería, al igual que barcos con alimentos.

Líbano

La relación entre Venezuela y el Líbano pasa primordialmente por una cooperación estrecha con grupos como Hezbollah, el cual es igualmente apoyado por Irán. Este grupo considerado terrorista por varios países en Latinoamérica, Europa y Norteamérica ha estrechado sus conexiones con el gobierno de Maduro convirtiendo, para algunos, a Venezuela como un espacio para el crimen organizado transnacional[21].

Las especulaciones con respecto a las conexiones entre miembros del gobierno de Nicolás Maduro y grupos como Hezbollah se han incrementado con los años. Los instrumentos usados en esta relación incluyen desde la diplomacia hasta la economía ilegal. A cambio, el grupo terrorista libanes ha respaldado a Maduro no sólo ante las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, sino también durante el 2019 cuando Juan Guaidó, entonces presidente de la Asamblea Nacional fue juramentado como presidente interino de Venezuela.

Palestina

Nicolás Maduro ha sido un crítico de Israel y, al igual que Hugo Chávez, ha respaldado Palestina y su reconocimiento como estado independiente. La defensa y el respaldo a la causa palestina ha sido el principal motor de la relación entre ambos países. En 2016, se inauguró la sede de la Embajada de Palestina en Caracas y desde entonces se han alcanzado acuerdos y alianzas bilaterales en materia cultural, educativa, climática, así como en áreas de energía, comercio, y salud. En 2014, por ejemplo, 119 estudiantes palestinos llegaron a Venezuela para cursar estudios de medicina en Caracas[22]. Estas alianzas han sido selladas por diversas visitas a Caracas de altos funcionarios palestinos, incluyendo la visita en 2018 del presidente palestino Mahmoud Abbas. Igualmente, la conexión entre el gobierno venezolano y Palestina incluye relaciones con el grupo palestino Hamas. Estas relaciones le han valido a Maduro un apoyo tácito ante las sanciones económicas y la disputa presidencial en Venezuela desde 2019.

Siria

Al igual que la relación con Irán, la relación sirio-venezolana se afianzará luego del 2005. A partir del año 2006 se firmaron diversos acuerdos de cooperación, entre los que destacan la creación de un grupo de amistad parlamentario; acuerdos en sectores como el aduanero y construcción; creación de rutas comerciales y empresas mixtas; un vuelo semanal directo entre Caracas y Damasco; construcción de una refinería en territorio sirio, y fondos de financiamiento conjunto. Durante el gobierno de Chávez, el presidente sirio, Bashar al-Assad, visitó Caracas, siendo la primera vez que un presidente sirio visita Venezuela. Chávez viajó al menos en tres oportunidades a Siria. La relación entre miembros del gobierno de Nicolás Maduro y Siria se extiende particularmente a personas como Tareck Zaidan el Aissami, Tareck William Saab Halabi, y Haiman El Troudi. Tareck el Aissami ha sido acusado de proveer ilegalmente pasaportes venezolanos a miembros terroristas y de estar conectado con miembros del grupo Hezbollah.

Luego de 2010, cuando estalla la llamada Primavera Árabe, el gobierno de Hugo Chávez apoyó las protestas en Egipto y Tunicia, las cuales exigían a los gobiernos de estos países mayores libertades y derechos. Sin embargo, el gobierno de Chávez impulsará aún más las relaciones con gobiernos como el iraní o el sirio, obviando la lucha y los reclamos de los grupos de la sociedad civil de estos dos países[23].

Conclusiones

No cabe duda de que Hugo Chávez reactivó la interacción con países del Medio Oriente y otros países del llamado eje Sur-Sur. Esta reactivación fue posible gracias a las reformas emprendidas a nivel nacional por la llamada “Quinta República” o “República Bolivariana” pero también a los cambios globales que se vivieron a principios del siglo XXI. Entre los cambios internos se destacan un alejamiento progresivo de políticas exteriores previas a 1998, una clara personalización de la política exterior, y un estado que responderá al aparato programático y personalista de Hugo Chávez. En cuanto a los cambios internacionales se verán, entre otras cosas, un mundo menos unipolar y con más centros económicos de poder, crisis financieras, y preocupación por el terrorismo global.

