¿Cuán realista es el plan de 15 puntos para Ucrania?

19/03/2022

La guerra rusa contra Ucrania inicia su cuarta semana. Aparte de los reportes de combates y víctimas, hay también noticias sobre negociaciones entre Moscú y Kiev. Tras algunos encuentros en Bielorrusia, los negociadores se comunican por videoconferencia. Hasta ahora sin resultado. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que no cederá hasta que Kiev cumpla sus demandas medulares: «desmilitarización”, «desnazificación» y un «estatus neutral» de Ucrania. Antes, Moscú exigía también el reconocimiento de la anexada Crimea como parte de Rusia y de la independencia de las «repúblicas populares» de Donetsk y Lugansk. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se mostró por su parte dispuesto a renunciar a su intención de sumarse a la OTAN.

Poco se ha filtrado sobre las conversaciones. Pero esta semana un artículo publicado en el Financial Times habló de un «avance sustancial» y señaló que se habla de un plan de 15 puntos. Supuestamente, Kiev estaría dispuesto a desechar su deseo de ingresar a la OTAN y a que no se emplacen sistemas armamentísticos en bases militares extranjeras en su territorio. Además, Ucrania se contentaría con garantías de seguridad de parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y Turquía. Fuentes ucranianas indican que Kiev necesita compromisos legalmente vinculantes.

Neutralidad, en vez de pertenencia a la OTAN

Aljona Hetmantschuk, jefa del centro de análisis New Europe, de Kiev, califica de «absurda» la situación. «Primero, hay que acordar un cese del fuego, y luego llevar a cabo negociaciones concretas. Actualmente, lo que ocurre es que, mientras más intensamente se negocia, más se dispara», dice.

Hetmantschuk considera que la disposición de Ucrania a aceptar un estatus de neutralidad es la mayor concesión. Indica que la propuesta está ligada a garantías de seguridad, que de facto reemplazarían al artículo 5 de la OTAN sobre defensa colectiva. Esta idea es, a su juicio, «bastante ilusoria», porque los países de la OTAN no están dispuestos a dar a Ucrania tales garantías. Además, probablemente tampoco Rusia lo aceptaría

Hetmantschuk estima que la «línea roja” para Kiev sería el reconocimiento de Crimea y las «repúblicas» del Donbás: «Eso sería una completa capitulación». La experta duda que las negociaciones tengan éxito, pero las encuentra positivas para «mejorar la situación humanitaria y demostrarle al mundo que Ucrania está dispuesta a determinadas concesiones».

La defenestración de Zelenski ya no es tema

En las negociaciones con Ucrania, en las que se habló primero de corredores humanitarios, «comienza a aparecer una conversación sobre cuestiones de fondo», dice Andrej Kortunow, del Consejo Ruso de Asuntos de Política Exterior (RSMD). En algunos puntos, cree percibir cierta dinámica. Indica que la «desnazificación» podría implicar quizás nuevas elecciones, o que «se aparte a fuerzas nacionalistas de derecha de la arena política». Y agrega que, «ahora, hay una agenda reducida y ya no se habla de una defenestración de Zelenski».

Según Kortunow, la demanda medular de Moscú atañe a la adhesión a la OTAN deseada por Kiev y a sus vínculos con la alianza. Lo de Donetsk y Lugansk podría posponerse indefinidamente.

Robert Brinkley, exembajador británico en Ucrania, no espera que las negociaciones den resultado. Eso solo se conseguirá cuando las dos partes estén dispuestas y, en su opinión, ambas intentan todavía «mejorar su posición en el terreno».

¿Maniobra para ganar tiempo?

Un antiguo colega de Brinkley, el exembajador alemán en Kiev, Hans-Jürgen Heimsoeth, espera un resultado de las conversaciones solo dentro de un par de semanas. Piensa que ambas partes conversan por razones de imagen, pero hay diferencias. Mientras la cúpula rusa se muestra inflexible, Ucrania está abierta en lo tocante a la neutralidad y a las bases militares extranjeras.

El editor Winfried Schneider-Deters, quien vivió largo tiempo en Ucrania, es el único de los expertos consultados que califica las negociaciones como una «cortina de humo». «Es una maniobra de Putin. Quiere embaucar a Occidente, dibujar la paz en el horizonte, para que Occidente deje de respaldar a Ucrania con armas», afirma. «Es también una maniobra para ganar tiempo. Después de que la primera ofensiva fracasara tan estrepitosamente, tiene que agrupar sus fuerzas para una segunda ola de ataques», agrega.

A su juicio, Putin aspira a una «solución militar». Piensa que Occidente no combatirá en Ucrania, pero puede «enviar más y más armas». Su pronóstico: la guerra durará aún «mucho tiempo».


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