De nada en nadie. Los poemas de Pilar Rodríguez Cobelo

Lo que sigue son textos e imágenes del curioso fotopoemario que acaba de publicarse a propósito de la exposición Chas Chas, del artista Luis Cobelo, y que ofrece en Caracas hasta noviembre de 2023 la Sala Mendoza con apoyo de El Archivo. Los poemas de De nada en nadie fueron escritos por la poeta venezolana Jacqueline Goldberg ‒¿apócrifos?, ¿un heterónimo?, ¿acaso un alter ego que entrelaza a los creadores?‒ y la edición e imágenes son del propio Luis Cobelo, artista venezolano residenciado en San Francisco, California. Pilar existe y no existe. Cobelo le da cuerpo en sus imágenes y performances, añorando una hermandad que no llegó a materializarse. Ella viviría ‒¿vive?‒ en Parque Chas, barrio de la ciudad de Buenos Aires cuyo particular urbanismo, trazado a manera de telaraña o laberinto, ha conducido a suponer que allí ocurren eventos extraordinarios, por lo que el artista viajó hasta allá para convivir con lo inesperado, transitar lo inverosímil, ser otro y comprobar aquello de que «todo lo que perdiste en la vida existe en Parque Chas».

 

ciudad de nada en nadie
el cuerpo se hace
la voz se rehace

(Alejandra Pizarnik)

 

digo
no digo

 

está
no está

 

o está
pero es gris

 

la memoria anclada
un pacto de sienes

 

digo
no digo

 

está
no está

 

la voracidad
la dicha

 

 

*

me voy haciendo hueco
en un lenguaje temporal

 

hablo
como quien mucho sabe
de vértebras o brazos de río

 

hablo
de palabritas alisias
vientos caboverdianos
gargantas subsaharianas

 

así
desde otros climas
ahuyento lo que duele

 

 

*

desde aquí
lo veo todo

 

aquí
telescopio
microscopio
baraja de adivinar

 

aquí
días de humareda
y resol

 

aquí
entonces

 

¿por qué no?

 

 

*

dice mi hermano
que esperar tanto sale mal

 

quizás

 

pero hay que estar lista
con vestidos nuevos
tacones nuevos

 

aguardar es dar cansancio
a la esperanza

 

y nosotros
de sueños siameses
aprendimos
a esperar en seco
salga bien o mal

 

 

*

el señor de la biblioteca
el de abarrotados ojos
quiso dictarme un poema memorioso

 

le dije que no
que yo soy
de palabra cantarinas

 

pretendió entonces
hablarme de paseantes invisibles

 

le dije
vaya y busque
su propio duelo
su propia noche

 

 

*

la soledad
me arranca piel

 

en verano aún más

 

nadie aquí
calcula prisas

 

me doy
me quito
me arrastro
me vuelvo

 

nadie adivina
que ando otra
en guerra

 

 

*

veo retratos familiares
no estoy en ellos

 

no sé si son de mejores días
o del futuro que no fue

 

presiento
una vida incumplida
maleva

 

 

*

veo el amor
con ojos entrecerrados
para que no encandile

 

mi carne es crédula
alguna vez se arrojó
a cuellos mentirosos

 

mi casa está bien
mis sueños están bien

 

mi corazón está bien
siempre cuidado por brasas

 

 

*

a cuatro manos
hacemos hasta la Luna

 

y ni decir esquinas
veredas
encrucijadas

 

a cuatro manos
somos tersos e innumerables

 

 

*

todo lo que perdí
aún está junto a mí

 

sigue diciendo
Pilar
corré
corré

 

y corro

 

quieta
hacia adentro

 

 

*

mis pies
en la sal del invierno

 

en las agujas
que apuntan
más que mi rifle

 

porque yo amo llorando
y lloro en un tris
sin trampa
sin promesas

 

 

*

 

andá
bebete un mate
mirá dentro

 

buscá lo que te nombra
buscá bien despierta

 

te sobrevivirá
un álamo plateado
un jacarandá tardío
tus recuerdos
tus remordimientos
esos hilos que dejás por fuera