El activismo internacional de Chávez y su relación con países del Medio Oriente fueron significativas tanto que las relaciones entre Venezuela y el Medio Oriente post 2013 han durado debido a ese activismo de Chávez. Hoy día, países como Irán y Siria son de los más importantes aliados para el gobierno de Nicolás Maduro debido a un contexto internacional distinto al vivido por Chávez y desfavorable para el gobierno actual de Venezuela. Si bien, la política exterior venezolana no ha sido tan proactiva bajo el gobierno de Nicolás Maduro, el gobierno venezolano ha conseguido el apoyo de Irán y Siria debido a las sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos y una comunidad internacional que ha rechazado cada vez el carácter autoritario del régimen de Nicolás Maduro. Los elementos de la política exterior iniciados por Hugo Chávez tales como la causa palestina, el petróleo, y el antiimperialismo se mantienen con el gobierno de Maduro. De los medios e instrumentos, la diplomacia intergubernamental se ha mantenido más no ha variado sustancialmente. La cooperación con grupos terroristas ha sido reforzada, particularmente luego de 2013.

Una alianza que sí ha sido producto de la política exterior de Maduro ha sido la establecida con Turquía[24]. A partir de 2016, las relaciones turco-venezolanas se fortalecieron después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, sufriera un golpe de estado. Desde entonces, la cooperación bilateral turco-venezolana se ha basado en intereses geopolíticos y lazos económicos comunes, incluida la venta de oro venezolano, como instrumento de la política exterior venezolana. Estas ventas de oro, como las 24 toneladas de oro sin refinar que se transportaron a Turquía están bajo investigación por agencias en Europa para determinar si se trata de oro de sangre.

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Adriana Boersner Herrera es Licenciada en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela; Magíster en Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar; y Doctora en Ciencia Política de la Universidad de Missouri. Profesora Asistente en el Departamento de Historia, Ciencia Política, y Filosofía de la Universidad de Carolina del Sur Aiken.

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Notas

[1] En este ensayo, el Medio Oriente incluye países del Golfo Pérsico y comprende Arabia Saudita, Bahréin, Chipre, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Qatar, Siria, Turquía, and Yemen.

[2] Hay que tener en cuenta que más allá del interés compartido entre los gobiernos de Venezuela y varios gobiernos de países del Medio Oriente, los vínculos históricos entre naciones se dan, al menos, desde el siglo XIX en adelante con significativas y diferentes olas migratorias de libaneses, sirios, palestinos, y turcos hacia Venezuela.

[3] Ver Romero, María Teresa, Política Exterior Venezolana. El Proyecto Democrático, 1958-1998, El Nacional, 2002.

[4] Ver Boersner, Demetrio, Venezuela frente a la Geopolítica de Asia Occidental y el Norte de África. ILDIS, 2012.

[5] Ver Brito, Daniel Mora, «La política exterior de Hugo Chávez en tres actos (1998-2004)», Aldea Mundo 8, no. 16 (2004): 76-85; y Serbin, Andrés, and Andrei Serbin Pont, «Quince años de política exterior bolivariana: ¿entre el soft-balancing y la militarización?», Pensamiento propio 19, no. 39 (2014): 287-326.

[6] Ver Romero, Carlos A, «Dos etapas en la política exterior de Venezuela.» Politeia 30 (2003): 319-343; Urrutia, Edmundo González, «Las dos etapas de la política exterior de Chávez», Nueva Sociedad 205 (2006): 159-171.

[7] Ver Juan Pablo Pérez Alfonzo, «Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)», Política: Ideas para una América Nueva 45 (1966): 8-9.

[8] Ver Carlos E. Pérez Llana, «América Latina y los países no alineados», Estudios Internacionales (1973): 43-65.

