En diferentes países // Diario de la peste

Personal de salud trasladan a una mujer al hospital en Madrid, España. Fotografía de Javier Soriano | AFP

10/04/2020

En diferentes países se habla del inicio de las clases.

La Pascua se acerca.

Walter Benjamin y Scholem, amigos filósofos, se instalaron en Zúrich en 1917.

Hace más de cien años.

Estaban hartos de la educación y de su conservadurismo.

Crearon una universidad ficticia llamada «Muri».

Muri es una comunidad del interior de Suiza.

Uno de los cursos de esa institución imaginaria era «El huevo de Pascua: riesgos y beneficios».

Lo clasificaron como: teología.

«Wall Street cierra al alza ante un posible debilitamiento de la pandemia.»

Inventaron también una disciplina llamada: «Teoría y práctica del insulto».

Jurisprudencia.

Otra tenía el nombre de «Teoría de la caída libre con entrenamiento práctico».

Estaba incluida en el campo de la filosofía.

Tiene todo el sentido que un filósofo investigue la caída libre.

Esa caída que no es consecuencia de un empujón, sino de una decisión.

Libre, esto es: sin apoyos.

«El número de muertes en Nueva York llega al máximo diario.»

Roma y Jeri curiosas en la ventana. Dos caras de dos perros.

Afuera, al otro lado de la calle, un hombre vestido con chalecos amarillos.

Transporta la basura y habla por teléfono.

Habla castellano, pero su acento deja ver que no es español.

Parece llamar a casa.

Empuja un carrito de la basura y habla con su familia.

¿Irá a decirles que transporta la basura?

Es el único hombre que se ve en la calle.

«Politizar» el coronavirus puede llevar a «muchas más bolsas de cádaveres», dice la OMS.

La película coreana.

No le propongas un color al pintor.

Eso no se hace.

«¿Tengo, entonces, que pintar para los extranjeros que nos invaden?», dice el pintor cuando alguien le pide una obra para el enemigo.

Una frase síntesis.

No pintar para los extranjeros que nos invaden.

Oigo en mi cuerpo el sonido que produce el puño cuando se irrita y no tiene ninguna superficie cerca.

Hace ruido aun cuando se cierra con fuerza sobre sí mismo, el puño.

Y no es agradable.

Me dicen que muchas fábricas se han negado a subir el precio de ciertos cubrebocas esenciales.

Un artista, un ser humano, no debe pintar para los extranjeros que nos invaden.

«El Covid-19 llega a una tribu aislada de la Amazonia yanomami».

Quedarse en casa «es descubrirse como extranjera», dice la historiadora Lilia Schwarcz.

Esto. Estar en el mismo sitio pero de un modo distinto.

¿Quién es este extranjero que está en mi casa a estas horas del día? Soy yo.

Y tampoco soy yo, claro.

Los próximos presidentes serán médicos, pregunta Lilia Schwarcz.

«Boris Johnson sigue mejorando», informan.

En una zona del lago Inle, en Myanmar, antes Birmania, los pescadores reman con los pies.

Así tienen las manos libres para pescar con enormes redes en forma de canasto.

Hacer ciertas cosas con los pies, liberar las manos.

Ahora que no necesitas caminar, tienes los pies libres.

Pies y manos libres: días extraños.

«EUA. Más de 6.6 millones pierden el empleo en la última semana.»

Me escriben desde el Norte sucesivos mensajes sin punto final:

Fecha y hora [09/04, 14:42]

Hoy, en la fila del supermercado (compra semanal para la familia), les llamé la atención a unos chicos que escupieron al suelo tres veces. A la tercera, no me aguanté

Voy flotando entre los humores

Neutra

Aceptación

Triste

Enojada

Irritada

Mi tía, que vivió toda la guerra

Ahora está acá por su marido y dice que se siente peor

Porque no sabe cuál es la zona de los ‘buenos’ y la de los ‘malos’.

[09/04, 14:42] Fin del mensaje.

«Hungría prolonga las medidas restrictivas indefinidamente».

Cuánto es indefinidamente, pregunto.

¿Y cuál es la zona de los ‘buenos’ y la de los ‘malos’?

Es necesario marcar la ética en el suelo para comprenderla.

Estamos medio mareados: nuestra cabeza da vueltas y no sabe cuál es la zona de los buenos.

Ahora, en el país de Gales. Cerca de la esquina del número 16 de Trinity Square.

Una cabra blanca y ningún humano.

Una cabra se come los setos que rodean un edificio de oficinas vacío.

En un pequeño prado frente al Alexandra Hotel: una dos tres cuatro cinco seis siete ocho cabras.

Boris Johnson «se sienta en la cama e interactúa positivamente con el equipo clínico».

Las trampas más usadas en tiempos de guerra, un video que aparece frente a mí.

A veces un pie se posaba en el suelo y, en vez de explotar, varios clavos subían rápidamente y abrían siete hoyos en ese miembro, que ya no podía moverse de allí.

Una trampa que parece para ratas y es, después de todo, para pies humanos.

Una pareja de Lombardía baila un vals y muestra que no ha olvidado los pasos.

Pascal Quignard: «Para los hombres, ¿qué es la muerte?

El hombre que ya no forma parte de un diálogo.»

¿La mejor forma de morir?

«Repentinum et inopinatum

(de manera muy rápida y completamente inesperada).»

Voy recibiendo mensajes.

Alguien dice que acaba de tener un nieto.

Otro felicita a ese alguien y evoca a Millôr Fernandes, que dijo que, de haber sabido que tener nietos era tan bueno, no habría tenido hijos.

«Proyecciones prevén entre 11 y 22 mil muertes en Canadá hasta el final de la pandemia».

En medio de los campos de concentración, una mujer trató de compilar los sueños alegres de las personas que iban a morir.

Los escribió. Quería guardarlos.

Tengo que investigar a esa mujer.

No recuerdo su nombre.

***

Este texto fue publicado originalmente en portugués en el diario Expresso de Portugal el 9 de abril de 2020. La traducción al español es de Paula Abramo.


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