Cine

Joker: un cuento de locura

03/11/2019

Escena de la película Joker | IMDB

[Alerta de spoilers]

Desde su estreno, Joker (Guasón) ha despertado reacciones que la han convertido en una de las películas más comentadas de los últimos tiempos, trascendiendo el ámbito meramente crítico cinematográfico hasta ser objeto de análisis por espectadores comunes que ven en ella lecturas de distinto tipo, al punto de sentir la necesidad de compartirlas en cualquier espacio.

Esta afinidad se ha logrado, en buena medida, gracias a la empatía lograda con su protagonista (magistral interpretación de Joaquín Phoenix), un hombre maltratado desde niño por su entorno personal y social, y sin embargo capaz de conectarse con multitudes de Ciudad Gótica, creada para el universo de DC Comics en 1941.

Esa urbe puede resultar próxima debido a perturbadoras coincidencias, en particular con aquellas ciudades que han atravesado graves situaciones sociales como las ocurridas recientemente en España, Chile o Ecuador, donde la violencia devino forma de protesta.

El ambiente oscuro, corrupto y decadente de Ciudad Gótica causa una especie de irracionalidad colectiva que termina por desbordar su precario orden. Esta situación desata un caos del cual emerge la figura del antihéroe: suerte de redentor involuntario convertido en justiciero de miserias propias y extrañas.

Resulta difícil articular una sosegada opinión luego del primer encuentro con la película, pues lo emocional –atizado por imágenes y sonidos– influye en la apreciación de la historia. ¿Cómo poder aproximarse de forma objetiva a esa irracionalidad que nos conmueve y abruma durante dos horas de proyección?

En el Diccionario de la lengua española de la Real Academia, la palabra «locura» tiene cuatro acepciones:

  1. f.Privación del juicio o del uso de la razón.
  2. f. Despropósito o gran desacierto.
  3. f. Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa.
  4. f. Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro incentivo.

En general, su significado siempre ha estado vinculado, históricamente, con comportamientos impropios a los establecidos por los lineamientos de la razón, ya sea por problemas mentales del individuo o por comportamientos inadecuados tenidos como subversivos. Asociada durante siglos, además, con eventos sobrenaturales o demoníacos, la locura fue también entendida como un castigo divino por pecados cometidos en el contexto de los preceptos establecidos por la cultura judeocristiana de la que provenimos.

En 1511, Erasmo de Rotterdam en su Ensayo de la locura, relaciona esta condición con la razón como forma contraria e indivisible de ella. No en balde El sueño de la razón produce monstruos es el título de uno de los grabados que conforman la serie Caprichos realizada por Francisco de Goya en 1799.

El Guasón es un hombre conducido a una irremediable locura por una sociedad que, desde su aparente racionalidad, lo integra en su propio engranaje. Sin embargo, el personaje logra escabullirse de esa maquinaria –que a fin de cuentas busca aniquilarlo– mediante el auxilio de su rebeldía; de ese modo emerge, cual ave fénix, del caos.

La alabanza respecto del trabajo de interpretación de Joaquín Phoenix  ha sido, hasta ahora, unánime. El actor logra, de manera sobresaliente, dar vida a un personaje sobre la base del uso de gestos, voces y miradas, y del efectivo manejo de la corporalidad. Phoenix se pasea por situaciones que van desde la cristalización de una encantadora ingenuidad hasta la exploración de matices terribles y oscuros, en registros que solo un intérprete de su nivel puede lograr. Joker no sería lo que es sin su invalorable trabajo.

Nacido en San Juan de Puerto Rico el 28 de octubre de 1974, Joaquín fue el tercero de cinco hijos de un matrimonio que viajó por América Latina (vivieron incluso un lapso en Venezuela como misioneros religiosos en labores de evangelización). Hermano de River Phoenix, recordado actor de películas como Stand by Me (1986), Running on empty (1988) o My own private Idaho (1991), además de interpretar a un joven Indiana Jones en Indiana Jones and The Last Crusade, como parte de una corta pero intensa carrera que le auguraba grandes trabajos. Su temprana muerte a los veintitrés años, en 1993, significó un duro golpe para la familia y un freno para la carrera de su hermano menor, que en aquel momento decidió replantearse su futuro como actor, tras trabajar como Leaf Phoenix (su verdadero nombre) en algunas series de televisión y en unas pocas películas.

En 1995, a partir de To die for, de Gus Van Sant, junto a Nicole Kidman, irá creciendo su carrera, de la que forman parte títulos como Gladiator (2000), Walk the Line (2005), The Master (2012), Her (2013), e Irrational Man (2015), siendo en tres ocasiones finalista al Óscar, por sus trabajos en Gladiator como actor de reparto, y en Walk the Line y The Master como protagonista.

Su trabajo en Joker recoge la herencia del más puro expresionismo alemán de principios del siglo pasado, visible en los trabajos de actores como Conrad Veidt –el inolvidable Cesare de The Cabinet of Dr. Caligari (1920) y protagonista de The Man Who Laughs (1928)–, de quien Todd Phillips, director de Joker, confiesa haberse inspirado –junto con Phoenix– para aproximarse a este Joker, un personaje recordado por los rostros de sus anteriores intérpretes, desde el más pop recreado por César Romero en la serie televisiva Batman y Robin de finales de los años sesenta, al más psicótico interpretado por Jack Nicholson en Batman, de Tim Burton, en 1989; o al más intenso y oscuro que nos presentó Heath Ledger en su inolvidable puesta en escena en The Dark Knight, de Christopher Nolan, estrenada en 2008, y por la cual Ledger se alzó con un Óscar póstumo como actor secundario. Todos ellos se hallan de alguna manera presentes en este trabajo de Joaquín Phoenix.

De Todd Phillips, el director, recordamos su trilogía Hangover, que le permitió acercarse a otra forma de locura, mucho más lúdica, a través de las peripecias de cuatro amigos que disfrutan de intensos y divertidos momentos de excesos como consecuencia de la despedida de soltero de uno de ellos. Con Joker, Phillips se empina en un ejercicio absolutamente cinematográfico que rinde homenaje a cineastas y películas de profundo influjo en su trabajo, destacándose entre ellos Martin Scorsese, en particular por Taxi Driver y The King of Comedy, ambas protagonizadas por Robert De Niro, a quien también honra con su presencia en la película.

Joker seguirá dando de qué hablar durante la próxima temporada de premios que comenzará muy pronto con los seleccionados por las diversas asociaciones de críticos, y que culminará con los premios de la academia (los célebres Óscar), cuya ceremonia de premiación se realizará el domingo 9 de febrero del próximo año. El León de Oro logrado en el reciente Festival de Cine de Venecia ubicó a la película en un contexto particular, pues de allí surgió de manera casi subversiva a partir de una propuesta que trasciende el simple producto fílmico de entretenimiento para convertirse en una sólida y destacada obra cinematográfica.


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