Dos modos de apartarse de las noticias // Diario de la peste

Fotografía de Jenny Downing | Flickr

12/04/2020

Dos modos de apartarse de las noticias: religión y matemáticas.

Hay más, claro.

Una frase de Breton: «el acto de amor y el acto de poesía son incompatibles con la lectura en voz alta del periódico.»

En estos días, las incompatibilidades han aumentado.

Pero sí, dos modos de apartarse de las noticias: religión y matemáticas.

Un matemático del siglo XX, Edward Kasner, le pidió a su sobrino «que le diera nombre a un número que tuviera un centenar de ceros».

El pequeño le dio un nombre: googol.

Se dice: gúgol.

El gúgol es un 1 seguido de cien ceros.

Es la unidad de medida de un número enorme.

7 mil gúgoles, por ejemplo.

El nombre de Google viene de allí.

Fue una errata.

No es infinito, pero casi.

El último cero está siempre después del sitio al que llegas a galope y a la velocidad de la luz.

Gógol es también el nombre de un gran escritor ruso.

Imagino la unidad de medida usando el nombre del escritor ruso.

Dos Gógoles, 7.3 Gógoles.

La avenida Nevski es la avenida central de San Petersburgo y de muchos libros de Gógol.

La avenida Nevski anda, estos días, muy asustada.

Ya no se sale a la avenida Nevski para ser visto y admirado por los vestidos o trajes que se portan.

Se sale rápido para buscar cosas urgentes.

Ser admirado o envidiado por otros no es una cosa urgente.

El miedo no tiene una unidad de medida.

No se mide en metros o kilogramos.

Tal vez el miedo tampoco tiene un cero que sea el último.

Tal vez el miedo es una sustancia googol pero sin fin.

España empieza a distribuir cubrebocas en el transporte público.

«El sol coció al hombre / Y la geografía determinó los acontecimientos». Raul Bopp, Brasil.

Hay miedo en las favelas brasileñas y las mafias criminales tratan de controlar ese miedo, amenazando.

Miedo x miedo x miedo x miedo.

Hoy, sol. Mañana, sol también, dicen los pronósticos.

Pero después lluvia. El lunes, lluvia; el martes, lluvia; el miércoles, lluvia; el jueves, lluvia; el viernes, lluvia; y el sábado, lluvia.

Lo que sigue no aparece en la pantalla.

Los días que no aparecen en la pantalla están fuera del futuro.

El primer ministro sueco siente «que no hicieron lo suficiente».

«Profesionales de la salud bailan para olvidar el estrés.»

En Grecia obligaron a una refugiada a pagar una multa por salir sin autorización.

En Moria, Lesbos, al volver del hospital al campamento.

No llevaba el documento de autorización, ni había enviado un sms oficial para pedir que la dejaran salir.

Las multas a los refugiados se sacan del dinero del subsidio que reciben.

Dicen que la multa es de 150 euros.

El subsidio es de hasta 550 euros al mes.

Algunas multas se impusieron también a indigentes.

Causa: «por desplazamiento en vano / injustificado».

Pero estas multas no se pagaron, claro. Después de las protestas.

Mi amiga griega, Athena, dice que todos sueñan con un desplazamiento en vano.

Uno de los bienes más valiosos en estos días —en Grecia, y en la avenida Nevski y en otros lados: un desplazamiento en vano.

Una nueva moneda: intercambio un desplazamiento en vano por diez con objetivos concretos.

La música clásica del vecino llega a mí.

Pensar en música útil e inútil.

¿Qué sería la música inútil y la música vana?

Un discurso en una universidad hace algún tiempo, Obama.

«Permítanme ser lo más claro posible: en la política y en la vida, la ignorancia no es una virtud.

No es ser cool ni políticamente incorrecto, ni es estar en contra del sistema, es simplemente ser ignorante.

No es cool no saber de que están hablando.»

Los estudiantes se ríen.

Trato de ver en qué universidad sucedió esto, no lo descubro.

Jeri lame la herida de Roma, una colaboración clandestina.

Es imposible que una herida sane si los compañeros la endiosan.

No prestar atención a lo que duele. Lecciones rápidas.

Manu Chao y una alegría también rápida y diaria, la guitarra.

El sonido de vocalizaciones en la sala de al lado.

Una vez más, la imagen del filósofo Wittgenstein apartando el reloj para empezar a rezar.

Rezar es lo que sucede entre un momento y el momento siguiente.

Esto no lo dijo él, pero podría haberlo dicho.

La mudez que se instala entre una palabra y la siguiente.

Domingo de Pascua.

El que tenga un reloj, que lo ponga sobre la mesa.

Es imposible llegar tarde a ciertas citas.

No va a ser necesario: ni reloj ni prisa.

Paco Ibáñez y otra guitarra: «Palabras para Julia».

Una amiga me manda mensajes sucesivos:

Otra cosa que he notado, dice ella.

Es que perdí el olfato.

Creo que ya no es necesario, dice.

Le digo que ése es un síntoma peligroso.

No, responde ella, estoy sana.

Sin estímulos, el olfato se vuelve perezoso, explica. Es eso.

No hay nadie a quien oler, dice.

Esta Pascua espero recuperar el olfato, añade.

Y después me dice que a veces se acerca a las macetas para oler la tierra.

***

Este texto fue publicado originalmente en portugués en el diario Expresso de Portugal, el 11 de abril de 2020. La traducción al español es de Paula Abramo.


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