[9] Ver Ministerio del Poder Popular de Planificación. República Bolivariana de Venezuela, September 2001. http://www.mppp.gob.ve/wp-content/uploads/2018/05/Plan-de-la-Naci%C3%B3n-2001-2007.pdf.

[10] Venezuela y la Autoridad Nacional Palestina formalizaron, en 2009, el establecimiento de relaciones diplomáticas con la instauración en Caracas de una legación palestina. Esto se dio luego de la expulsión del cuerpo diplomático de Israel en Caracas, tras los sucesos ocurridos en la Franja de Gaza en diciembre 2008-enero 2009. Israel igualmente expulsó, como medida de reciprocidad, al cuerpo diplomático venezolano acreditado en Tel Aviv.

[11] Ver Margarita Figueroa Sepúlveda, «La emergencia y aumento del antisemitismo en los gobiernos de Hugo Chávez y su relación con la profundización de las relaciones entre Venezuela e Irán (2005-2013)», Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad 13, no. 1 (2018): 239-268.

[12] Proyecto Nacional Simón Bolívar. Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación. 2007-2013 (2009), Sección VII Nueva Geopolítica Internacional. Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.  Caracas, Venezuela.

[13] Cabe destacar que la autonomía con respecto a Estados Unidos no es un objetivo nuevo en la política exterior venezolana. Ver Daniel Mora Brito, «La política exterior de Hugo Chávez en tres actos (1998-2004)», Aldea Mundo 8, no. 16 (2004): 76-85; Carlos A. Romero, «Venezuela: su política exterior y el Caribe», Revista venezolana de economía y ciencias sociales 10, no. 3 (2004): 243-259

[14] Ver Soledad Stoessel, “Giro a la izquierda en la América Latina del siglo XXI”, POLIS Revista Latinoamericana, no 39 (2014).

[15] Ver Steve Ellner, «La política exterior del gobierno de Chávez: la retórica chavista y los asuntos sustanciales», Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales 15, no. 1 (2009): 115-132.

[16] Preferiblemente a través de la OPEP y el Grupo de los 15 (G-15). Ver Isaac Caro e Isabel Rodríguez, «La presencia de Irán en América Latina a través de su influencia en los países del Alba», Atenea (Concepción) 500 (2009): 21-39.

[17] Ver Paulo Botta, «Irán en América Latina: Desde Venezuela hacia Brasil», Ágora internacional 4, no. 9 (2009).

[18] Las relaciones formales entre Irán y Venezuela fueron establecidas en 1947. Ver Elodie Brun, «Irán-Venezuela: hacia un acercamiento completo», Politeia 31, no. 40 (2008): 19-40.

[19] Ver Adriana Boersner, “13 años de Diplomacia a Espalda de Los Venezolanos”, Venepolicy, enero-marzo (2012).

[20] Francisco Rodríguez y Esfandyar Batmanghelidj, “Las sanciones están llevando a Irán y Venezuela a los brazos del otro”, Foreign Policy (2020).

[21] Ver Joseph M. Humire, «The Maduro-Hezbollah Nexus: How Iran-backed Networks Prop up the Venezuelan Regime», Atlantic Council (2020).

[22] Ver Jorge, Rueda, «Venezuela reciben a 119 estudiantes palestinos», Associated Press (november, 2014). https://apnews.com/article/3e99bea939fc4c798f3c1a994d4a7a72

[23] Ver Elsa Cardozo, «Crisis y cambios en el Norte de África y el Medio Oriente. Implicaciones para Venezuela y su política exterior en el contexto latinoamericano», Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (Ildis) (2012).

[24] Ver Irmak Ekin Karel, «Política exterior de Turquía en Venezuela: ¿Cuáles son los factores que pueden explicar el recién acercamiento acelerado de Turquía con Venezuela en los últimos años?», Relaciones Internacionales 92, no. 1 (2019): 1-29; Omner, Imdat. “Turkey and Venezuela: An Alliance of Convenience.” Wilson Center (March 2020).

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Este trabajo fue publicado en la más reciente edición de la Revista Democratización del Instituto Forma.


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