Perspectivas

El Guernica, Venezuela y la visita que no fue

27/03/2018

Guernica (1937), de Pablo Picasso

Recientemente, el Museo de Arte Reina Sofía (Madrid), guardián del magistral Guernica (1937) de Pablo Picasso, puso a disposición del mundo una web extraordinaria, Repensar Guernica, a través de la cual los curiosos de todo tipo podemos escudriñar la historia y los secretos de esta pintura.

Sin duda que Picasso dejó una obra polémica y el Guernica, además de ser responsable de buena parte del desarrollo del lenguaje pictórico de la contemporaneidad, es también un guiño a la tradición de la pintura de historia. Jacques-Louis David y su Rapto de la Sabinas (1799) lo saben bien.

Rapto de la Sabinas (1799), de Jacques-Louis David

Pero lo que nos trae este espacio web del Reina Sofía va más allá de las discusiones comunes en torno a la obra que se exhibió en el Pabellón Oficial de la República de España en la Feria Internacional de París (Exposition Internationale des Arts et Techniques dans la Vie Moderne) de 1937. Nos interesa ahora una poco conocida relación entre el Guernica y Venezuela.

El Guernica en el Trópico

En 1948 el Guernica habría estado apuntado para venir a Venezuela. Sí, a Caracas. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué la obra maestra del pintor español no pisó suelo venezolano? La respuesta no sólo sería frustrante, sino demoledora: el Golpe de Estado del 24 de Noviembre de ese año lo impidió.

Así lo refirió en su sitio web la Cadena Ser ( “algunos de esos documentos reflejan alguna curiosidad, como el viaje que nunca hizo el Guernica a Venezuela en 1948, debido a un golpe de Estado en ese país”); pero otros, como el diario francés Le Figaro, han indicado que los documentos puestos a disposición del público por el Museo Reina Sofía “permiten rastrear los numerosos viajes de la obra en Escandinavia, el Reino Unido e incluso, brevemente, en Venezuela en 1948, antes de que un golpe de Estado cazara la imagen en el país sudamericano.”

Sí, para Le Figaro, el Guernica habría estado en Caracas y salido del país antes de que se ejecutara el Golpe militar finalizando el año. También el Museo Smithsoniano lo refrenda expresando que la web Repensar Guernica permite al visitante seguir los itinerarios de exhibición del célebre cuadro alrededor del mundo “incluyendo el sobrevivir a un golpe en Venezuela en 1948”.

Lo cierto es que la web Repensar Guernica, ha sacado a la luz documentación inédita sobre la obra y entre esa documentación se encuentra una carta firmada por el propio Picasso, en la cual insiste en que “no creo que este país [Venezuela] sea el mejor lugar para exhibir mis obras”. Es innegable que las palabras de Picasso son certeras, sino que además son dolorosas para quienes hemos tenido la historia del arte como profesión en Venezuela.

Fechada el 26 de Noviembre de 1948, la carta la escribe el artista español desde su residencia en la Rue des Grands Augustins, en París. Dirige la misiva a Alfred H. Barr Jr., entonces director del Museo de Arte Moderno de Nueva York (institución que poseía la custodia de la famosa pintura) y le insiste en cancelar lo pautado para una exposición de sus obras en Venezuela (¿incluyendo en ella al Guernica?).

Alfred H. Barr Jr., primer director del Museo de Arte Moderno de Nueva York

“Dada la situación actual en este país, no me parece que envíe pinturas que puedan correr riesgos”, expresa Picasso a Barr. Después de todo, “el ambiente existente en Venezuela” no era el más adecuado, según el pintor, para que sus obras se trasladaran allí. Barr le responde escuetamente en carta fechada el 1 de Diciembre: “Hemos recibido su cable cancelando el préstamo de sus pinturas para la exhibición en Venezuela. Creo que su acción ha sido sabia dadas las circunstancias”.

Visto hasta allí, poca duda cabe de que el Guernica estuvo muy cerca de ser exhibido en Caracas, probablemente en el Museo de Bellas Artes de esta ciudad. Sin embargo, la historia no acaba hasta que dejan de aparecer fuentes (y aun así, siempre hay cabida para nuevas interpretaciones). Ninguna de las instancias informativas mencionadas previamente parece haber hecho uso de los recursos que la web Repensar Guernica colocó al alcance de todos. Esto les ha llevado a fantasear sobre un viaje tropical de la obra que pudo ser y no fue.

Pablo Picasso pintando el “Guernica” (entre Abril y Mayo de 1937).

La verdadera historia

No obstante,  si revisamos cuidadosamente los documentos de la web citada encontraremos que el 3 de Octubre de ese mismo año de 1948, Picasso había escrito a Barr informándole que “el gobierno venezolano acaba de solicitar mi participación en una exposición con pinturas del Museo de Arte Moderno que se realizará muy pronto en Caracas”. Prosigue el pintor: “Estaría muy agradecido si pudiera poner tres de mis pinturas, actualmente depositadas en su museo, a su disposición”. ¿Iría el Guernica a Caracas?

Explícitamente, Picasso solicita a Barr que haga la selección de las pinturas, pero indica -sin posibilidad de error- que se exceptúe al Guernica y las pinturas relacionadas. De modo que Barr podría haber escogido cualquier pintura del genio español para ser exhibidas en Venezuela, incluso -quizás- las celebérrimas Señoritas de Avignon (1907), pero el Guernica, no.

La obra de Picasso más famosa después de Guernica: Les Demoiselles d’Avignon (1907). Fotografía de su-lin / Flickr

Así pues que repensar el Guernica y su inexistente relación con Caracas, nos sirve de excusa para demostrar, una vez más, como las noticias falsas conllevan a falsear también la historia, esta vez, la historia del arte. Ya el renombrado Salvator Mundi vendido por Christie’s como “el último Leonardo en el mundo”, nos había dado una muestra contundente algunas semanas atrás.


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